Recientemente, las noticias relacionadas con el petróleo en Venezuela se han centrado en el arresto de dos empleados de Chevron. Hubo escasos detalles sobre los detenidos. Sus nombres y nacionalidades han sido mal informados. Carlos José Algarra Villegas y René Adrián Vásquez Mora están acusados de traición, por parte del régimen chavista, por negarse a firmar un contrato sin licitación -práctica estándar de adquisiciones que viene con márgenes estratosféricos- para PDVSA – empresa mixta de Chevron, Petropiar. Estos dos hombres no tienen posibilidad de reparación por una simple razón: ambos son ciudadanos venezolanos.
Las cárceles venezolanas están llenas de personas que han sido detenidas por cargos inventados. Ciertamente, combatir la corrupción no es el fuerte de Nicolás Maduro. El poder judicial venezolano no tiene un vestigio de independencia o legitimidad. El debido proceso es inexistente. El hecho de que estos sean empleados de Chevron no hace la más mínima diferencia. Dentro de las fronteras de Venezuela, el sindicato del crimen organizado conocido como chavismo hace exactamente lo que quiere con los ciudadanos venezolanos.