Pero lo que me impresiona no es la asquerosa desfachatez de Aponte Aponte justificando sus actos, recordemos que privaron de libertad a personas inocentes, sino que se atreva a esgrimir tal justificación. Es decir, Aponte Aponte, recordemos Presidente durante años de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, admite sin rubor alguno que sus actos en el ejercicio profesional del derecho en el más alto tribunal del pais no obedecen sino a seguir órdenes superiores, puesto que él es, o era, militar de carrera.
Toda las consecuencias de dicha actitud servil, como toneladas de drogas entrando en mercados internacionales y muertes y violencia relacionadas, apoyo oficial encubierto al terrorismo, encarcelación de personas inocentes, todo ello, y lo que aún esta por saberse, debido a que el ex magistrado Aponte Aponte no fue capaz de utilizar su libre albedrío, su raciocinio, y su intelecto, sino, cual autómata, recibía y cumplía órdenes sin detenerse a pensar en lo más mínimo en las consecuencias de sus actos.
Reiteración, por tanto, de lo dicho tantas veces: en el chavismo sólo «piensa» uno, los demás se limitan a cumplir órdenes. Que estado lamentable y bochornoso en el se encuentra Venezuela: los autómatas degenerados como Aponte Aponte controlan todo el poder, y el único dizque pensante es una marioneta de Fidel Castro.