Circula una narrativa que intenta hacer ver que toda información sobre el Tren de Aragua es una invención destinada a atacar al régimen de Nicolás Maduro y a los venezolanos. Lastimosamente, se trata de una cruel realidad en la que una organización criminal y terrorista, estratégicamente se extiende por todo el continente con fines más allá de lo delictual.
De hecho, se trata ya de un asunto de seguridad nacional para muchos países en los que se han enquistado este grupo criminal que, incluso, opera cual franquicia y bajo la directriz de la tiranía de Maduro, como lo sostienen especialistas en seguridad y algunos gobiernos regionales.
El más reciente de estos pronunciamientos ha sido el de la administración estadounidense, a través de su vocero principal, el presidente Donald Trump, quien aseguró que esta banda comete delitos en Estados Unidos bajo la dirección del gobierno venezolano. Del mismo modo, la vocería del Departamento de Estado sostuvo que el Tren de Aragua «está estrechamente asociado, alineado y, de hecho, ha infiltrado el régimen de Maduro».
«Maduro mantiene estrechos lazos con los narcoterroristas patrocinados por el régimen», por lo que «debe aceptar de vuelta a todos los venezolanos deportados por Estados Unidos, especialmente a sus asesinos, violadores, criminales, traficantes de personas y otros criminales presentes ilegalmente en Estados Unidos. Fin de la discusión», afirmó tajante Tammy Bruce.
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DHS de EE. UU. informa sobre últimas detenciones
Al cierre de esta semana, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS), informó que cuando aún no concluye esta semana, han apresado a 68 presuntos miembros del Tren de Aragua. La detención ocurre en el contexto de una operación que desarrollan las autoridades policiales para desmantelar esta organización criminal.
El TDA está vinculada a un sinnúmero de delitos de alta gravedad en todo el territorio estadounidense. El grupo viene siendo monitoreado por su gran capacidad para operar tanto, tanto en EE. UU. como en otras partes del continente americano.
El DHS a menos de 100 días, arrestó a 394 integrantes del Tren de Aragua, dedicada al tráfico de personas, narcotráfico, secuestros y una amplia gama de delitos atroces.
En Venezuela Política, documentación de por medio, hemos dado cuenta de la actuación de este grupo. A continuación, recordamos el caso de José Manuel Guerra Caballero, integrante del TDA apresado recientemente y procesado por la justicia del Distrito de Colorado.
Acusación contra Guerra Caballero
La Fiscalía de los Estados Unidos para el Distrito de Colorado acusó al venezolano, José Manuel Guerra Caballero, de un cargo de conspiración para distribuir más de 500 gramos de una sustancia que contiene metanfetamina, así como de un cargo por posesión de arma de fuego en apoyo a un delito de narcotráfico.
El gobierno estableció que Guerra Caballero, miembro de la organización criminal Tren de Aragua, conspiró junto a seis personas para proteger con armas una transacción de drogas que involucraba diez libras de metanfetamina. Se detalla que el acusado organizó la protección de la operación de narcotráfico a distancia y por vía telefónica informó que sus cómplices estaban armados y listos para actuar ante cualquier eventualidad.
La operación encubierta
La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos desarrolló en octubre de 2024, una investigación encubierta para poner al descubierto que Guerra Caballero y sus cómplices se dedicaban al tráfico armado de narcóticos y armas de fuego en Denver, Colorado.
Un informante confidencial (IC) —de alta confiabilidad— fue instruido a que frecuentara un complejo de apartamentos —Ivy Crossing— en la referida localidad, de modo de obtener datos sobre las personas involucradas en actividades delictivas.
El 9 de octubre de 2024, el informante se reunió con alguien identificado son las iniciales L. A. P. La cita fue el referido conjunto de apartamentos y, allí, L. A. P. dijo que era venezolano y que tenía muchos socios en Denver y Aurora, igualmente venezolanos.
Durante varias semanas, el informante y L. A. P. se comunicaron en varias oportunidades y los encuentros fueron grabados. El sujeto informó que participaba en actividades de tráfico de armas de fuego con su cómplice y dejó saber sobre la compra de armas de fuego.
El 14 de noviembre de 2024, L. A. P. le dijo al informante que tenía un amigo —identificado posteriormente como José Manuel Guerra Caballero— que estaba vendiendo armas de fuego. En presencia de L. A. P. y Guerra Caballero, el informante, por videollamada, se comunicó con un agente encubierto para mostrarle las armas de fuego que los sujetos estaban ofertando.
Tras varias diligencias, ese mismo día se trasladaron a un lugar previamente establecido por las autoridades y allí Guerra Caballero se identificó y mostró el armamento y municiones y fijó el precio en USD 1200. Esta y otras situaciones que narra la acusación, formaron parte de treta ideada por los agentes de la ley para evidenciar la actividad delictiva y atapar a sus protagonistas. Guerra Caballero fue arrestado en Indiana.
Declaración jurada en apoyo a acusación contra Guerra Caballlero
José Manuel Guerra Caballero vendió un rifle Keltec de 9mm y un revólver Ruger .357 a UC1 por USD 2 000.
El 29 de enero de 2025, Joel N. Hegarty, Agente Especial de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, presentó una declaración jurada ante Timothy P. O´Hara, juez magistrado de los Estados Unidos para el Distrito de Colorado, para obtener una orden de arresto contra José Manuel Guerra Caballero.
Expuso los detalles de una investigación encubierta relacionada con la venta ilegal de armas de fuego y narcóticos, específicamente metanfetamina, en el área de Denver, Colorado, en la que Guerra Caballero estuvo directamente involucrado. Se estableció que este último participó como conspirador en la operación, así como su conexión con la organización criminal venezolana Tren de Aragua (TdA) y su participación en discusiones sobre tráfico sexual y la provisión de servicios de protección armada.
Hegarty, entre otras acciones, narra cómo durante las compras encubiertas de armas de fuego por parte de agentes de la ATF, José Manuel Guerra Caballero vendió un rifle Keltec de 9mm y un revólver Ruger .357 a UC1 por USD 2 000. También ofreció pistolas totalmente automáticas que mostró en su teléfono.
Igualmente, Guerra Caballero ofreció a los agentes encubiertos la posibilidad de comprar mujeres mexicanas por USD 3 000, las cuales quedarían endeudas por USD 20 000 con los compradores. También mencionó la disponibilidad de mujeres locales para fiestas.
El agente Hegarty considera que existe causa probable para afirmar que, entre el 24 y el 29 de enero de 2025, en el Estado y Distrito de Colorado, el acusado, José Manuel Guerra Caballero, conspiró para poseer con intención de distribuir 500 gramos o más de una mezcla o sustancia que contenía una cantidad detectable de metanfetamina, en violación del Título 21 del Código de los Estados Unidos, artículo 846, y que instigó la posesión de un arma de fuego para promover dicho delito de narcotráfico, en violación del Título 18 del Código de los Estados Unidos, artículo 924(c)(1)(A)(i).
Por ello, se solicitó ante el tribunal la emisión de una denuncia penal y la correspondiente orden de arresto contra Guerra Caballero.
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Tomado de ¡No es ficción! Tren de Aragua: una cruel realidad que amenaza la seguridad regional