Revelan nuevos detalles sobre los hechos de corrupción en la empresa Monómeros por parte de Juan Guaidó


Vigilantes privados impidieron, hace unos días, el ingreso de una firma auditora que buscaba entrar a la planta principal de Monómeros Colombo Venezolanos (MCV), la gigante de fertilizantes que se convirtió en parte del pulso entre el gobierno de Iván Duque y el régimen venezolano, reseñó EL TIEMPO.

Durante más de una hora y a 27 grados de temperatura, los auditores se plantaron en la Vía 40, de Barranquilla, sin que pudieran obtener el permiso para ingresar a la empresa, que también está en la mitad de una guerra sucia entre el régimen y la oposición.

Según el régimen, el gobierno Trump y el de Duque se aliaron para empoderar a Juan Guaidó y tomarse los activos de Venezuela en el exterior –incluidos Monómeros, Citgo y el oro en Inglaterra– para rematarlos y repartírselos. Así lo ha dicho Maduro y lo acaba de repetir su contralor, Elvis Amoroso.

Diputados de oposición también creen que hay interesados en quedarse con MCV, según lo señalaron en un informe rendido el pasado 25 de octubre ante la Asamblea Nacional. Hablan de un plan desde Colombia para desacreditar al gerente de Monómeros, Guillermo Rodríguez Laprea; desestabilizar a la empresa y llevarla a la quiebra para que cambie de manos.

Pero EL TIEMPO investigó y estableció que ambas orillas políticas (régimen y oposición) no se han referido a información que deja en evidencia opacas maniobras para que MCV sellara acuerdos con un poderoso clan de venezolanos, que ligan al actual gerente, y que buscarían quedarse con una jugosa tajada de sus negocios.

Tampoco hablan de un contrato que dejó millonarias pérdidas y de un documento reservado que revela el grave deterioro de los equipos y planta, que pondría en riesgo a trabajadores e incluso la operación, afectando la seguridad alimentaria de Colombia.

En el publicitado informe a la Asamblea Nacional se asegura que, dentro del plan de desestabilización, el gerente, Rodríguez Laprea, ha sido blanco de “denuncias anónimas que no ofrecen ningún tipo de evidencia”.

Aunque no las describen, estas lo acusan de cocinar –para beneficio propio– jugosos negocios antes de ser gerente y ya en el cargo. EL TIEMPO rastreó el tema y encontró un correo enviado el 8 de abril de 2020, a la medianoche.

En este, un empresario venezolano llamado Carlos Rodríguez Siso le pide cita a Carmen Elisa Hernández, miembro de la junta de Monómeros.

“Hola, Carmen Elisa, cómo estás (…). Te adjunto la carta dirigida a tu persona solicitando espacio en la agenda de la junta de MCV, para presentar el proyecto del que conversamos (…). Por seguridad, la persona que hará la presentación es Guillermo Rodríguez Laprea, que entiendo se conocen, y es nuestro director comercial en Colombia (…)”, dice el mensaje.

Y la carta adjunta lleva la firma de Rodríguez Laprea y el logo de Kapocar S. A., una firma que buscaba una alianza para expandir la capacidad productiva y comercial de Monómeros e importar un fertilizante a precios ventajosos.

La oferta fue rechazada por la junta integrada por Fernando Paredes y Jean Paul Dugarte, ligados al partido de izquierda Acción Democrática (AD); Luis Hurtado, de Primero Justicia (PJ); Ramón Crespo, de Un Nuevo Tiempo (UNT), y Carmen Elisa Hernández, de Voluntad Popular (VP). Un par de miembros advirtieron que Kapocar estaba recién creada en Panamá (2017) y no tenía experiencia.

Dos meses después, se cambió la oferta y se presentó de nombre de Insumos del Pacífico 195 S. A. S., firma de Guillermo Rodríguez Laprea, afincada en Bogotá hace siete años. Y, el 5 de junio de 2020, se firmó un “memorando de entendimiento y acuerdo de confidencialidad” que buscaba estructurar un mecanismo comercial con visos similares al de Kapocar.

Pero Rodríguez Laprea dio por terminado ese acuerdo porque consiguió algo mejor: el 26 de enero de 2021, fue designado gerente de MCV. Aunque a miembros de junta les llamó la atención el salto, tenía la bendición de la Asamblea.

EL TIEMPO también comprobó que, ya en la silla de gerente, perfeccionó un tercer contrato, a 15 años, con LionStreet Ventures Corp. S. A., una firma creada en 2018 y representada por Ricardo Rodríguez Siso, hermano de Carlos Rodríguez, el del correo de Kapocar. De hecho, funcionan en el mismo edificio en Panamá con los mismos administradores.

¿Quiénes son los Rodríguez Siso? En Caracas los describen como un clan con influencia económica, social y política, que han asesorado candidaturas presidenciales, como la de Manuel Rosales (Un Nuevo Tiempo) que enfrentó a Hugo Chávez en 2006. También aparecen ligados a cooperativas mineras, albergues para niños y una firma de publicidad.

El acuerdo con LionStreet, firmado el 30 de abril de 2021, estipuló que Monómeros haría la gestión comercial de los fertilizantes, y su nuevo aliado, lo de la logística y soluciones de financiamiento.

Pero, en mayo de 2021, Rodríguez Laprea les notificó a proveedores que LionStreet era el nuevo agente de compras de la MCV. El sindicato denunció que el 60 por ciento de las ganancias eran para LionStreet. Además, proveedores, como Fertagro, rechazaron la decisión.

La junta de MCV se reunió de manera extraordinaria, el 3 de junio, y dos de sus miembros –Carmen Elisa Hernández y Luis Hurtado– advirtieron que lo acordado con LionStreet no se reflejaba en el documento y que había una desviación del objetivo original.

Aunque se acordó congelarlo y ajustarlo, sorpresivamente, el propio Ricardo Rodríguez puso a consideración su suspensión, argumentando que “había intereses ocultos de terceros para perjudicar el nombre de su empresa”.

“Es claro que el gerente intentó hacer negocios con Monómeros para su beneficio y el de los Rodríguez Siso”, dijo un denunciante. Y agregó que mientras esos se mantienen oculto, el informe a la Asamblea, que no tiene respaldo, se está usando con fines políticos.

 

Fuente: Prensa América 


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