Dirigente falleció de infarto en Venezuela mientras le realizaba reclamos a la alcaldesa de Barcelona en un evento comunitario

Los derrames de crudo en zonas donde hay actividad petrolera son constantes. En estados como Monagas y Anzoátegui los continuos reportes sobre la presencia de petróleo en aguas dulces y sabanas ha convertido esta situación en un gran problema tanto para el ambiente como para la estatal Pdvsa.

Aunque no hay cifras oficiales sobre cuántos derrames de petróleo se registran en Venezuela, los operadores de la empresa calculan que entre dos y tres derrames por semana, reseñó Crónica Uno.

José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros (Futpv), sostiene que las fugas de crudo no han podido ser controladas debido a la falta de mantenimiento e inversión en la estatal petrolera, pese a que como trabajadores han entregado informes a la junta directiva advirtiendo la situación.

Hay que dejar claro que no tenemos cifras oficiales sobre la cantidad de derrames ocurridos ni en Monagas ni en Anzoátegui, ni en la Faja Petrolífera del Orinoco. Lo que sí sabemos, por los trabajadores, es que hay entre dos y tres derrames de petróleo a la semana. Cuando no es en Morichal, es en Temblador, en El Tejero o en Punta de Mata”, detalló Bodas al equipo de Crónica.Uno.

Bodas precisa que han entregado informes en los cuales explican el estado actual de Pdvsa, en los que evidencian que tanto taladros como refinerías han sido desmanteladas, por lo que se requiere una gran inversión del Estado para recuperar la empresa y evitar accidentes que pongan en riesgo tanto a la ciudadanía como al ecosistema.

“En 2010 decíamos que la empresa petrolera se caía a pedazos. En un informe especificamos como se encuentran los taladros, las refinerías, los muelles y las áreas operativas de la industria, pero no se ha escuchado a los trabajadores. Han desmantelado taladros para venderlos como chatarra. Esto es consecuencia de la falta de inversión y mantenimiento”, subraya

El pasado 5 de septiembre fue reportado un nueva fuga de hidrocarburo en la vía al sur de Monagas, cerca del matadero municipal de Maturín. Para ese momento la información que se pudo conocer fue que la causa de este incidente obedeció a la rotura de una válvula de un oleoducto.

De acuerdo con el testimonio de ciudadanos que transitan por la zona frecuentemente, el derrame tenía más de una semana para la fecha en la que fue reportado en los medios de comunicación.

Los daños que han causado los derrames al medio ambiente son irreparables, así lo indica María Gabriela Hernández, exdiputada a la Asamblea Nacional y expresidenta de la Comisión de Ambiente del Parlamento.

Hernández explicó que una vez que se genera un derrame de petróleo sobre aguas dulces o sabanas, por más que se haga el saneamiento, las trazas de crudo quedan por años en el agua, en las raíces de los árboles y en las profundidades de los ríos, lo que ocasiona un grave daño al ecosistema.

Maturín está rodeada por un morichal, el cual ha sufrido considerables afectaciones por los constantes derrames de la industria petrolera. Hernández asegura que el río Guarapiche y la sabana han sido los más perjudicados.

De afectación de morichal sabemos del que está por la parroquia La Pica. Hace tres años hubo un derrame ahí por la rotura de una tubería que va hacia Quiriquire y a pesar de que esta tubería no estaba funcionado, no la limpiaron, tenía restos de petróleo, que al romperse cayeron en morichales y sabanas”, detalló Hernández.

La exdiputada recordó el derrame de petróleo ocurrido en 2011 sobre el río Guarapiche en Monagas y lo cataloga como el de mayor gravedad sobre aguas dulces en Venezuela y el mundo. Dejó en claro que aún se pagan las consecuencias de este incidente.

Hernández comenta que en Campo Morichal Largo se han registrado derrames de petróleo sobre sabanas, pues ahí se almacena el crudo extrapesado en grandes tanques que se han rebasado en varias oportunidades y ha caído en estas extensas tierras.

“En Campo Morichal se almacenan grandes cantidades de crudo extrapesado, el mismo que se transporta hacia Anzoátegui, pero para transportarlos por tuberías se deben contar con químicos y con petróleo liviano (que se extrae de El Furrial). Sabemos que no hay químicos porque esta planta se quemó, al no poder transportar el petróleo, el mismo se rebasa de los tanques y cae en la sabana. ¿La cantidad? No la podemos saber”, acotó.

Precisa que la naturaleza esta interconectada, por tanto, la contaminación de un espacio genera graves consecuencias en todo el ambiente. Resalta que lo relacionado con el petróleo es altamente contaminante, pues puede matar cualquier célula.

“El petróleo que cae en la sabana se evapora y afecta la atmósfera, también se escurre hasta la profundidad de la tierra afectando los acuíferos. Las próximas generaciones verán todas estas consecuencias, incluso relacionadas con la salud”, puntualizó.

Vía Crónica Uno

Tomado de Dirigente falleció de infarto en Venezuela mientras le realizaba reclamos a la alcaldesa de Barcelona en un evento comunitario