Cuando recién tejía su red de relaciones con altos funcionarios del chavismo, Álex Saab se instaló en Caracas. En la capital venezolana pasó largas temporadas mientras gestionaba pagos a su empresa.
En esos tiempos, Saab entabló una relación muy particular con Williams Amaro, asistente y hombre de confianza de Nicolás Maduro. Corría el año 2009 y Maduro era el canciller de Hugo Chávez.
El periodista Gerardo Reyes, reconstruyó con detalle los días en los que Álex Saab conseguía conectarse con la alta cúpula chavista en su libro sobre el auge y la caída del empresario colombiano.
En la reconstrucción de los hechos que hace Reyes, profundiza en el conocido papel que jugó la exsenadora colombiana Piedad Córdoba para convertir a Saab en un hombre clave para el chavismo.
El periodista cuenta como en 2009 Saab se mudó a Caracas. Allí vivió durante dos meses en una de las habitaciones del Hotel Gran Meliá que Chávez mantenía reservadas para las estadías de Córdoba.
Según Reyes, lo que obsesionaba a Saab por ese entonces, era gestionar la liberación, por parte de CADIVI, de los pagos de unas cuestionadas exportaciones que su empresa (y las de otros empresarios colombianos) habían hecho a Venezuela. Eran dólares preferenciales, subsidiados por el Estado venezolano.
CADIVI es el acrónimo de la Comisión de Administración de Divisas. Ese organismo controlaba el acceso de los venezolanos a moneda extranjera y centralizó el comercio exterior del país durante 11 años (de 2003 a 2014).
Alrededor de CADIVI se construyeron amplios esquemas de corrupción que defraudaron una cifra multimillonaria, pero todavía indeterminada, de fondos públicos venezolanos.
«Irónicamente, sus esperanzas de recuperar el dinero de Cadivi y de abrir nuevos horizontes en Venezuela, se arrimaron más a la realidad después de haber pasado un gran susto en Caracas», relata Reyes en su libro.
Saab fue víctima del hampa caraqueña y fue atracado una noche. Perdió dinero, reloj y hoyas.
Después de ese evento, Córdoba le pidió al asistente personal del canciller Maduro, Williams Amaro, que velara por la seguridad del empresario.
Amaro conocía a Saab porque ya el empresario se había reunido previamente con el entonces canciller Maduro.
«Saab se entendió a la maravilla con Amaro y con el tiempo terminaron buscando empresas para ordeñar a CADIVI», explica el periodista Reyes citando fuentes que conocieron la situación.
Pero la relación con Amaro tuvo un valor añadido. Le permitió a Saab relacionarse con otros importantes y poderosos actores del chavismo.
«Otra fuente consultada para este libro asegura que Saab conoció a los hijos de Cilia Flores, la primera dama, y por esa vía a Maduro, gracias a Amaro», escribe el periodista.
Fue así como Álex Saab logró tener acceso directo con quien a postre se convertiría en el sucesor de Hugo Chávez. Y labraría su camino para controlar desde las sombras los principales negocios encargados por Maduro.
Amaro fue nombrado recientemente por Hugo Carvajal como uno de los encargados de facilitar dólares en efectivo para el financiamiento del partido ultraizquierdista español Podemos.
También, en el Banco Banesco en Panamá., Amaró habríarecibido, entre 2010 y 2012, varias transferencias. El monto total de las transacciones es de $293.000 y dinero provendría del narcotráfico.
Tomado de Así describen la fructífera relación de Alex Saab con el funcionario chavista Williams Amaro