Una agencia federal de Miami investiga el uso de un avión Learjet 35-A con matrícula norteamericana por parte del Contralor General de Venezuela, Elvis Amoroso y su familia, durante casi diez años. El avión, que fue decomisado en una operación de narcotráfico y enviado a Venezuela en 2021, tiene conexiones con un piloto venezolano condenado por tráfico de cocaína, armas y dólares en Estados Unidos, y con un cargamento de marihuana valorado en casi un millón de dólares, según documentos y fuentes consultadas.
El historial del Learjet
El avión, que tenía la sigla N95JN antes de ser borrado del registro de la Federal Aviation Administration (FAA) en 2021, fue registrado por primera vez en Estados Unidos en 2006, por la empresa Flying Squirrel Productions LLC, con sede en Delaware. Cuatro años después, fue vendido a la firma Successful Winner Corp, también de Delaware, propiedad de empresarios venezolanos, según una fuente que participó en la investigación preliminar de Homeland Security Investigations, según ha dicho Casto Ocando en Primer Informe.
Entre 2010 y 2018, el Learjet fue controlado por Successful Winner Corp, y durante ese período fue visto y fotografiado en varios destinos del Caribe y en Venezuela, incluyendo Maiquetía, Aruba, St Maarten y Miami, según registros fotográficos y de portales que documentan el historial de vuelos de aviones privados.
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En octubre de 2018, el avión fue vendido a otra empresa de Delaware, Fl Holding Inc, que a su vez lo vendió en mayo de 2019 a una firma llamada A & A Florida Services Inc, basada en Weston, cerca de Miami. El dueño de esta empresa era Alberto J. Ardila, el padre de Alberto Ignacio Ardila Olivares, un piloto venezolano que había sido acusado y condenado por un tribunal federal de Illinois en 2007 por traficar cocaína, armas y dólares en efectivo. Ardila hijo fue extraditado desde Colombia en 2004 y deportado a Venezuela en 2010. Su licencia de piloto fue cancelada por las autoridades norteamericanas.
El episodio del tráfico de marihuana
En junio de 2021, cuando el avión era propiedad de A & A Florida Services Inc, fue detenido en un aeropuerto regional de Louisiana, cuando hacía una escala para repostar combustible en un vuelo desde California a Miami. Un informante había alertado a las autoridades que el avión siglas N95JN traía drogas a bordo. Al revisar la carga, se encontraron seis bolsos y seis maletas con marihuana, cartuchos con aceite de cannabis para vaporizadores y cigarillos preelaborados de la droga, valorados en unos $750.000. Los pilotos fueron interrogados y liberados al demostrar que no sabían del cargamento. El único pasajero, Leonard Lopez, un residente de Miami de 40 años, fue detenido. No se ha establecido su relación con los dueños del avión o con la familia de Amoroso.
Después del incidente, el avión fue sacado del registro de la FAA y exportado a Venezuela a mediados de diciembre de 2021, donde sigue operando según las fuentes, con matrícula venezolana y con su distintiva barriga roja.
La relación con el Contralor chavista
Primer Informe no pudo confirmar qué tipo de relación –si la hubo– tenía Elvis Amoroso y/o su hijo Jesús Hidrobo Amoroso con los Ardila en Miami o con el episodio del tráfico de marihuana desde California a Miami. Pero según las fuentes de la investigación, el avión ha sido utilizado por el Contralor chavista y su familia desde al menos 2014.
Amoroso ha estado recientemente en el centro de la polémica en Venezuela por ordenar la inhabilitación política de la dirigente opositora María Corina Machado, una medida que según el régimen le impide a la candidata presidencial participar en elecciones en Venezuela.
Amoroso también tiene un historial de encubrir la corrupción del régimen de Venezuela. En diciembre de 2021, el funcionario chavista apareció en un video junto a Joselit Ramírez, entonces Superintendente de Criptomonedas que dos años más tarde resultó acusado de un esquema de corrupción sin precedentes, en el cual se «extraviaron» más de US$21 mil millones en un período de 4 años.
En abril pasado, organizaciones no gubernamentales y organizaciones políticas como el Partido Comunista de Venezuela (PCV), exigieron la renuncia de Amoroso por haber omitido controles previos para prevenir el desfalco de los recursos públicos, y por su silencio frente a las masivas detenciones de funcionarios y empresarios vinculados a uno de los mayores casos de corrupción pública en décadas en Venezuela.
En un devastador editorial, el periódico Tribuna Popular, órgano oficial del PCV, cuestionó agudamente la ausencia de fiscalización por parte del Contralor. «Nos preguntamos qué hacía Elvis Amoroso mientras la cúpula en la que dice depositar sus esperanzas saqueaba Pdvsa o la Corporación Venezolana de Guayana. Otra vez silencio», sentenció el editorial de Tribuna Popular.
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