Econoinvest cambia su lema a “Especulando con el dinero que te confiaron tus clientes se crece” (y los clientes les hacen una corrida)


VenePirámides
Los Estados Financieros de publicación de Econoinvest Casa de Bolsa parecieran haber robado una página del “play book” de Allen Stanford, que aseguraba que sus Certificados de Depósito eran tan seguros como un Treasury de los Estados Unidos, cuando en realidad invertía en activos altamente especulativos cuyos retornos estaban descalzados de las tasas de interés que su banco garantizaba.

En nuestro primer artículo sobre Stanford International Bank de fecha 29 de enero de 2.009, publicado antes de que las autoridades americanas y de Antigua lo intervinieran, señalábamos que “El banquero no es más que un comerciante del dinero, que lo “compra” a sus depositantes de manera temporal mediante el pago de una tasa de interés, y lo vende a sus prestatarios mediante el cobro de una tasa de interés superior a aquella que paga por sus depósitos. Ese diferencial se llama “spread”; de él sufraga el banco sus gastos y lo que sobra es la utilidad del banquero. En los bancos tradicionales o manejados de manera ortodoxa suele ser un negocio rentable, de resultados estables y poco volátiles en el tiempo. En los bancos no tradicionales, o en aquellos en los cuales la rentabilidad tradicional es considerada insuficiente, se suele invertir en “otros activos” que pueden o no pagar una renta fija pero tienen un alto potencial de apreciación (o depreciación). Entre esos “otros activos” han aparecido en los balances de los bancos inversiones inmobiliarias, en materias primas, en acciones de otras empresas, “hedge funds” y otros activos financieros. Como una manera de limitar las inversiones de los bancos en esos activos se produjeron las normas de Basilea, que fundamentalmente requieren de los bancos que estos mantengan unas relaciones de capital propio fijadas por los reguladores, en las cuales las inversiones “consumen” más capital en la medida en que se incrementa su riesgo y volatilidad. Por ello, los bancos típicamente tienen una estructura de inversiones piramidal, siendo las inversiones más cuantiosas las que menos riesgo representan, y reduciéndose su cuantía en la medida en que el riesgo asociado a las inversiones es mayor. Por ese motivo, resulta impensable que un banco pueda tener invertidos en acciones cotizadas en bolsa más del 5% de sus activos, pues las acciones son tremendamente volátiles y presentan un alto potencial de apreciación, pero también un alto riesgo de pérdida. En un año como el 2008, en el cual el S&P 500 cayó el 38.48%, un banco que hubiera invertido el 5% de sus activos en ese índice hubiera experimentado una pérdida de cartera del 1.92% que sin ser catastrófica, es importante para un banco.”

Esas reflexiones vienen al caso al analizar los Estados Financieros de Econoinvest al 31-12-09, que pueden consultar en el “web site” de la Comisión Nacional de Valores. En efecto, el estado de resultados de este cuasi “hedge fund” reflejan que sus costos financieros derivados fundamentalmente de los mutuos y papeles comerciales ascendieron en el segundo semestre a BsF 132 millones, mientras que sus ingresos financieros alcanzaron la suma de BsF 126 millones, lo que dejó una pérdida financiera de BsF 8 millones. Los gastos operativos de la empresa ascendieron a BsF 77 millones en el semestre, frente a Otros Ingresos por BsF 160 millones, lo que dejó una utilidad de BsF 77 millones en el semestre. El problema medular de este resultado es que en la partida de Otros Ingresos se contabilizan ingresos por BsF 135 millones por concepto de “Ganancia (Perdida) en venta de inversiones en títulos valores”. En otras palabras, si Econoinvest no hubiera especulado con el dinero de sus depositantes, y la especulación no le hubiera salido bien, esta empresa hubiera perdido los pantalones. El monto de la potencial pérdida es materia de especulación, pero si la partida de “Ganancia (Perdida) en venta de inversiones en títulos valores” no hubiera aportado ni ganancia ni pérdidas (saldo cero), la pérdida en el semestre hubiera sido de BsF 58 millones. En otras palabras, Econoinvest especula con el dinero de los depositantes para cubrir su déficit operacional y financiero. Especular con el dinero propio es legítimo (aunque el INDEPABIS diga lo contrario); especular con el dinero de los depositantes es, definitivamente, receta para un desastre.

Pareciera que sus “depositantes” cayeron en cuenta del riesgo que corren luego del siniestro de U21: los “depósitos” por concepto de mutuos disminuyeron en el mes de diciembre en BsF 1.125 millones, cayendo de BsF 2.953 millones en Noviembre a BsF 1.828 en Diciembre, una contracción del 38%. Corpoelec pide que el último que salga apague las luces.

Econoinvest forma parte del selecto grupo de la Cleptocracia del siglo XXI

Tomado de Econoinvest cambia su lema a “Especulando con el dinero que te confiaron tus clientes se crece” (y los clientes les hacen una corrida)