20-04-2017 05:19:00 p.m. | Eduardo Sánchez.- En atención a la propuesta formulada por parte de economistas nacionales y extranjeros sobre dolarizar la economía venezolana, académicos de la Escuela de Economía de la Universidad del Zulia (LUZ) consideran que la proposición no es una opción razonable ante los obstáculos y desafíos que presenta en la actualidad la economía del país.
Rodrigo Cabezas, Blagdimir Labrador y Eddy Aguirre afirman que renunciar al bolívar como moneda nacional por el dólar es inconstitucional.
“La dolarización cercena la soberanía en el ejercicio de la política monetaria y cambiaria, al subordinarnos a una moneda extranjera que limitaría la acción del Estado frente a emergencias económicas, sociales o desastres naturales. Esto es ponerse de gratis una camisa de fuerza en lo concerniente a la política fiscal”, explican los catedráticos.
Aseguran que esta medida afectaría la estrategia de diversificación comercial adelantada por el Ejecutivo en los últimos años, particularmente con el Asia-Pacifico (China e India), Rusia e Irán.
También afirman que coartaría la experiencia de integración de Venezuela con América Latina y el Caribe en lo relativo a la profundización de los mecanismos de pago intrarregionales con nuestras propias monedas, como el establecido en el convenio recíproco de pagos de la Aladi y el ensayo de moneda virtual Sucre (Sistema Unitario de Compensación Regional).
“La convertibilidad a dólares de nuestro sistema monetario en un contexto de caída de los ingresos petroleros es absolutamente inviable desde una perspectiva de la economía real. El impacto en el crecimiento económico y la pobreza de la población sería devastador”, aclaran.
En cambio, dicen que es vital tener una visión sistémica, coherente y unitaria de la política económica que permita generar confianza en los trabajadores, empresarios nacionales e inversionistas extranjeros.
Los catedráticos exhortan al Ejecutivo a trabajar hacia un programa de estabilización y crecimiento económico.
Estiman que debe priorizarse la lucha contra el agudo proceso inflacionario, atacando las causas que lo explican macroeconómicamente, como la alta liquidez monetaria que acrecienta la demanda, las distorsiones del sistema cambiario de carácter devaluacionista con impacto en los precios internos, el déficit fiscal financiado por la vía de la monetización y la caída de la oferta nacional e importada en términos reales que ha forjado desabastecimiento. Aunado a la especulación y contrabando de extracción y las expectativas negativas en los actores económicos originadas por la ausencia de una política que genere confianza.
A juicio de los economistas, un punto de partida en la lucha contra la inflación y la especulación está en la racionalización y estabilización del régimen cambiario, construyendo un mercado referencial y transparente que confronte y derrote la especulación del paralelo y despenalice las transacciones en el mercado de valores, por lo que el Ejecutivo y el Banco Central de Venezuela (BCV) deben proceder a la simplificación del sistema cambiario, corrigiendo el significativo diferencial entre el Dicom y Dipro, dado que la sobrevaluación estimula las importaciones y desincentiva la producción interna.
Opinan que la estabilidad y confianza en el sistema cambiario contribuirá a incrementar el flujo de financiamiento requerido para la reactivación de la economía.
Plantean que en el debate nacional se debe estudiar las formas para construir una economía productiva que garantice a las nuevas generaciones un país encaminado hacia el desarrollo. “No es posible pensar la Venezuela post-rentística sin que se adelante un acelerado proceso de industrialización para las exportaciones con epicentro en una educación de excelencia, generadora de innovación científico-tecnológica, que nos incorpore plenamente a la sociedad del conocimiento global”, concluyeron.