Los que ya habían perdido dinero en el caso La Vuelta de 2005, esta vez volvieron a tropezar con la misma piedra atraídos por el falso encanto de los altos intereses.
Al menos 7 brókers (intermediarios) de La Vuelta cayeron ahora en la megaestafa financiera del Stanford Bank que sacude al mundo.
Así lo aseguró este viernes a Panorama el abogado marabino José Luis Alcalá, quien ha defendido a los afectados de La Vuelta, caso que aún está en etapa de juicio.
El penalista ahora también representa legalmente a 87 inversionistas zulianos timados, con inversiones en la sucursal de Antigua que suman unos 6,3 millones de dólares.
“Lo que ocurre ahora con el Stanford Antigua es una pirámide como en la Vuelta, la estructura de la estafa es casi la misma(…) Dinero de allí estaba en el Stanford”, señaló Alcalá.
Según Alcalá, unas 90 personas afectadas en La Vuelta también perdieron dinero en el Stanford.
En el 2005, cuando salió a la luz pública el caso de La Vuelta, unas 700 personas perdieron su dinero. En ese tiempo, los brókers ofrecían a los inversionistas intereses superiores al 12% mensual. Se estima que la estafa ascendió a US$ 600 millones durante sus dos años de ejecución.
Por incautos o por “listillos”, muchos ricos viven ahora una pesadilla al ver cómo se evaporan sus ahorros en fraudes multimillonarios y comprobar que ni siquiera sus cuentas suizas están seguras.
Ahora, el timo de escala mundial, del tejano Robert Allen Stanford, comprometió un estimado de US$ 2.500 millones de origen venezolano dentro de los US$ 9.200 millones que totalizan al fraude.
Las apariencias son importantes en la vida del “jet set”, pero si algo deben haber aprendido las personas con bolsillos profundos en los últimos meses, es que incluso una reputación de oro como la de Bernard Madoff y una fortuna principesca como la de Robert Allan Stanford no son garantía de honestidad.
Según la información que Alcalá recaudó de los 87 zulianos afectados, las inversiones las hacían desde las propias instalaciones del Stanford en Maracaibo, donde se abrían cuentas en dólares; lo que es ilegal debido al control cambiario.
El dinero para comprar los instrumentos financieros en Antigua era recibido de los inversionistas en las oficinas de Maracaibo y Caracas, entre otras.
Algunos de estos inversionistas eran atraídos, como ocurrió en el caso de La Vuelta, por un grupo de bróker dedicado a llevar clientes al Stanford que acudían seducidos por el alto rendimiento de los certificados de depósito.
O, como señaló otra fuente, se acercaban a la sede del Stanford Maracaibo y, por medio de transferencias desde el exterior, ordenaban abrir su cuenta en Antigua.
El delito cometido, al igual que en la Vuelta, es la captación indebida, porque no tenían la autorización de la Sudeban para recibir inversiones en moneda extranjera, comentó.
Es por ello que el abogado acudirá el próximo miércoles 25 de febrero al Ministerio Público para introducir la demanda de los primeros casos. A esto se suman los grupos de inversionistas afectados en Caracas que también ejercerán una acción legal contra el banco.
No son, en fin, buenos tiempos para los multimillonarios, excepto en Zimbabue, donde con una inflación de casi el 100 por ciento por día todo el mundo tiene suficientes billetes para empapelar la casa.