Así, después de los “guisos” en Monómeros, Leopoldo López se pronunció contra las “autocracias” y la “corrupción”, durante evento en Lituania

Leopoldo López, líder opositor al gobierno venezolano, se subió el sábado 19 de noviembre a un escenario en Vilna (Lituania) para abrazar a la activista iraní exiliada Masoumeh ‘Masih’ Alinejad-Ghomi y al ajedrecista y opositor ruso Garry Kasparov. Fue más que un gesto. Entre el público, disidentes llegados de 40 países a la capital lituana, algunos en secreto para poder regresar sin riesgos extra a su correspondiente autocracia, contemplaban una escena que resume el objetivo que se ha marcado el World Liberty Congress: una conjura global contra las dictaduras, reseñó Xavier Colás en EL MUNDO.

“Las autocracias se complementan, trabajan juntas, y se habla poco de ello. Protegen así el dinero sucio, su corrupción”, explicó a EL MUNDO Leopoldo López tras la clausura de las jornadas del World Liberty Congress. Es hora, explica, de contestarles de la misma manera. Cooperando. “Queríamos hacer algo más que una conferencia quejándonos de nuestros problemas, algo más dinámico”. Ahora la misión es “unir y apoyar” a los movimientos de lucha por la libertad y a los disidentes más capaces de crear un “cambio político pacífico” en sus respectivos países.

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Tiene claro que las dictaduras colaboran entre sí y hay que darle respuesta. «Es evidente la vinculación del sistema financiero chino con África y América Latina, la propaganda rusa hacia fuera», pone como ejemplos. En la cita, la primera de este tipo, activistas de África, Oriente Medio, Europa, América y Asia han compartido experiencias y han propuesto líneas de actuación conjuntas para el futuro: desde cómo combatir la desinformación a nuevos recursos tecnológicos para financiar campañas opositoras. «Hemos escuchado muchas historias, pero al mismo tiempo era la misma historia», resume López: «Es el pulso de la libertad contra la tiranía, con familias rotas, exiliados y presos».

Está convencido de que «entenderlo todo como una misma historia es un buen punto de partido para articular la lucha contra la autocracia, que no es un asunto ideológico, no tiene que ver con izquierda o derecha». Al fin y al cabo, «hasta ahora la articulación internacional ha estado en territorios ideológicos, como la internacional socialista o los liberales». Ahora la disyuntiva «es democracia o tiranía, y ahí entran los conservadores, los liberales, la izquierda y la derecha». En ese marco el World Liberty Congress propugna que «las mujeres líderes jugarán un papel fundamental» y deben contar con «una plataforma para expresar sus puntos de vista y perspectivas sobre su lucha no violenta para restaurar la libertad en su país»

López cree que ahora el mensaje «debe calar en países de Europa y en EEUU, que deben estar juntos ante este acecho contra la democracia por parte de países como Rusia, China, Irán, Turquía o Cuba».

Todas las democracias están amenazadas, hasta las más sólidas. «Absolutamente, Europa y EEUU también están en peligro, hay un acecho a la democracia como modelo. La pérdida de un metro cuadrado a favor de la autocracia en cualquier lugar del mundo es un retroceso en Europa y EEUU».

Está convencido de que «entenderlo todo como una misma historia es un buen punto de partido para articular la lucha contra la autocracia, que no es un asunto ideológico, no tiene que ver con izquierda o derecha». Al fin y al cabo, «hasta ahora la articulación internacional ha estado en territorios ideológicos, como la internacional socialista o los liberales». Ahora la disyuntiva «es democracia o tiranía, y ahí entran los conservadores, los liberales, la izquierda y la derecha». En ese marco el World Liberty Congress propugna que «las mujeres líderes jugarán un papel fundamental» y deben contar con «una plataforma para expresar sus puntos de vista y perspectivas sobre su lucha no violenta para restaurar la libertad en su país»

López cree que ahora el mensaje «debe calar en países de Europa y en EEUU, que deben estar juntos ante este acecho contra la democracia por parte de países como Rusia, China, Irán, Turquía o Cuba».

Todas las democracias están amenazadas, hasta las más sólidas. «Absolutamente, Europa y EEUU también están en peligro, hay un acecho a la democracia como modelo. La pérdida de un metro cuadrado a favor de la autocracia en cualquier lugar del mundo es un retroceso en Europa y EEUU».

El enemigo es la pasividad, el pensar que eso no ocurrirá aquí. «Es un error, yo crecí en una Venezuela democrática y jamás pensé que mi país podría perder la democracia, pensé que era como el oxígeno». En aquellos años, «la libertad era un concepto teórico, poético». Hoy es algo para lo que hay que luchar.

Por eso López es crítico con el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que en la reunión de ministros de Exteriores de la UE y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), abogó según López «por que Venezuela, Cuba y Nicaragua estén presentes en una discusión con la Celac, porque quiere tenerles cerca». «Yo creo que la misma posición que ha tenido Borrell con respecto a Rusia la esperamos nosotros con América Latina, vivimos la misma realidad de una autocracia».

«De hecho», recuerda López, «en Venezuela hoy tenemos la primera crisis de emigración, por encima de Ucrania o Siria, violaciones de derechos humanos». Por eso «es incoherente normalizar la relación con una dictadura así. Va contra la constitución de la UE».

De cara al futuro, «hay que apoyar a los movimientos que están luchando por la democracia y la libertad en estos países, porque estas dictaduras se sientan en la ONU tras una placa pero sólo representan a su gente».

Sabe que el enemigo es poderoso, pero cree que la unión hace la fuerza. Convirtiendo, por ejemplo «la tecnología en una herramienta para la libertad, contamos con gente que sabe mucho del tema, y que han participado en un grupo de trabajo sobre el asunto». Pero sin caer en los mismos tics del autoritarismo. «Nadie tiene el monopolio de la voz de nuestros países, yo no soy la única voz de la oposición de Venezuela, pero ante el opresor, nuestra actitud no puede ser la de víctima».

Un taxi le espera. López abandona la sala. Esa sala donde en la jornada inaugural se abrazó a la iraní Masih Alinejad, que le dijo: «Sabes que una mujer no puede abrazar a un hombre en Irán». Leopoldo López no tiene ganas de hacer concesiones ni a las tiranías propias ni a las ajenas. Por eso reaccionó repitiendo el gesto y replicando: «Vale, pues entonces otro abrazo».









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Tomado de Así, después de los “guisos” en Monómeros, Leopoldo López se pronunció contra las “autocracias” y la “corrupción”, durante evento en Lituania