La historia detrás de dos de los artistas más populares del género urbano, Bad Bunny y Karol G, tiene un capítulo oscuro que involucra a un exfuncionario del gobierno de Hugo Chávez. Se trata de Rafael Ricardo Jiménez Dan, quien fue viceministro de Seguridad Jurídica en el Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia desde el 2006 hasta el 2013. Este exmilitar venezolano, que ahora reside en Florida, fue el principal inversionista de la empresa Rimas Entertainment, fundada por el empresario y manager musical Noah Assad Byrne, quien representa a ambos cantantes.
La relación entre Jiménez Dan y Assad Byrne salió a la luz recientemente, tras una demanda marital presentada en Puerto Rico por Gretchen Marie Hernández Rivera, expareja de Assad Byrne y madre de sus dos hijos. Hernández Rivera reclama la mitad del valor de Rimas Entertainment, alegando que fue parte clave del exitoso imperio creado por Assad Byrne, con quien vivió durante varios años en concubinato.
Un préstamo millonario para crear una disquera
Según la demanda, Hernández Rivera conoció a Assad Byrne en el 2014, cuando él trabajaba como DJ y productor musical. Ese mismo año, Assad Byrne conoció a Jiménez Dan, quien acababa de salir de Venezuela para residir en Weston, Florida. El exviceministro chavista le prestó y/o invirtió dinero a Assad Byrne para abrir un estudio de grabación. Con dinero adicional que aportó y/o prestó Jiménez Dan ($2,000,000), quien también pagó deudas personales de Assad Byrne, se incorporó Rimas Entertainment.
Jiménez Dan compró una casa en Ocean Park para que Rimas Entertainment pudiera operar desde allí. Hernández Rivera comenzó a trabajar en esas oficinas, colaborando en todo tipo de gestiones, incluyendo el manejo de los recursos humanos de la empresa. Luego movieron las operaciones a Piloto 151 en Santurce, y más tarde a Miramar (San Juan), local que Hernández Rivera diseñó, decoró y organizó.
El descubrimiento de Bad Bunny y Karol G
En el 2017, Assad Byrne descubrió a un joven cantante que trabajaba como «bagger» en un supermercado y subía sus canciones a Soundcloud. Se trataba de Benito Martínez, mejor conocido como Bad Bunny. Assad Byrne escuchó sus temas, le gustaron y se animó a verlo en un show en Puerto Rico. Luego le puso las canciones a su expareja Hernández Rivera, a quien también le agradaron. Tras consultar con ella, Assad Byrne decidió firmarlo como su representante y manejador a través de Rimas Entertainment.
Bad Bunny
Así comenzó la carrera musical de Bad Bunny, quien se convirtió en uno de los artistas más exitosos del género urbano, con colaboraciones con figuras como J Balvin, Daddy Yankee, Cardi B y Drake. Rimas Entertainment también firmó con otros artistas consagrados como Tommy Torres, Corina Smith, Karol G, Eladio Carrión, Arcángel, Mora, Mickey Wooz, Amennazi, Jowell & Randy, entre otros.
Karol G
Karol G es otra de las estrellas que ha impulsado Rimas Entertainment. La cantante colombiana confirmó que Venezuela es parte de su lista de países a visitar el próximo año, a propósito de su tour «Mañana será bonito» por toda Latinoamérica. La compañía PPP Group (@pppmusicvzla) está a cargo de la producción junto al ejecutivo José «Junior» Carabaño, responsable del tour en Caracas.
Un socio venezolano con vínculos chavistas
Carabaño es un artista gráfico venezolano y ahora mánager internacional. Es socio de Noah Assad en la disquera Rimas Entertainment, que ha recibido una inversión millonaria por parte de Jiménez Dan. De acuerdo a la revista Billboard, Jiménez Dan se acreditaba como único propietario de Rimas hasta el 2018 cuando otorgó el 40% a Assad. Fuentes cercanas al ejecutivo puertorriqueño cuestionaron esa versión, y aseguraron que cuando Rimas se formó en el 2014, Assad trabajaba junto a Jiménez creyendo que sus fondos provenían de negocios de restaurantes.
Rafael Jiménez Dan
Assad no había hecho referencia pública a Jiménez Dan, con quien ha roto relaciones. Sin embargo, sí había mencionado a Carabaño como su cofundador. Al frente de la productora PPP Group se encuentra el CEO, Carlos Antonio Flores Rangel, que ha buscado la consolidación de la empresa de espectáculos en el mercado venezolano desde hace un par de años.
Un concierto polémico en Venezuela
El evento de Karol G tiene previsto realizarse el 22 de marzo de 2024 en el nuevo Estadio Monumental de Caracas «Simón Bolívar», inaugurado por la administración de Nicolás Maduro para la Serie del Caribe de Béisbol el pasado febrero. Es uno de los conciertos más esperados a pesar de los elevados costos que se prevé. Las entradas oscilarán entre 50 y 700 dólares.
Las redes sociales en Venezuela se dividen entre los grupos que quieren asistir al concierto, y quienes critican su realización en un país con una inflación galopante y un poder adquisitivo en caída, con un salario mínimo fijado en menos de US$4 al mes. El año pasado con el leve repunte de la actividad económica en el país caribeño, se registró una oleada de presentaciones musicales que continuaron este 2023 con la visita de Luis Miguel, Jerry Rivera, Plácido Domingo, Victor Manuelle y Luis Fonsi. El precio de las entradas ha oscilado entre US$30 y US$1.000, para ver a los artistas en lugares emblemáticos de la capital venezolana como el Poliedro de Caracas. Tras la inauguración del Estadio Monumental, y una vez culminada la temporada de béisbol, el chavismo lo ofreció para eventos musicales, con una capacidad de 43.000 personas.