Wikileaks en Venezuela?

El mundo está en estado de convulsión política, por los miles de documentos del Departamento de Estado americano, publicados por Wikileaks. Dichos documentos, más que nada demuestran que conceptos tan generalizados en el mundo occidental, como abstenerse de hacer comentarios considerados ofensivos o políticamente incorrectos, son en realidad premisas hipócritas. El hecho de que ésta filtración masiva de cables diplomáticos, denominada «cablegate» en inglés, haya expuesto los intríngulis de la diplomacia de EEUU, y no la de Cuba, China, Venezuela, o Irán, no hace sino reiterar, una vez más, la falta absoluta de objetividad en el mundo occidental.

Quienes filtraron los documentos, sin duda han hecho una contribución invaluable a la historia contemporánea mundial. Esta publicación masiva de información confidencial permitirá evaluar los intereses geopolíticos de los EEUU, en sus relaciones con otros países. No obstante, para quienes albergan la esperanza de echar un vistazo a la otra cara de la moneda, de tener acceso a material similar proveniente de dictaduras y regímenes totalitarios alrededor del mundo, «cablegate» representa una utopia, un sueño inalcanzable. Por cuanto la existencia de Wikileaks en China, Rusia, los estados árabes, gran parte de Africa, Asia y Latinoamérica es inconcebible. Julian Asange, el fundador de Wikileaks, se puede dar el lujo de mediar de igual a igual, a través de abogados, con uno de los gobiernos más poderosos del mundo. Ahora bien, ¿cuál seria el caso, si Asange estuviese en Venezuela, por ejemplo, y lograse la filtración de miles de comunicaciones entre Chavez y Fidel Castro, las FARC, gobierno de Colombia, España, ETA, etc.? ¿Y si Asange estuviese en Rusia, no correría con la misma suerte que Anna Politkovskaya? ¿Y en China o India?

Cablegate pone de manifiesto que la tan vilipendiada democracia liberal occidental sigue siendo el sistema que más libertades ofrece al individuo. El hecho de que Julian Asange esté vivo hoy, y que el mundo entero pueda darse un banquete con los trapos sucios de los EEUU, es prueba de ello. Las opiniones de los enemigos de la democracia y de la libertad de expresión a nivel mundial son, por tanto, enteramente irrelevantes.

Tomado de Wikileaks en Venezuela?