Asesinatos y desapariciones involucrarían la acción conjunta de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el grupo narcoterrorista colombiano.
Redacción | Primer Informe
La organización estadounidense Human Rights Watch (HRW) acusa formalmente a los militares venezolanos por su complicidad con la narcoguerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Las dos organizaciones armadas cometen abusos contra la población civil en la frontera entre Colombia y Venezuela.
En un reciente informe, HRW revela testimonios de «personas desplazadas y funcionarios humanitarios” que demuestran la alianza entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), en especial la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), y el grupo narcoterrorista. Estos dos cuerpos armados incurren en una variedad de crímenes, que incluyen asesinatos y desapariciones forzadas.
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HRW recorrió los departamentos colombianos de Vichada y Arauca en febrero de este año. En esos lugares entrevistó a más de 100 personas. Entre ellos desplazados, líderes comunitarios e indígenas, funcionarios judiciales y autoridades locales colombianas. También contactó a representantes de organizaciones humanitarias y de derechos humanos.
EL ELN mantiene una gran presencia de efectivos y de su comando central resguardados en Venezuela. Presuntamente, reciben protección directa del régimen de Maduro.
Disidencias FARC contra el ELN y la FANB
El corazón del reporte es la violencia de la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela. Allí se dan enfrentamientos entre el llamado Comando Conjunto de Oriente, una alianza de distintas facciones de las desmovilizadas de las FARC y el ELN. La disputa obedece al control del territorio y las actividades ilícitas en el departamento de Arauca (Colombia) y el estado Apure (Venezuela).
“Los guerrilleros de ambos bandos, que anteriormente habían operado como aliados, han cometido múltiples abusos, incluyendo asesinatos, reclutamiento forzado, incluso de niños y niñas, y desplazamiento forzado» dice el informe de HRW.
Agrega que «las fuerzas de seguridad venezolanas […] han realizado operaciones conjuntas con miembros del ELN y han sido cómplices de sus abusos”.
Según Tamara Taraciuk Broner, directora en funciones para las Américas en HRW, pese a algunas medidas, “la respuesta de las autoridades colombianas ha sido inadecuada e insuficiente». El informe insta a las autoridades colombianas a redoblar urgentemente sus esfuerzos para proteger a la población civil y a los desplazados.
HRW también exhorta a la Misión de Determinación de los Hechos de la ONU que debe investigar la responsabilidad de las fuerzas de seguridad venezolanas en los abusos de las guerrillas”.
Testimonios de la complicidad FANB-ELN
El informe cita el caso de dos habitantes de El Ripial, en Venezuela, acusados por el ELN y la FANB de ayudar a las disidencias de las FARC. Ese hecho ocurrió en enero de este año cuando la disputa violenta entre esos grupos recrudeció.
El testigo cuenta que: “El soldado de la FANB acusó a ambos de ser ‘informantes del ‘Comando Conjunto de Oriente’ [de las FARC]. Salcedo (nombre cambiado para proteger su identidad) lo negó y los miembros del ELN lo amenazaron de muerte. Salcedo dijo que, cuando los guerrilleros se fueron, vio a través de una rendija en su puerta cómo dos miembros del ELN empujaban al otro acusado, quien estaba atado de pies y manos, al suelo en el patio trasero de Salcedo. Un miembro del ELN le disparó dos veces a Murillo y los guerrilleros arrastraron su cuerpo a una camioneta”.
Otro testigo dijo que miembros de las FANB llegaron a su comunidad en Apure con guerrilleros del ELN. Se llevaron por la fuerza a varias personas a las que acusaban de colaborar con las disidencias.
FANB y ELN actúan juntos
Según un tercero, a su población llegaron una mañana 10 hombres armados en motos y camionetas. Se identificaron como miembros del ELN y de la fuerza militar venezolana. “Vi sus insignias de la FANB en sus uniformes”, afirmó este testigo.
De acuerdo con HRW, la Policía Nacional de Colombia confirmó hace poco la muerte de 103 personas en Arauca entre enero y febrero de este año, la cifra más alta de asesinatos al menos desde el 2010. Si bien algunos de ellos eran miembros de estos grupos, muchos fueron civiles.
Desde que se iniciaron los enfrentamientos a comienzos de año, al menos 3.860 personas se han desplazado internamente en Arauca y más de 3.300 personas han huido de Venezuela a los departamentos colombianos de Arauca y Vichada.
Con información de El Tiempo.
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