A los aspectos técnicos argumentados por los banqueros (leer hoy entrevista a Juan Carlos Escotet en Ultimas Noticias) para cuestionar la nueva Ley de Protección Especial al Deudor Hipotecario, se suma el hecho tangible de la cartera hipotecaria obligatoria a tasas preferenciales y negativas. No es lo mismo la cartera agrícola obligatoria y esta nueva cartera hipotecaria obligatoria. En la primera, los créditos, aunque a tasas preferenciales, son otorgados a empresas constituidas y en producción, que a su vez retribuyen para los bancos, movimiento de cuentas y reciprocidades. En cambio, la segunda, la cartera hipotecaria es estática, que produce diferenciales negativos a la banca universal, y cuyo seguro hipotecario está en el aire todavía. El Estado ha dicho que la cartera arrancará en 3%, pero nadie garantiza que eso no sea aumentado en el tiempo, tal como se ha especulado. Pero es que inclusive, el nivel del 3%, constituye un peso en el volumen de negocios de los bancos universales. Es tan así que los analistas de riesgo bancario consideran que banco que cumpla la cuota total de la cartera, toma el riesgo de verse afectado en su calificación, ya que por las razones técnicas expuestas hoy por el presidente de Banesco, aparece el escenario de las dificultades para que los bancos tengan garantía en el financiamiento del crédito hipotecario. Por el lado de los usuarios, el efecto es contrario: la paralización de los créditos, tal como lo anuncia hoy Escotet. Se volvió al tiempo de la banca de gaveta, de cuyo fracaso hay un serie de ejemplos y experiencias en tiempos pasados.
