El esfuerzo de Imelda Cisneros al frente de Venamcham

Imelda Cisneros

Mientras Venezuela atraviesa su grave crisis política, el mundo marcha inexorablemente hacia la globalización. El gobierno venezolano no sólo no sigue esta tendencia modernizadora, sino que continúa haciendo todo lo posible para excluir al país de todas las negociaciones de integración que se están llevando a cabo.

La primera señal de esta política la dio el actual gobierno desde su inicio, cuando en violación a las normas del Pacto Andino, Venezuela prohibió la circulación en su territorio de la renovada flota de transporte colombiana. La medida obligó al comerciante a hacer un transbordo de sus productos en la frontera que implicó más trabas a la libre circulación de las mercancías entre los países de la región, como se había acordado, y que produjo un aumento en los costos.

Venezuela inclusive ha incurrido en desacato al Tribunal Andino de Justicia, y la Secretaría General otorgó plazo hasta julio próximo para que levante la medida fronteriza.

Ahora, ante las complicaciones por concretar un Acuerdo de Libre Comercio de Las Américas (ALCA), Estados Unidos ha optado por negociar bilateralmente con los países del hemisferio. Así, Centroamérica ya cuenta con su tratado bilateral y República Dominicana espera por la aprobación del congreso estadounidense.

Si todos estos acuerdos llegan a feliz término, Venezuela quedará totalmente aislada del mundo moderno. Son tantos y tan poderosos los intereses que compiten en estos acuerdos, que a Venezuela le será sumamente difícil incorporarse a ellos más tarde.

Por eso, Imelda Cisneros, ministra de Fomento para el momento de los primeros acuerdos comerciales entre Venezuela y Colombia, y actual presidenta de VenAmCham, ha tenido una iniciativa visionaria. VenAmCham, una organización que agrupa a 1.500 empresas, 83% nacionales y 17% multinacionales, ha emprendido un plan de dos vías: La primera es educar y concienciar al empresario sobre la importante implicación que estos acuerdos tendrán en sus propios negocios. Y, la segunda, es la conformación de equipos de seguimiento por temas de lo que se está acordando.

Así, Venezuela estaría preparada para emprender las negociaciones tan pronto como sea sustituido este gobierno, y con ello Venezuela abandonaría la actual política de aislamiento.