Sobre la amoralidad de los venezolanos

Hugo Chávez

Un gran intercambio de ideas tuvo lugar el otro día en la sección de comentarios de un artículo publicado por Miguel Octavio sin definir. Miguel reflexionaba básicamente sobre las dificultades de explicar a los extranjeros la realidad de nuestro país, como se cita a continuación:

Hablando con amigos en Estados Unidos, no es fácil explicar los 11 años de Hugo Chávez en una breve conversación. Básicamente hay tres preguntas que todo el mundo se hace o que quizás ninguna respuesta pueda satisfacer su curiosidad:

-¿Cómo permitieron los venezolanos que esto pasara?

-¿Cómo pudo el sistema permitir que sucediera?

-¿Cómo Chávez puede permitir ineficiencias y no ve fracasar los números que muestran sus políticas?

Voy a citarme a mí mismo sin definir, al responder las preguntas anteriores:

Respuestas interesantes arriba. Diría que me inclino más por lo que dijo Daniel y, hasta cierto punto, por Kepler, que por el resto. Aventuro mi opinión, en realidad es la de Chávez:

“Lo que mis enemigos no entienden es que Chavez no es Chavez, Chavez es el pueblo de Venezuela.”

Como alguien que nació en Venezuela de padres extranjeros, puedo decir que la cita anterior resume en gran medida el quid de la cuestión. La educación no es la panacea, todos conocemos a venezolanos altamente educados que están ansiosos por entrar en cualquier negocio de mala calidad para beneficio propio, independientemente de la moralidad. Porque ¿alguien puede decir que Gustavo Cisneros no es un hombre culto? Todos sabemos que los venezolanos sin educación se comportarán exactamente de la misma manera. Porque ¿alguien puede decir que Nicolás Maduro es un hombre culto? Así que para mí no se trata de educación, sino de moral. Una moral que, como colectivo, nunca ha estado ahí. Ever: “moral y luces…” Para Cisneros y Maduro comparten la misma ‘moralidad’. Rosales y Miquilena, Borges y Petkoff, Caldera y CAP, y todos los anteriores con Chávez. Hay un grupo de oportunistas por ahí, y el quid de la cuestión es que la vieja guardia ya no puede disfrutar de la vida, el abuso de poder, los chanchullos de corrupción, etc., que disfrutaban en el pasado. Eso es todo. Era lo mismo en los tiempos de Bolívar, era lo mismo en los tiempos de Gómez, es lo mismo hoy y lo será en el futuro.

El venezolano es una de las personas más sin principios de este planeta, sin principios en el sentido ortodoxo, pues el principio que rige es “quitate tu…”, “que me pongan donde…”, “que alguien resuelva…”, etc. No hay mayor principio, sin brújula moral, sin respeto propio, como dijo alguien más arriba. A los venezolanos, en general y sin importar los niveles de educación, les importa un carajo su país, su sociedad, su comunidad, su futuro, su reputación.

Y nuestro problema, en este blog, como en el de Daniel, FT, Juan, etc., es pensar que somos representantes de la sociedad. Representamos, una pequeña fracción, de personas. Pero no es el grupo elitista y altamente educado que representamos, porque nunca he sido elitista, ni lo que la gente consideraría altamente educada (no solo muy recientemente de todos modos). Lo que representamos es el ínfimo número de venezolanos de principios -en el sentido ortodoxo-. Diminuto número que es, en el punto cero algo percentil diría yo.

PD: en respuesta a tus preguntas,

-¿Cómo permitieron los venezolanos que esto pasara? Porque son venezolanos.

-¿Cómo pudo el sistema permitir que sucediera? Porque está dirigido por venezolanos.

-¿Cómo Chávez puede permitir ineficiencias y no ve fracasar los números que muestran sus políticas? Porque es venezolano.

Esta semana hemos sido testigos de algunos eventos que reconfirman, si fuera necesario, la amoralidad discutida anteriormente. Del lado del chavismo, cuatro personas que trabajan para el proyecto de propaganda hegemónica de Chávez -Vanessa Davies, Andrés Izarra, Mario Silva y Walter Martínez, fueron a Cuba para «entrevistar» al dictador Fidel Castro sobre las posibilidades de una guerra nuclear internacional, el significado del siglo XXI. el socialismo del siglo XIX, sobre las posibilidades de que Colombia y Venezuela vayan a la guerra, sobre la probabilidad de una invasión estadounidense en Venezuela… Eso sí, todas las «preguntas» planteadas eran tan cargadas, que sólo se esperaba una respuesta. Lamentablemente para el chavismo y sus apologistas a nivel mundial, el dictador Castro, no olvidemos a alguien con una influencia inigualable sobre Hugo Chávez, sopló cada pregunta, ridiculizó la ignorancia de sus «entrevistadores», dejó escapar perlas de sabiduría como «el socialismo del siglo XXI». siglo es solo comunismo… no hay posibilidad de que Colombia, o los EE.UU. para el caso, lancen un ataque contra Venezuela…», en suma, Castro destruyó en 90 minutos el discurso belicista de Chávez, junto con su pretensión de tarde que su tipo de socialismo es de alguna manera diferente al comunismo totalitario de Castro. Recomiendo encarecidamente la entrevista indefinida, es una para las edades.

Luego vimos en CNN, a un desquiciado Andrés Izarra indefinido, exministro de información, actual presidente de TELESUR, riéndose histéricamente del tema de la delincuencia en Venezuela, diciendo que no hay problema con los niveles de criminalidad, como venezolanas de todas las tendencias, opositores, ONGs , etc., fingen ser, disputando cifras de su propia administración, mintiendo sobre los niveles de pobreza y sus propias credenciales, en suma, otro gran ejemplo de cuán completamente alejados del mundo real viven los altos funcionarios chavistas. Tal comportamiento es difícil de entender, considerando que la propia esposa de Izarra sobrevivió a un asalto a mano armada en febrero del año pasado. Mientras Andrés Izarra se recuperaba de su buena carcajada a costa de la miseria de miles de venezolanos víctimas de la delincuencia rampante que no pueden costear un destacamento de seguridad, Cheuk Woon Yee Sinne, beisbolista de la selección nacional de Hong Kong, resultó herido por un bullet undefined, durante un partido en Fuerte Tiuna, una base militar fuertemente custodiada en Caracas. Es probable que este fin de semana se sumen otras 30 o 40 muertes a la lista cada vez mayor de víctimas de la delincuencia en Venezuela sin definir, una que supera proporcionalmente a las de Colombia o México.

En respuesta a la risa demente de Izarra, El Nacional publicó ayer una foto, en su portada, de la morgue de Caracas (ver a la izquierda). La imagen no es motivo de risa, porque más allá de su crudeza, describe una realidad que parece haber escapado a muchos en ambos lados de la línea divisoria, que es que, en cualquier país normal y democrático, donde los valores morales son muy apreciados por la sociedad, sería Sencillamente sería impensable que los muertos se amontonen unos encima de otros como se muestra en la imagen. La morgue de Caracas no se convirtió en un espectáculo dantesco por Chávez, lo era mucho antes de que el caudillo llegara al poder. La foto tuvo sus efectos: la reacción oficial es iniciar acciones legales contra El Nacional, por publicar una imagen que podría causar angustia en niños y adolescentes en violación a la ley (LOPNA). A los chavistas no les preocupa en lo más mínimo el aumento del 134% en los niveles de criminalidad en los últimos 10 años. O sobre las múltiples instancias en que Hugo Chávez ha hecho llamados a la guerra, o a defender a muerte la revolución, o ha mandado tanquetas para aplacar mítines civiles, requisando para ello todos los canales de TV y radio, ¿no causa temor entre los niños venezolanos? y adolescentes? Pero los chavistas fingen estar molestos por la imagen de la morgue de Caracas. Un jefe de policía chavista, llamado Wilmer Flores, discrepó con la imagen sin definir, argumentando que es de 2006, y no de diciembre de 2009, como afirma El Nacional, lo que sugiere que el chavismo ha estado al tanto de esta situación todo el tiempo y, sin embargo, después de 4 años, han sido incapaces de arreglar el desorden en la morgue de Caracas.

Voces de la oposición, en cambio, están preocupadas por la política editorial irresponsable de El Nacional, que a su juicio es irrespetuoso con los muertos. Pero nadie pregunta: ¿cómo es que la única morgue de Caracas se mantiene en tal estado? Hablar de falta de respeto a los muertos…

También esta semana falleció Luis Tascón, uno de los artífices de la persecución política en Venezuela indefinida. Gracias a la gesta de Tascón, el chavismo pisoteó los derechos humanos, civiles y políticos de millones de venezolanos sin definir. Se guardó un minuto de silencio en el Congreso por el fallecimiento de Tascón, considerado un héroe para muchos chavistas.

Lo que muestra la imagen de arriba es la realidad, representa una sociedad que carece por completo de moral, una sociedad amoral que se enfoca en el último escándalo político, sin preocuparse por las causas sociales.