Para Italo Pizzolante el reto es implantar la gobernabilidad corporativa en el país

Italo Pizzolante

De alguna manera hay que empezar a cambiar las malas notas que Venezuela ha sacado en el exterior. Las últimas investigaciones de la ONG alemana Transparencia Internacional ubican a Venezuela en el número 82 de entre los 100 países más corruptos. Según el índice de opacidad (mayor transparencia =10, mayor corrupción =0), Venezuela tiene el 2,2.

Ante esto, la Asociación Venezolana de Ejecutivos (AVE) se planteó el reto de hacer algo para cambiar tan penosa situación y el primer pasó es una serie de eventos bajo el título “La revolución de la transparencia”, que comenzarán a pautarse desde mañana 13 y el jueves 14 de agosto.

Hace tres años, se realizó la Cumbre Latinoamericana Contra la Corrupción en Cartagena de Indias. Cuenta Italo Pizzolante, presidente de la AVE, que en ese encuentro organizado por la OEA hizo la presentación del término corporate governability, en español gobernabilidad corporativa o, como algunos también le llaman, buen gobierno de empresa, y que está vinculado al tema de la transparencia empresarial.

“Pero no sólo es Venezuela, y no lo digo como un orgullo, es Latinoamérica completa que tiene un promedio preocupante en cuanto a las transparencia de sus empresas”, señaló Pizzolante. Por ello, la AVE se ha propuesto concentrarse en una agenda para la competitividad “y no se puede ser competitivo si no se es transparente. Hay que redescubrir el componente ético de las corporaciones hacia las naciones en donde operan”.

El objetivo del primer encuentro de mañana, es elegir el consejo consultivo de buenas prácticas corporativas, “un grupo plural integrado por empresas del sector público y privado. Estará Aída Lamus por la Comisión Nacional de Valores, gente del Conapri, representantes de la CAF y el mexicano Eugenio De Vries que ya ha conformado estos grupos en otros países”.

“Se busca intercambiar mejores prácticas corporativas, a pesar de la crisis. Si las empresas no se preparan para ser transparentes en cuanto a su responsabilidad social, en el manejo de las cifras, si no respetan a los accionistas minoritarios, no va a haber credibilidad en el país”, recalcó Pizzolante.