Gustavo La Chica Mijares (izq.) y Jorge Echenagucia Vallenilla (der.), socios de cuatro compañías de Venezuela usadas para obtener divisas a tasa oficial que luego serían vendidas en el mercado paralelo con ganancias de al menos 1 mil por ciento. Justificaban la adjudicación de los dólares con importaciones ficticias de insumos y maquinaria agrícola: en realidad eran contenedores con escombros y chatarra.
En total obtuvieron 14 millones de dólares entre 2011 y 2014 de Cadivi y Cencoex.
Tienen empresas registradas en Florida y en Panamá y la residencia de Echenagucia está en Doral, paraíso del autoexilio venezolano en el Sur de EEUU.