Análisis de la producción petrolera venezolana 2017- 2021 para principiantes – y III

En los últimos meses, varias noticias han informado sobre el incremento de la producción petrolera en Venezuela.

Tan solo el pasado 5 de enero, el Gobierno venezolano anunció que el país llega a la producción de un millón de barriles diarios. El experto petrolero Antonio Sucre revela, a través de un detallado análisis, que los números son otros, nada alentadores

 

Antonio Sucre / El Pitazo (Venezuela) – 31/01/2022

Si se observa el comportamiento de la producción en los últimos 11 meses podemos afirmar, a priori, que Venezuela ha incrementado sus volúmenes de producción petrolera durante el año 2021, rompiendo la tendencia negativa de su curva de producción desde junio de 2020 como se observa en el Gráfico 5.

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Las fuentes secundarias de la OPEP indican que la producción de crudo venezolano ha aumentado 138 mil barriles diarios durante el presente año, lo cual es un registro positivo para un país que tenía 3 años sin incrementar sus niveles de producción.

Este crecimiento es la continuidad de la recuperación de los niveles de producción posterior a haber alcanzado el punto más bajo en varias décadas, como consecuencia del impacto de la pandemia en adición a los problemas acumulados en las 3 Etapas descritas previamente.

Venezuela aún no ha alcanzado el nivel de producción de crudo que tenía antes de la irrupción de la crisis sanitaria, el cual era de 733.000 barriles diarios. Es importante destacar que a partir del mes de abril, la brecha entre los volúmenes reportados por comunicación directa y las fuentes secundarias se hace cada vez mayor, esto obedece fundamentalmente a razones tangibles y otra más subjetiva, aunque no carente de sentido.

La más incierta de estas razones es el “juramento” realizado por el Ministro de Petróleo venezolano Tarek El Aissami, de incrementar la producción petrolera en 1 millón de barriles, cuyas implicaciones por sí solas pueden considerarse una motivación política para manipular los reportes que su despacho consigna mensualmente ante la OPEP a través de la comunicación directa, tal como lo hizo Irán a principios de la década pasada, con la intención de  minimizar el impacto que las sanciones tuvieron sobre sus niveles de producción y de comercialización de petróleo. Sin embargo, las razones más probables de la diferencia entre fuentes secundarias y comunicación directa en este caso, son de carácter técnico-operativo.

En este sentido, es posible afirmar que los volúmenes de producción (de los cuales recientemente se indicó haber alcanzado un volumen de 1.000.000 de barriles) no pueden ser comparados con los que reporta la OPEP por fuentes secundarias ni tampoco por comunicación directa, sino que hacen referencia a la llamada “producción operada”. Ésta es el volumen de producción medido directamente en los pozos, sin sustraer el volumen de agua y sedimentos propios del proceso de extracción del crudo, razón por la cual, para el cálculo de regalías e impuestos, así como los compromisos con los socios de PDVSA en las empresas mixtas, se hace referencia a la “producción fiscalizada” por el Ministerio del Petróleo, como ente regulador de la actividad petrolera en el país. Sin embargo, se utiliza como referencia para comparar con las fuentes proporcionadas por la OPEP.

Considerando que la más reciente afirmación según la cual Venezuela logró producir 1.042.000 barriles puntuales el pasado 24 de diciembre, no cuenta con el soporte o explicación técnica correspondiente, resulta necesario realizar una aproximación objetiva sobre tales números de producción.

En primer lugar, se habla de una producción en la Faja del Orinoco de 550.000 barriles diarios. El punto de inflexión de este crecimiento en el mes de septiembre este asociado a la importación de condesando iraní, que permitió elevar la producción petrolera en esta importante región en unos 100 MBD, mediante la optimización de pozos y la apertura de algunas áreas que se encontraban cerradas por la falta de diluyente.

Pero quizás el caso más emblemático está en la región de Occidente, que incluye las áreas tradicionales del Lago de Maracaibo y la Costa Oriental, en donde el 24 de diciembre se reportó una producción de 242.000 barriles (según información interna de PDVSA), misma fuente que la primera semana del mes reportó una producción de 160.000 barriles. Eso implicaría un incremento de 82.000 barriles en 20 días, lo que equivaldría a reconectar 400 pozos (a razón de 20 pozos por día) con una tasa de producción de 200 barriles por día. Ambas cosas, en las condiciones actuales, son materialmente imposibles.

Por otra parte, la información oficial sobre el hito del millón de barriles de producción operada, obvia detalles técnicos relevantes como que: en el Occidente del país existen áreas de producción en Barinas y Apure donde la relación agua vs petróleo es 10 a 1; los pozos maduros del Lago de Maracaibo poseen un % de agua y sedimentos cercano al 10%. En algunas áreas de la Faja del Orinoco, en condiciones normales (sin la optimización acelerada), el crudo posee agua y sedimentos en una proporción cercana al 5%.

Por tales razones, y considerando los antecedentes del caso, es preferible ser prudentes ante los anuncios oficiales relativos a la producción petrolera venezolana y esperar los reportes de la OPEP del venidero mes de enero.

Conclusiones

El incremento en los volúmenes de producción registrados por Venezuela durante 2021, obedece a la continuación del efecto rebote de fondo, que se inició en junio de 2020, cuando el efecto combinado de la crisis sanitaria, las sanciones norteamericanas y los desaciertos cometidos en la conducción de la industria petrolera venezolana, se alcanzó el nivel más bajo de producción en el país en más de 80 años.

El incremento de 138.000 barriles reportado por la OPEP entre enero y noviembre de 2021 corresponde a la recuperación de producción diferida y la optimización de pozos, principalmente en la Faja del Orinoco y a las condiciones operacionales generadas como consecuencia directa de la importación de condensado iraní para mezclar con el crudo extrapesado.

Los recientes anuncios oficiales sobre el crecimiento de la producción en el país, en particular el reportado el 24 de diciembre de 2021, corresponde a un valor puntual de la producción de campo o producción operada, en la cual se contabiliza: agua, sedimentos, Líquidos del Gas Natural y Condensados. Además, existen razones técnicas y operativas que permiten dudar sobre la veracidad de tales anuncios.

La importación de condensado iraní para mezclar con el crudo de la Faja no parece ser económicamente atractiva desde el punto de vista de PDVSA, aun cuando sí lo sea para el Estado y puede crear la falsa expectativa de recuperación de la Industria Petrolera Venezolana, cuando en realidad se está destruyendo valor.

Referencias
https://www.eia.gov/dnav/pet/hist/RWTCD.htm
OPEC World Oil Outlook 2021 Executive Summary
OPEC Annual Statistical Bulletin 2019
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-41055728
https://www.bbc.com/news/world-latin-america-42132694
https://py.usembassy.gov/wp-content/uploads/sites/274/Sanciones-PDVSA-US-Treasury.pdf

Antonio Sucre / Ingeniero / Experto petrolero 
Artículo publicado en El Pitazo el día 26/01/2022

Tomado de Análisis de la producción petrolera venezolana 2017- 2021 para principiantes – y III

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