El multimillonario financista Robert Allen Stanford manipuló sus relaciones con la familia real británica, estrellas del deporte, políticos y celebridades para convencer a los inversionistas de que era un hombre de negocios confiable.
El tejano está en el centro de un gigantesco fraude por presuntamente vender certificados de depósito por 8.000 millones de dólares con una improbable alta tasa de interés a través de Stanford International Bank, situado en Antigua.
En su material publicitario, Stanford Financial Group utilizó los nombres de famosos como el futbolista Michael Owen, el príncipe Eduardo, los duques de York y el cantante de U2, Bono, para darle a Stanford unas impecables credenciales.
En su sitio web, Stanford Financial Group promocionó su patrocinio del Stanford Charity Polo Day, presentado por el príncipe Carlos a beneficio de la Fundación de las Fuerzas Británicas en la Academia Real Militar de Sandhurst.
Un artículo de la revista del grupo financiero, Eagle, desplegó una fotografía del príncipe Harry, quien jugó en otro evento de Polo de Stanford, según The Observer. Sarah Ferguson, duquesa de York, ha sido fotografiada en torneos de Stanford con sus ejecutivos.
El delantero Michael Owen firmó un contrato como «embajador global de Stanford para expandir la presencia mundial». Otras caras famosas usadas por Stanford incluyen al ex presidente de Estados Unidos George W. Bush, así como los príncipes Carlos y Eduardo.
R. Allen Standford, de 58 años, ha tratado por mucho tiempo de dar la impresión de riqueza y fama, diciendo que es un «mundialmente renombrado ex jugador de criquet» y que estuvo relacionado con el fundador de la Universidad de Stanford.
Falsas apariencias No hay evidencia de que el tejano jugara criquet en un nivel significativo, y se probó que sus relaciones personales con la Universidad de Stanford eran falsas, según The Observer. También se supo que el helicóptero con un impresionante logo en letras de oro a un lado -que Stanford usó para aterrizar en el campo de criquet- no era de su propiedad, como él sugería.
Además, la fortuna de 20 millones de dólares en dinero que él prometió a los jugadores de criquet en el controversial torneo 20/20 Stanford, mostrado ostentosamente en un cofre de tesoro cerrado, pudo haber contenido sólo 100.000 dólares.
«La tradición de Stanford data de 1932, cuando Lodis B. Stanford inició Stanford Insurance Company en Mexia, una pequeña ciudad de Texas», indica la página web del banco.
En realidad, Stanford Financial comenzó en 1987 como el Guardian International Bank en el territorio británico de Montserrat.