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La tarde del 4 de febrero de 2017, comisiones de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y del Comando de Zona Especial número 81 en Venezuela y particularmente en el estado de Anzoátegui, llamaron a declarar a dos funcionarios de primera línea de la Faja Petrolífera del Orinoco – la más grande reserva petrolera del país suramericano – por un caso relacionado con presuntos actos de corrupción.

Los interpelados fueron Lorenzo Aguilera, director adjunto de producción de la Faja Petrolífera del Orinoco y Edner Meléndez, gerente de Planta Gas, aunque los cuerpos de seguridad venezolanos en realidad buscaban a Erwin Hernández, gerente de la División Ayacucho, y no a Meléndez.

La búsqueda apuntaba también al entonces director ejecutivo de la Faja Petrolífera del Orinoco, Pedro José León Rodríguez, personaje de amplia trayectoria en la industria petrolera venezolana y sobre quien recaía un extenso expediente de acusaciones y responsabilidades por irregularidades detectadas en la industria más importante de Venezuela.

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Algunos de los señalamientos apuntaban a su gestión como director ejecutivo de la Faja Petrolífera del Orinoco. Pedro León Rodríguez, geólogo de profesión y de entonces 57 años de edad, había paseado por diversos cargos de alto perfil en Pdvsa, principalmente en el cinturón de reservas petrolíferas más importante del mundo.

Ya durante el convulso año 2003, con Alí Rodríguez Araque como presidente de la estatal venezolana, León se desempeñaba como gerente de Nuevos Negocios de la Faja del Orinoco. En 2010 fue director ejecutivo de Producción del Mejorador “G/D José Antonio Anzoátegui” (conocida como Petrozuata hasta que fue nacionalizada en 2007) y directivo de la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) brazo ejecutor de Pdvsa y órgano encargado de administrar los negocios con terceras empresas, para posteriormente asumir la dirección ejecutiva de la Faja Petrolífera del Orinoco.

 

Un informe emitido en julio de 2015, que fue dirigido por el entonces vicepresidente ejecutivo, Jorge Arreaza, al ministro de Petróleo y Minería Asdrúbal Chávez, reveló el dramático cuadro en el que se encontraba la Faja Petrolífera del Orinoco conocida ahora como “Hugo Chávez Frías”. El documento fue elaborado por una comisión de “Inspectores Socialistas” adscrita a la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela.

Todos los cuadros gerenciales responsables de las operaciones en la Faja y según el organigrama presentado en el informe apuntaban a dos nombres: Pedro León como director ejecutivo de producción de la Faja y Rubén Rivera como director ejecutivo de Nuevos Desarrollos de la Faja.

Faja Petrolífera del Orinoco

El expediente señalaba directamente a Pedro León como responsable de decisiones que resultaron en graves irregularidades.

El informe se paseaba por casos tan sonados como los 1400 contenedores de comida propiedad de Bariven “que se encontraron abiertos y llenos de leche en polvo vencida en recipientes con el sello de Pdval provenientes de China”, hasta el hallazgo de sellos con el membrete de Pdvsa en posesión del capitán del buque Río Caroní “que avala y certifica los volúmenes de despacho que fueron embarcados en el buque, dejando por sentado en acta la ausencia del inspector asignado por Pdvsa”. Casos como el de los contenedores con comida abandonados en las instalaciones de la Faja salieron a la luz principalmente entre los años 2008 y 2010, período cuya gestión estuvo a manos de José Manuel González, por lo que la Fiscalía venezolana abrió una investigación.

Presuntamente González mantuvo fuertes vínculos con Pedro León y además realizó negocios con los confesos de corrupción y sobornos en los Estados Unidos, responsables del desfalco a Pdvsa por más de $1000 millones, Roberto Rincón y Abraham Shiera.

Los inspectores denunciaron “el retraso del 100% de los procesos de contratación de ingeniería, procura y construcción de los proyectos contemplados en el Plan de la Patria, gran cantidad de procesos declarados desiertos y recurrente práctica de contrataciones directas de obras a través de órdenes de servicios” violatorio de la Ley de Contrataciones Públicas. Además se citaron irregularidades en los períodos de ejecución de los contratos y en los ajustes de precios de materiales y equipos.

Otros grandes negocios involucraron a la empresa Cuferca. Conocida por estas siglas a la empresa “Servicios Logísticos Petroleros Orinoco S.A”, sociedad mixta entre Pdvsa y la Constructora Urbano Fermín, C.A, se convirtió entre 2011 y 2013 en la gran favorecida para el otorgamiento de jugosos contratos y órdenes de servicios “evadiendo los procedimientos de la Ley de Contrataciones Públicas y normativas de Pdvsa”. Trabajadores consultados por la comisión denunciaron además que Cuferca tenía fuertes vínculos con el entonces alcalde de la ciudad Guanta, Jhonnathan Teodoro Marín Sanguino.

Los inspectores denunciaron que el presidente de esta firma se negó a entregarles los documentos exigidos “sin una autorización del director ejecutivo Pedro León”. Más adelante se narra cómo León habría contratado otra empresa llamada Energy Coal pero argumentó que por esta no tener experiencia en el área petrolera decidió contratar nuevamente a la empresa Cuferca “para realizar los trabajos de restauración y acarreo del coque y azufre que alcanzó una acumulación de más de 10 millones de toneladas métricas”.

Pedro León Rodríguez

En el Registro Nacional de Contratistas (RNC), trámite que debe suscribir cualquier empresa que desee contratar con el Estado venezolano, aparece la empresa Energy Coal de Venezuela, C.A cuya propietaria es la empresa extranjera Energy Coal STP. La empresa tiene su sede en Italia y se refiere al genovés Augusto Ascheri como su propietario.

Energy Coal fue contratada entre otros por la dirección ejecutiva de la Faja para construir 37 edificios de 40 viviendas cada uno a cambio de la entrega de coque, además del pago de 126 millones de dólares, presupuesto que no incluyó el suministro de material, equipo y mano de obra. Energy Coal, sin experiencia para ejecutar el proyecto subcontrató a su vez a Sarleaf Limited Company y esta a su vez a la venezolana Inversiones Alfamaq, C.A. Aun cuando se canceló el 50% del contrato, ninguna de las tres empresas ejecutó la obra.

El 4 de febrero de 2017, mientras el oficialismo venezolano conmemoraba los 25 años del intento de golpe de Estado comandado por Hugo Chávez contra el expresidente Carlos Andrés Pérez, Pedro León huía de las autoridades de Venezuela, evento que selló el final de su trayectoria en la industria petrolera y en especial en el desarrollo de la Faja Petrolífera del Orinoco, proyecto en el cual estuvo involucrado durante casi una década, y que le permitió extender una red de vínculos que iban más allá de las fronteras venezolanas y que incluía a empresarios que fueron favorecidos por contratos otorgados durante su gestión.

Las denuncias contra el director ejecutivo de la faja señalaban concertación de contratos, tráfico de influencias y conspiración, entre otros cargos. En su búsqueda, las autoridades venezolanas, entre estas el Sebin y el Cicpc, practicaron diferentes allanamientos desde el lunes 6 de febrero y durante una semana, todos sin éxito.

León, ingeniero margariteño nacido en el año 1959, ya era en 2006 un alto ejecutivo de la Corporación Venezolana de Petróleo, filial de Pdvsa, además de director de Nuevos Negocios de la estatal petrolera, bajo la supervisión directa del otrora presidente de la empresa y exministro de Petróleo, Eulogio Del Pino.

En 2008, tanto Del Pino como León constituyeron la empresa Venirogc, en Islas Vírgenes Británicas —un paraíso fiscal—, junto a empresarios iraníes. Esta entidad está registrada como una firma de servicios petroleros a la que no se le conocen contratos con Pdvsa, pero que tiene sede en Madrid, según la revelación obtenida de la filtración de los Papeles de Panamá.

León se mantuvo al frente de las empresas mixtas de la Faja del Orinoco, pese a todas las denuncias en su contra, como el informe del equipo de la Vicepresidencia de la República de 2015, que encontró 28 irregularidades en la contratación de empresas y gestión de la actividad petrolera, gracias al apoyo de Del Pino, quien además lo conservó como uno de los directivos de la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP).

Algunas Fuentes aseguraron que Del Pino pidió a Nicolás Maduro la destitución de León porque así se lo solicitaron representantes de empresas rusas y chinas involucradas en la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO). También lo señalaban como una ficha de Rafael Ramírez, expresidente de Pdvsa, y protegido de altos dirigentes políticos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

No fue, sino que hasta mediados de enero de 2017 cuando el reino de León comenzó a derrumbarse, preludio de que las denuncias en su contra serían tomadas en cuenta para iniciar acciones penales que terminaron en una orden de captura solicitada por el Sebin, en medio de un cambio de poder en la principal industria de Venezuela.

Dirigentes del Psuv acusaron a León —como lo hizo Giovanni Urbaneja, exdiputado al Consejo Legislativo del Estado Anzoátegui— de concertar contratos para beneficiar a empresas supuestamente ligadas a él y de tejer una red de contactos y cómplices y entidades que esquilmaban recursos de la estatal sin ejecutar obras.

Urbaneja denunció el 9 de febrero de 2017 que 35 empresas habían sido favorecidas por León para recibir contratos a dedo. Como director ejecutivo de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), León era quien tenía la firma final para aprobar los contratos y los pagos.

De acuerdo con la versión de Urbaneja, el grupo Banco Occidental de Descuento (BOD), incluyendo ejecutivos del banco, estuvieron entre los favorecidos por los contratos otorgados por León en la FPO. “Pedro León era quien asignaba los contratos a dedo de varias empresas asociadas al BOD y al señor Víctor Vargas que operaban en la Faja Petrolífera del Orinoco”, acusó el dirigente del oficialismo venezolano.

La empresa petrolera del Grupo BOD a la que hacía referencia Urbaneja era Esvenca, una proveedora de servicios en los pozos petroleros en tierra. La compañía tenía contratos con Pdvsa por más de $120 millones, en especial en el oriente de Venezuela.

Una revisión de documentos oficiales de Pdvsa revela que Esvenca recibió siete contratos firmados por León entre 2014 y 2015, cinco de ellos en agosto de 2015. El monto registrado en un sitio oficial de la estatal petrolera indicaba que se asignaron más de Bs 2.000 millones, equivalentes a casi $3 millones si se toma en cuenta la tasa de cambio oficial, era una cifra irrisoria para la magnitud de lo contratado por la firma de Víctor Vargas con Pdvsa.

Otra de las compañías señaladas por Urbaneja fue Hot Oil Services, ubicada en el estado Anzoátegui, la cual se encargaba de actividades para la disminución del impacto ambiental de las actividades petroleras. Entre 2013 y 2015 se le adjudicaron tres contratos por Bs. 160 millones, según constaba en los registros de la estatal petrolera.

Otra empresa cercana a Pedro León es Cuferca, una compañía de los hermanos Carlos Eduardo, Carlos Enrique y Carlos Esteban Urbano Fermín, que entre 2010 y 2016 resultó beneficiada con 14 contratos de Pdvsa, cinco de ellos con Petrocedeño, una de las empresas mixtas. Además ejecutó trabajos para las alcaldías de Sotillo y Guanta. Ésta última estuvo en manos del oficialista Jhonnathan Marín, quien se declarara culpable de participar en un esquema de sobornos y fuese sentenciado en 2022 a 27 meses de prisión en los Estados Unidos.

Fue precisamente la empresa Cuferca la que pagó en el año 2016 lo necesario para que el cantante colombiano Maluma se presentara durante las festividades del Carnaval de Guanta. El concierto de Maluma culminó con decenas de heridos porque la cantidad de asistentes admitidos superaba la capacidad o aforo del lugar seleccionado para el espectáculo.

Cuferca era también propietaria en Venezuela del Diario El Norte. Carlos Eduardo Urbano Fermín había comprado las acciones en 2014, según el portal Poderopedia.

El exdirector de la Faja Petrolífera del Orinoco, Pedro León, utilizó su cargo irregularmente para la asignación de un contrato de Petrocedeño a la empresa PLD INVERSIONES, por más de 15 millones de dólares, destinado a la adquisición de llaves mecánicas, así como otros varios contratos millonarios por asignación directa dentro de PDVSA Petrocedeño.

Pedro León (exjefe de la Faja del Orinoco) entregó a presuntos testaferros un contrato por más de 15 millones de dólares a dedo. El contrato fue otorgado a PLD INVERSIONES C.A., RIF. J29536541, una empresa que solo contaba con cuatro trabajadores. León también le consiguió varias asignaciones de dólares preferenciales CADIVI a PLD INVERSIONES C.A., compañía que pertenecía a los hermanos Leonardo Santilli García y Daniel Santilli García, quienes supuestamente fungían como testaferros de Pedro León y Jhonnathan Marín.

La huida

Güiria es la capital del municipio Valdez, al oeste del estado Sucre y recodo final de la Zona de Paria, en Venezuela. En febrero de 2017 era también el último paradero conocido de Pedro León, director ejecutivo de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO) y sobre quien pesaba una orden de captura desde el 4 de febrero de ese mismo año, tras otorgar más de 35 contrataciones sin licitaciones en la Faja Petrolífera.

Organismos de seguridad venezolanos habían practicado 21 allanamientos en el estado Anzoátegui en busca de León, pero ninguno dio resultado. La ruta de escape se inició entre los últimos días de enero y los primeros de febrero de 2017, cuando León llegó a Güiria viajando en helicóptero desde Guanta, estado Anzoátegui. Así lo aseguró entonces Giovanni Urbaneja, dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y exdiputado regional. Urbaneja, quien realizó investigaciones y elaboró expedientes sobre presunta corrupción en Petróleos de Venezuela S.A (Pdvsa) aseguró que el denominado «Zar de la Faja Petrolífera» viajó entre el 27 de enero y el 1º de febrero de 2017.

El director ejecutivo de la FPO llegó a la capital de Valdez donde, a través de una persona de confianza y ligado al sindicato de PDVSA en el poblado, contactó los servicios de Richard Lathulerie Flores, también conocido como “La Fresa”, un joven de 25 años señalado de cometer presuntos delitos que van desde sicariato hasta robos. Fue Lathulerie Flores quien trasladó a León desde Güiria a Trinidad y Tobago por vía marítima a bordo de un peñero, actividad que realizaba de forma recurrente.

El viaje estaba pautado para el 2 de febrero, aseguró a medios de comunicación venezolanos un dirigente político de la zona, quien solicitó omitir su nombre. “Se hospedó en una posada en el sector conocido como Las Salinas”, precisó.

El 2 de febrero León se trasladó desde Las Salinas hasta La Playita. En el sitio está asentado el principal puerto pesquero del poblado, frente a la sede de aduanas del Servicio Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat). Una habitante de la zona indicó que León iba acompañado de un segundo hombre, quien también abordó el peñero que conducía “La Fresa”.

“Tenía unos pantalones de blue jean muy viejos y una franela, llevaba una maleta; no parecía nadie importante. Nosotros en el pueblo nos enteramos días después de quien se trataba; supimos que era el de Pdvsa cuando llegó el Sebin a hacer detenciones y revisar el pueblo de arriba a abajo”, dijo la mujer, de unos treinta años de edad, con la piel tostada y el cabello hirsuto, recogido con un moño.

Un delincuente, ligado a “La Fresa”, relató que, luego de montarse en el peñero y partir desde el puerto pesquero con rumbo a la isla antillana, el motor de la embarcación se averió, justo cuando transitaban por las aguas del poblado de Yaguara, en Macuro.

En el lugar contactaron a Margarito Carreño, un pescador de 36 años, a quien le alquilaron el motor de su embarcación a cambio de obtener como pago un saco de arroz. Una vez solventado el inconveniente, el funcionario de la estatal de hidrocarburos continuó el viaje hasta Trinidad, un trayecto de dos horas que le tomó dos días en concretar debido a los contratiempos.

“Había arreglos para que el tipo se fuera desde Trinidad a un país Europeo. Richard (Lathulerie) no sabía que se trataba de un chivo de Pdvsa, ni que la maleta que llevaba estaba llena de dólares. Cuando regresó y se enteró, nos dijo que de haberlo sabido lo hubiese lanzado al mar para quedarse con el dinero. Él recibió $40.000, pero el costo total fue de cien mil dólares repartidos entre los que participaron directamente. Nosotros no hubiésemos cobrado tan poquito, fue un pelón”, dijo la fuente ligada al mundo delictivo de Valdez.

Días después de la partida de León, funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) llegaron a Güiria para realizar investigaciones y practicar detenciones. La razia dio como resultado la aprehensión de Richard Lathulerie, de Margarito Carreño y un sindicalista, señalado de realizar las contrataciones del peñero, las gestiones para la salida de Venezuela del hombre fuerte de la Faja Petrolífera del Orinoco y el pago por todos estos servicios.

El dirigente sindical fue llevado directamente a la sede del Sebin en la ciudad de Barcelona.

La tarde del viernes 10 de febrero de 2017, Richard Lathulerie y Margarito Carreño fueron trasladados, por funcionarios del Sebin, desde Valdez hasta la Fiscalía del Ministerio Público en Carúpano, municipio Bermúdez, bajo cargos de colaboración en la fuga de León. En el expediente RP-11P2017-001291 constó que, luego de ser asistidos legalmente y escuchar sus alegatos, les fue otorgada libertad sin restricciones el día lunes 13 de febrero, fecha en la cual fueron puestos en libertad por decisión del Ministerio Público.

Las pesquisas de la policía política en Güiria no fueron solo contra quienes participaron directamente en el viaje de León hasta Trinidad. Ese mismo viernes, 10 de febrero de 2017 en la mañana, los funcionarios sacaron de su vivienda, en el sector La Colombina, al alcalde de Valdez, Régulo Sucre, y lo trasladaron al Comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en la Plaza Bolívar, lugar en el que estuvo retenido unas cinco horas.

En la sede del Ministerio Público en Carúpano, tras la audiencia de Richard Lathulerie y el pescador Margarito Carreño, la jueza del caso determinó otorgarles libertad sin restricciones. Un vocero del equipo jurídico que asistió a Carreño en su defensa señaló que no existieron elementos para determinar que hubo fuga.

«Para el momento en el que Pedro León salió del país no había orden de captura, por lo que no había delito de evasión, a pesar de que la policía política irrumpió en la audiencia y nos increparon para que diéramos detalles de lo conversado con nuestro defendido y exigirle a la jueza que no les diera libertad. De igual forma, el pescador desconocía la identidad del funcionario de Pdvsa y no tenía relación directa con quienes organizaron el viaje. Él solo estaba en el sitio y le pidieron alquilar su motor, él es la parte más delgada de la cuerda», explicó.

El pescador fue liberado y se dirigió al sector Los Lirios de Carúpano, para pernoctar en casa de familiares. A primeras horas de la mañana del 14 de febrero de 2017, funcionarios de la policía política irrumpieron en la vivienda y detuvieron nuevamente a Margarito Carreño.

Richard Lathulerie, alias “La Fresa”, fue liberado al mismo tiempo que Carreño. Quien presuntamente condujo el peñero hacia Trinidad y Tobago, regresó a Güiria tras su detención.

Tras viajar a Trinidad y Tobago, Pedro León desapareció durante unos meses del radar de las autoridades venezolanas.

El arresto

Pedro León Rodríguez, exdirector de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), fue arrestado en Venezuela el sábado 2 de septiembre de 2017 por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de Venezuela (Sebin), en cumplimiento de una orden de detención emitida en febrero del mismo año por parte del Tribunal Cuarto de Control del Circuito Judicial Penal del estado Anzoátegui.

Pedro León Rodríguez

El exdirector ejecutivo de la Faja es señalado de hechos de corrupción, a través de empresas a las que habría dado contratos de PDVSA sin licitación, para obtener ganancias personales.

Después de la orden de arresto en su contra el 4 de febrero de 2017, León Rodríguez salió del país vía marítima y llegó a República Dominicana, pero por motivos desconocidos decidió regresar a Venezuela, específicamente a la isla de Margarita, de donde es oriundo.

Pasaron siete meses en 2017 para que se lograra la captura de León. Funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) lo detuvieron en el Aeropuerto Internacional Santiago Mariño del estado Nueva Esparta en un vuelo procedente de República Dominicana.

Sin embargo, Giovani Urbaneja, presidente de la Fundación Socialista Integral del Sur (Fundisur) y exdirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), denunció que León tenía un mes entrando y saliendo de Venezuela. “Él tenía un beneficio que se le había otorgado y venía cuando quería, ahora se lo están revocando. Se la pasaba entre Margarita y Lechería al igual que su familia”, sostuvo.

Entre muchos otros, León celebró diferentes contratos con la empresa Conkor, propiedad de Alejandro Ruíz Mazzeo y Elías Koury Guevara.

Un informe señala que a Conkor se le otorgaron más de 50 contratos con PDVSA durante la gestión de Pedro León, incluso algunos por montos que excedían el millardo de dólares.

Además, hubo seis gerentes imputados por las mismas causas. Sus nombres son: Francisco Javier Velásquez Gago, gerente del mejorador de Petropiar; Jesús Cornelio Osorio Virgüez, gerente del TAECJAA; Nery Abraham Magdaleno González, exgerente de Pdvsa Service BV Holanda; Edward José Pérez Santaella, gerente general del Mejorador de Petropiar; Humberto Francisco Sarti Rivas, gerente de Procura de Petropiar; y Carlos Humberto Pereira Aguilar, gerente de Parada de Planta del Mejorador de Petropiar.

También fueron acusados los supervisores de Petropiar: Abraham Valentino Ledezma Hernández y Carlos Armando Bello Romero. Igualmente se presentaron acusaciones contra tres superintendentes: Luis Alberto Olivier Torres, Juan Francisco Tabasta Giner y Ramón Antonio Castillo Vargas.

Otras conexiones

En la industria petrolera venezolana, eran constantes los rumores en torno a los turbios negocios de Pedro León y el contratista Pedro Luis García Ramos, quien fuera pareja de Nabetse del Valle Vásquez Gómez, misma identificada como supuesta pariente de León. “Los Pedro”, como eran conocidos, exhibían riquezas y propiedades en el Oriente venezolano, donde tenían varias residencias, vehículos y embarcaciones de lujo, como quedó constatado en los allanamientos realizados por el Sebin.

Pedro García vivía entre Miami y República Dominicana a donde se desplazaba en aviones privados de su flotilla personal. Todo indica que ya no es amigo de Pedro León. Las redes sociales han reflejado el ostentoso estilo de vida de García, similar al de otros «boliburgueses» residentes en Florida y la isla caribeña. Fuentes han señalado que García poseería residencias de lujo en República Dominicana, en especial en La Romana. Para sus conocidos era frecuente verlo conduciendo vehículos Rolls Royce Phantom, Mercedes Benz, Ferrari y Lamborghini. García era también un aficionado a los yates.

Pedro García era el propietario de un yate donde, durante el año 2016, las autoridades venezolanas decomisaron 2 kg de cocaína.

Tomado de Pedro León Rodríguez, el hombre que propició un megasaqueo económico en la principal reserva petrolífera de Venezuela – CIUDAD GÓTICA

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