Amicorp, la omnipresente: reveladores datos de los hacedores de firmas offshore y sus conexiones con el poder en Venezuela

Rafael Ramírez

Por: Fiorella Perfetto

En una entrega anterior, The Digger reveló cómo confluyeron en una misma trama mundial de corrupción y lavado de capitales tres aristas de interés que hacen mención del nombre de esta firma fiduciaria: el desfalco de más de 4.500 millones de dólares extraídos del fondo gubernamental 1Malaysia Development Berhad (1MDB), el origen de los recursos que sirvieron para la producción del largometraje  “El Lobo de Wall Street” y en tercer lugar, una empresa china de nombre  Melenco, premiada con un multimillonario contrato otorgado por el fallecido ex presidente, Hugo Chávez,  para construir viviendas prefabricadas en Venezuela, apadrinada por el entonces coordinador de la Gran Misión Vivienda, zar del petróleo y ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez.

Antes de empezar, un tanto de contexto

En cada uno de estos vértices late el nombre de Amicorp. En el caso de 1MDB, considerado el fraude financiero más grande de la historia, se conoce que este fue creado en 2009 por el ex primer ministro, Najib Razak, con el propósito de ayudar a impulsar la economía del país. Sin embargo, sectores de la oposición de la nación asiática e investigaciones periodísticas independientes revelaron más tarde cómo el dinero de este fondo había ido a parar a bienes de lujo e inmuebles adquiridos en Nueva York, pero también a Petrosaudí, una empresa de servicios petroleros de la cual poco se sabía sobre sus operaciones y representantes.

Sería José Renato Carvalho Pinto, un gerente de relaciones del grupo fiduciario Amicorp, el que habría prestado sus servicios para establecer estructuras de fondos y así lavar el dinero extraído de las arcas del Estado malayo, bajo la autoría intelectual de un agente financiero de este país, de nombre Jho Low.

Ya hubiera querido un actor de cine cobrar fama en tan corto período de tiempo, como lo hizo Low tras conocerse su presencia como productor para la realización del largometraje “El Lobo de Wall Street”. El experto financiero, que hoy se encuentra fugitivo, habría blanqueado tan sólo en esta producción cinematográfica unos 400 millones de dólares, en lo que se convirtió en la primera fase de esta gigantesca centrífuga, según el expediente acusatorio “US vs The Wolf of Wall Street et al”, que cursa en los archivos del Departamento de Estado de la nación estadounidense. Low habría usado los servicios de Amicorp como uno de los instrumentos para llevar a cabo semejante operación.

Expediente “US vs The Wolf of Wall Street, et al”. Imagen: US State Department

 

El fugitivo Jho Low usó las estructuras financieras de Amicorp en la trama de 1MDB. Imagen: US State Department.

 

Otro extracto del expediente acusatorio que describe el movimiento de dinero extraido del fondo público 1MDB

Se describen allí decenas de esquemas de lavado de dinero usadas en las operaciones de  1Malaysia Development Berhad (1MDB) con Jho Low a la cabeza, pero también con Riza Aziz, el hijastro del ex primer ministro de este país, como el dueño de la productora que desembolsilló el dinero para la producción del largometraje.

Contrariamente a lo que podría parecer como un escándalo lejano e inconexo con las tramas de corrupción originadas en Venezuela a la sombra del régimen chavista, lo cierto, es que esta trama dio para mucho más que un largometraje. El dinero estafado a la nación asiática, también corrió por la principal industria energética nacional de Venezuela.

Por medio del fondo 1Malaysia Development Berhad (1MDB), se habrían creado alianzas o joint ventures, algunas de estas vinculadas con el negocio petrolero, como el caso de 1MDB-Petrosaudi JV. Las operaciones vinculadas a esta alianza desembarcaron  en Venezuela con el padrinazgo del ex zar petrolero, Rafael Ramírez.

Reportes de prensa cuentan cómo a principios de marzo de 2010, llegó a manos del entonces presidente de la estatal energética Pdvsa, una ostentosa carta firmada por el príncipe Turki bin Abdullah, que figuraba entre los muchos hijos del Rey de Arabia Saudita.

El príncipe refiere en la carta a “su amigo”, Tarek Obaid, director del consorcio de servicios petroleros Petrosaudí, para llevar a cabo “un acercamiento con las autoridades venezolanas”. Fue así como PetroSaudí se presentó en Venezuela, por medio de Obaid, descrito como un joven playboy que intentaba vender su acceso a la familia real saudita y de allí al mundo como un supuesto diplomático. Ya en ese entonces, se había formalizado la alianza 1MDB – Petrosaudí, que se conocería como “1MDB Petrosaudi Limited”, a donde fueron a parar al menos un billón de dólares provenientes del desfalco del fondo público 1MDB.

Así se presenta Petrosaudí en su site oficial. Imagen: Cortesía

En el fragor de estos negocios, Obaid hizo dupla con Patrick Mahony, un viejo amigo con quien habría estudiado en Ginebra.  Tanto Obaid como Jho Low y Patrick Mahony, son hoy, fugitivos de la justicia.

Malasia emitió órdenes de captura sobre tres de los principales operadores en la trama de Petrosaudi-1MDB. Imagen: TheMalasyanreserve

El grupo finalmente impulsó el acercamiento con Rafael Ramírez quien más tarde presentaría a los venezolanos esta sociedad y sus proyectos, tras formalizarse la alianza entre Pdvsa y Petrosaudí.

Los recursos que 1MDB transfirió a la alianza “1MDB PetroSaudi Limited” fueron a su vez destinados, en enero de 2010, al proyecto de PetroSaudí en Venezuela, controlado por la sociedad PetroSaudi Oil Services (Venezuela) Ltd, referente a un obsoleto barco de perforación.

En su literatura, PetroSaudí se jactó de haber logrado extraer términos muy ventajosos con un contrato fijo de cinco años para su buque de perforación, con una tarifa diaria que garantizaría un retorno anual del 30% de la inversión inicial. Pero aquello se vino abajo en 2011 cuando los trabajadores fueron desalojados de la chatarra flotante.

El entonces zar del petróleo Rafael Ramírez presenta al país la alianza con Petrosaudi – 1MDB, LTD. Imagen: EFE

Ese acuerdo fue ejecutado contraviniendo las leyes venezolanas, con la complicidad de los entonces “funcionarios José Luis Parada, quien luego fue arrestado y encarcelado por cargos de corrupción, antes de lograr escapar a Canadá luego de pagar un soborno de 30 millones de dólares y el jefe de Parada, el entonces zar del petróleo en Venezuela, Rafael Ramírez, según aseguró la plataforma de investigación Sarawak Report.

Siendo el escándalo de 1MDB una investigación en proceso a nivel mundial,  son muchas los destinos a los que fue a parar el dinero sucio que estarían por conocerse. Mientras tanto, la justicia malaya no descansa en la persecusión y rescate de estos recursos.

El gobierno de este país introdujo una moción el pasado 10 de julio para evitar que estos  más de 340 millones de dólares pudieran ser usados por la compañía de producción y servicios petroleros PetroSaudi International Ltd (PSI) y su director Tarek Obaid, dinero vinculados a 1Malaysia Development Bhd (1MDB).

El documento argumenta que el dinero está relacionado con un delito en virtud de la Sección 4 (1) de la Ley contra el lavado de dinero, la financiación contra el terrorismo y el producto de las actividades ilegales .

La moción menciona a Tarek Obaid, PSI, PetroSaudi Oil Services (Venezuela) Ltd, Clyde & Co LLP y Temple Fiduciary Services Ltd como los involucrados con la acción judicial. Se trata en todo caso, del dinero que fue transferido a PetroSaudi Oil Services, LTD, la alianza que trajo a Venezuela aquellos viejos barcos de perforación petrolera bajo el auspicio de Rafael Ramírez.

Es así como el escándalo 1MDB se tropicalizó, al amarinar en aguas venezolanas proyectos estructurados con dinero malversado en otras naciones.

El pasado 28 de julio, el ex primer ministro Najib Razak fue condenado por un tribunal de Malasia y pesan sobre él siete cargos por saquear el fondo soberano de riqueza 1MDB. Los cargos incluyen lavado de dinero, abuso de poder y abuso criminal de confianza. El ex funcionario de 67 años, enfrenta al menos otros 35 cargos de corrupción adicionales. El juez impuso una sentencia de prisión de 12 años.

Este caso arrastró a no pocas poderosas instituciones financieras. Así, Goldman Sachs Group Inc. acordó pagar al gobierno de Malasia 2.500 millones de dólares por su presunto fraude relacionado con 1MDB y ofreció la garantía de recuperación de otros 1.400 millones de dólares saqueados de 1MDB, entre otros caídos en este gigantesco fraude.

Pero, ¿dónde entra Amicorp en esta trama?

Amicorp, la omnipresente

Queda claro cómo la alianza arábica – venezolana representada en la sociedad PetroSaudi Oil Services (Venezuela),  Ltd, introdujo recursos malversados a los malayos en Venezuela. También queda claro cómo el prófugo  Jho Low estructuró un esquema por medio del uso la empresa fiduciaria Amicorp, entre otras,  para lavar millonarias sumas de dinero provenientes del consorcio de desarrollo estratégico 1MDB.

Pero Amicorp no sólo aparece en el expediente acusatorio de Estados Unidos contra la producción del largometraje El Lobo de Wall Street. De hecho, a través de una subsidiaria llamada Melenco (antes conocida como HansaMercator), la empresa de servicios fiduciarios amarraró un contrato por 638 millones de dólares para la construcción de edificios prefabricados para 20.000 viviendas, que favorecería a los estados Anzoátegui y Zulia.

Fue así como el 12 de marzo de 2012 en transmisión televisiva desde La Habana, Cuba, Rafael Ramírez, obtuvo la venia del fallecido ex presidente Hugo Chávez para la ejecución del proyecto.

Transmisión hecha desde la Habana, Cuba. Hugo Chávez aprueba a Melenco, subsidiaria de Amicorp, como la encargada de construir edificios de viviendas prefabricadas en Venezuela. Video: Cortesía.

¿Cómo se pasa de Melenco a Amicorp?

De nuevo Rafael Ramírez,  – seguramente con desconocimiento de toda causa turbia, como afirma desde algún paradero desconocido –  parece ser el denominador común en la interminable lista de casos de corrupción y malversación de dinero que prosperaron en Venezuela durante su gestión al frente de la estatal petrolera venezolana, con mayor énfasis entre 2009 y 2014.

Otros hechos confirman la filiación entre Melenco y Amicorp. Reportes de diarios locales de las islas caribeñas recogieron los planes de negocios que en 2013 emprendería China en Curazao. El rotativo local The Daily Herald informó además que dichas negociaciones fueron organizadas por “Melenco, una subsidiaria de Amicorp”.

El diario The Daily Herald en su edición del 10 de mayo de 2013 informó sobre una carta de intención para llevar a cabo negocios entre China y Curazao, organizados por Melenco, subsidiaria de Amicorp. Imagen: Cortesía The Daily Herald.

Un poco antes, en 2012, la Cámara de Comercio e Industria de Curazao reportó un evento que se llevó a cabo en Sao Paulo en Brasil, en el que participaron en rondas de negocios expositores de la isla entre ellos “Melenco (Amicorp)”.

Presentación de la Cámara de Comercio e Industria de Curazao, en un evento de negocios en Brasil. Les representó Melenco, como subsidiaria de Amicorp. Imagen: cortesía

Más evidente aún, una de las subsidiarias de la firma Melenco UK Limited, que fue disuelta en pasado año, presenta como persona con significante control sobre la empresa a Antonius Rudolphus Wilhelmus Knipping. Se trata de Antonio “Toine” Knipping, CEO de Amicorp Group.

Antonius Wilhelmus Knipping, fue la persona con control importante sobre Melenco UK Limited y a la vez es el CEO de Amicorp. Imagen: Registro comercial de UK.

Antonius Wilhelmus Knipping, financiero holandés y residente de Singapur, algo conoce sobre pabellón y las hallacas. El CEO de Amicorp recuerda en su presentación que alguna vez fue el Branch Manager del Banco de Venezuela, desde donde pudo haber cultivado amistades y relaciones con la nación suramericana.

Amicorp y su relacion con Venezuela
“Toine Knipping” fue el manager de Sucursal del Banco de Venezuela. Actualmente es el CEO del Grupo Amicorp. Imagen: Amicorp

Los periodistas Tom Wright y  Bradley Hope  aportan más detalles sobre “Toine Knipping” en su libro “El Fraude del Siglo, cómo un joven empresario logró estafar más de cinco mil millones de dólares justo debajo de las narices de la industria financiera mundial”.

Así se refieren a Knipping:

“Amicorp había sido confundada por un financiero holandés llamado Toine Knipping, quien antes de establecerse finalmente en Singapur, trabajó varios años en Curazao, una soleadísima isla del Caribe que en el pasado había sido colonia de países bajos.

Knipping  tenía un curriculum vitae ecléctico: trabajó para un banco venezolano, tuvo cierta participación en una empresa sudafricana de bebidas de aloe vera y fue autor de un libro sobre inversión ética.

Una de sus áreas principales de experiencia era Curazao, que en las eras de los setenta y ochenta surgió como un importante centro offshore. La isla también se hizo con cierta reputación por ser un punto de transbordo de drogas de Sudamérica que se dirigían a Estados Unidos, y un refugio donde se podía acumular  dinero mal habido, lo cual con regularidad provocaba que Curazao apareciera en la lista de los países más importantes  de lavado de dinero del Departamento de Estado de Estados Unidos.

La empresa de Knipping ayudaba a fondos de cobertura y a otras firmas financieras a dirigir sus negocios cotidianos como, por ejemplo, calcular el valor de las inversiones o eliminar los obstáculos para el intercambio. Sin embargo, al igual que muchas empresas fiduciarias de menor escala, Amicorp hacía un poco de todo, y eso incluía administrar pequeños fondos de inversión en Curazao, los cuales con frecuencia eran usados por los asiáticos adinerados para mover dinero de manera discreta”.

The Digger solicitó comentarios a Amicorp, pero hasta el momento de publicar este reportaje no se recibió respuesta.

Así se muestra este primer nudo de relaciones, que aluden a la presencia de Amicorp en Venezuela. No es el único. The Digger levantó una base de datos con más de 1200 registros obtenidos de la plataforma del Consorcio Internacional de Periodistas.

Los archivos de Paradise Papers concentran centenares  de negocios constituidos y administrados por la firma de servicios fiduciarios a ciudadanos venezolanos a través de su franquicia de Barbados, el branch que recoge el grueso de los negocios con Venezuela y otros datos reveladores sobre algunos de sus clientes alrededor del orbe. Lo propio ocurre con los registros de Amicorp de España, historias que serán reveladas en las siguientes entregas de este trabajo especial.

Pulse sobre cada burbuja para conocer más información