VenePirámides
Durante los primeros cuatro meses del año el Gobierno benefició a las familias de menos ingresos limitando al máximo las autorizaciones para aumentos de precios en los alimentos controlados, pero ya no es posible seguir retrasando el impacto de la inflación. El incremento de la escasez en supermercados y abastos porque las empresas no cubren los costos de producción ha obligado a permitir aumentos de precios en alimentos básicos como la carne, azúcar pan, leche, aceite y harina de maíz que absorben buena parte del ingreso de las familias más pobres.
De acuerdo con el Banco Central de Venezuela, el 25% más pobre del país destina 45 de cada 100 bolívares a la compra de comida, mientras que en el estrato de mayor ingreso la proporción es solo de 15. El resultado es que las estadísticas que dan cuenta de la inflación por estratos indican que el 25% más pobre de la población sufre en mayo y junio una inflación acumulada de 7,5% mientras que el 25% más adinerado padece un impacto menor de 4,2%. Si sólo se observa junio aflora que la inflación general fue 2,5%, mientras que en el estrato más pobre fue de 3,1% y en el grupo de mayores recursos se ubicó en 1,8%.
Las perspectivas es que el sector de menos ingresos continúe sintiendo con fuerza la inflación porque aun el Gobierno no ha permitido el incremento de precios del café, pollo, arroz y quesos. El atraso en los ajustes de precios, después que el Gobierno devaluó la moneda y el tipo de cambio oficial saltó desde 2,6 bolívares por dólar hasta 4,30 bolívares, explica el repunte en el índice de escasez.
Los encuestadores encargados de constatar los precios detectaron que de cada 100 productos que solicitaron en abastos, supermercados y toda la red de establecimientos que cubre al país, 12,1 no estaban disponibles al cierre de junio. En mayo solo 11,4 productos de cada 100 estuvieron ausentes. Al mismo tiempo el índice que mide la diversidad de marcas que pueden encontrar los consumidores en los anaqueles disminuyó desde 167,9 hasta 165,4 evidenciando una reducción en el abanico de opciones. Si bien la escasez aun está lejos del pico alcanzado en enero de 2008 cuando 24,7 de cada 100 productos tenían fallas de abastecimiento es evidente en el mercado la ausencia de determinados artículos.
El presupuesto de las familias de menos ingresos también comenzará a sentir el rebote en los precios de los productos agrícolas que gracias al tiempo de cosecha se mantuvieron estables durante los primeros cinco meses del año.
Junio marca el fin de la tendencia con un alza de 5,9% en el costo de los bienes agrícolas a pesar de que el Gobierno recurre a importaciones masivas para incrementar la oferta en los supermercados. La fuerza que impulsa los precios y ha convertido a Venezuela en el país con más inflación en América Latina obedece a una mezcla de factores, según reportó el diario El Universal.
Analistas explican que la política de controles de precios ha desestimulado la producción, al mismo tiempo la devaluación de la moneda encarece las importaciones y el incremento del gasto público aumenta los bolívares en circulación. Al cierre del primer semestre la cantidad de bolívares en circulación acumula un alza de 14% y más bolívares tras la misma cantidad de productos, se traduce en mayor inflación.
El Banco Central de Venezuela ha adoptado una política que tiene a incrementar la liquidez, por lo tanto, los bolívares en circulación seguirán creciendo durante el segundo semestre del año. El BCV disminuyó en tres puntos porcentuales la porción de los depósitos que los bancos deben congelar a manera de reserva y paulatinamente ingresarán a la economía 10 mil millones de bolívares extra.