VenePirámides
Nada más comenzar el año el Presidente de la República trazó la ruta para la empresa privada: más controles. «¿Cómo que no se le pueden poner límites a las ganancias de los empresarios?», se interrogó el 15 de enero Hugo Chávez durante la presentación de la Memoria y Cuenta 2010 en la Asamblea Nacional (AN).
Seguidamente el mandatario nacional soltó una reflexión. «Todo debe tener un límite en este mundo (…) Si cada quien de una cadena de productores pretende ganar 20% poco a poco se llegará al 200%, eso hay que regularlo».
Pese a las advertencias que durante todo el año formularon los empresarios sobre los riesgos de implementar un control de ese tipo, el Jefe de Estado promulgó vía Habilitante la Ley de Costos y Precios Justos.
El instrumento jurídico, cuya aplicación dependerá de la Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop), supone el último eslabón de una cadena de controles y restricciones que a lo largo de los últimos años ha impuesto el Ejecutivo nacional.
Jorge Botti, presidente de Fedecámaras, califica la medida como un «candado» para la actividad económica y la sustitución del mercado por la planificación estatal.
«La mayor y la más importante de las libertades que tiene un empresario es la libertad de fijar libremente sus precios de acuerdo a sus capacidades y al mercado, si le quitas esa libertad ya no hay mercado. Es una economía centralizada».
José Guerra, director de la escuela de economía de la Universidad Central de Venezuela (UCV), también observa la ley como la guinda de un marco regulatorio «muy duro». «Ahora la rentabilidad va a depender de unos burócratas», apunta el académico.
La radicalización del control de precios no fue el único obstáculo que enfrentó el sector privado. Desde la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) también se denunció la agudización del «cerco tributario».
Desde el gremio de los industriales condenan que mientras aumenta la regulación de las ganancias de las empresas privadas, es cuando el Estado también le impone más cargas fiscales y «parafiscales».
La reforma de la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología (Locti, realizada a finales del año pasado por la AN, la Ley del Deporte o la Ley Orgánica de Drogas imponen tributos adicionales para las empresas.
«El cerco tributario que ha tendido el Gobierno nacional alrededor de las empresas venezolanas se ha convertido en una pesada carga que está incidiendo significativamente en lo que paga el consumidor», señaló recientemente Conindustria.
En los últimos doce meses también se repitieron algunos de los obstáculos que vienen frenando el rendimiento de las empresas nacionales den los últimos años. Expropiaciones, dificultades para obtener divisas e insumos y la crisis eléctrica son los más destacados.
Hasta comienzos de diciembre se registraron 497 intervenciones del Estado a empresas privadas, siendo el año en el que el Gobierno de Hugo Chávez realizó más expropiaciones, de acuerdo a las estadísticas de Conindustria. Si se suman las intervenciones realizadas por el Estado desde 2004 hasta la fecha se obtiene un total de 1.087.
Las trabas para obtener divisas, pero especialmente insumos y materia prima de las empresas estatales fue una limitante para 85% de los industriales locales, mientras que los racionamientos eléctricos perjudicaron a casi el 80% de las fábricas locales, según Conindustria.
La mezcla de estos factores coloca a siete sub-sectores de la manufactura en cifras peores a las que tenían en 1997, año previo a la victoria electoral de Hugo Chávez. «Seguimos teniendo sectores de la manufactura sumamente deprimidos (… ) Hay sectores importantes, altamente empleadores que están a 30% y 40% por debajo de lo que estaban en 1997», indicó recientemente Carlos Larrazábal, presidente del gremio de los industriales. Maquinarias y equipos, vehículos y textiles son algunos de los siete sectores que hoy producen menos que en 1997. «Si no tenemos políticas públicas que reactiven los sectores que son altamente empleadores no lograremos tener empleo estable y bien remunerado», aseguró Larrazábal, según reportó el diario El Universal.
Tomado de el año en que Chávez arrinconó la actividad privada