VenePirámides
Después de seguir durante décadas la marcha del sistema financiero venezolano Francisco Faraco, economista, analista de riesgo, advierte que ha comenzado una nueva etapa signada por la penetración de la política en el negocio bancario.
«La reforma de la Ley de Bancos nos lleva a la vinculación de las instituciones financieras con la periferia política del Gobierno. Los bancos tienen que destinar 5% de sus utilidades al financiamiento de proyectos que presenten los consejos comunales, que son un apéndice del partido de Gobierno, es un subsidio que está otorgando la banca a esta periferia política».
Inmediatamente agrega que esta disposición, «no difiere en mucho de la regulación que en España ha pervertido por completo las cajas de ahorro».
Avanza en el análisis de la nueva estructura de poder y asegura que las atribuciones otorgadas al Presidente de la República permiten afirmar que se está ante el inicio de un período de «control político de la banca. El Presidente en cualquier situación invocando razones genéricas puede intervenir o liquidar una institución financiera, eso antes era una competencia del Ministerio de Finanzas y se necesitaba una documentación de mala conducta bancaria».
Las nuevas regulaciones también limitan, desde su punto de vista, «la libertad de expresión. Si yo digo que el sistema bancario está subcapitalizado puedo ser objeto de una imputación y si no me apoya la Superintendencia quedo imputado con pena de 9 a 11 años de cárcel, más de lo que se aplica a un homicidio culposo».
Se le ha exigido a la banca que aumente en 30% el número de personas que reciben créditos agrícolas y además deben dar préstamos para la nueva misión AgroVenezuela. ¿Se avanza a un sistema donde los banqueros reciban una lista de personas a las que tienen que prestarle convirtiéndose en una especie de ministerio? –
-El problema es que la expropiación de Agroisleña le crea un inconveniente al Gobierno que trata de resolver con la banca, pero Agroisleña no solo daba créditos, también otorgaba fertilizantes, asistencia técnica, no tenía únicamente un rol de prestamista.
-El presidente del BCV, Nelson Merentes, ha asegurado después del resultado de 1,4% en marzo que la inflación se está desacelerando. ¿Comparte esta apreciación?
-Eso es mentira. El núcleo inflacionario, que limpia el indicador de inflación de factores estacionales y los controles de precios, creció 10% en el primer trimestre, más que 7% en el primer trimestre de 2010.
¿Cuál es la causa de la inflación si la demanda tiene que estar limitada por el descenso de la capacidad de compra del salario? –
-La inflación no es por exceso de demanda porque efectivamente los salarios reales vienen cayendo desde hace tiempo. Hay más liquidez pero está esterilizada en el Banco Central en encaje y en reservas excedentes que son gigantescas. Entonces estamos ante un problema de oferta porque no tenemos la capacidad para importar que teníamos en el pasado.
Complementa el análisis de la escalada de los precios que en los últimos doce meses es de 27,4% y asegura que «se trata de una inflación ideológica es el costo de transitar de una economía mixta, con un alto componente privado en algunas actividades, a una economía estatizada» .
Explica que «al ir eliminando actividades privadas mientras tratas de mantener la demanda creciendo se crea una brecha de oferta que tienes que tapar con importaciones, mientras tengas, esta es la inflación estructural de las economías socialistas».
-En materia de crecimiento el Gobierno también se muestra optimista y asegura que la recesión ha quedado atrás. ¿Es así?
-La cartera de créditos cayó 6% en términos reales al contrastar los primeros dos meses de este año con el mismo lapso de 2010. No hay crecimiento económico sin expansión del crédito porque para incrementar inventarios, hacer inversiones, se necesita crédito.
-Para impulsar el crecimiento se está aplicando una política fiscal expansiva que además recibe el viento a favor de los elevados precios del petróleo.
-La liquidez en el primer trimestre creció casi 5% en un tiempo donde suele contraerse, es cierto, el Gobierno está en una política fiscal desbocada pero esta herramienta debe tener un efecto de segunda ronda. La primera es el gasto del Gobierno, lo que llamo la segunda ronda es la inversión privada para satisfacer la demanda que se genera con ese gasto, pero aquí no hay efecto de segunda ronda.
Vincula el tema del crecimiento con la disponibilidad de divisas para importar. «En el primer trimestre de 2010 los dólares líquidos de las reservas internacionales eran 48% de las reservas, al cierre de 2010 el efectivo era menos de 30% y hoy en día estimamos 20%».
-¿Esto es por los traspasos de divisas al Fonden?
-No hay relación entre las reservas internacionales y los precios del petróleo. No solo por el Fonden, el Gobierno ha abierto una cantidad de cuentas en el exterior. Por eso aunque Cadivi autorizó más en el primer trimestre el BCV liquidó menos divisas y se le está pidiendo a los bancos que todo la deuda pública denominada en moneda extranjera se la den en custodia al Banco Central.
-¿Considera que la obligación que tienen los bancos de entregar los títulos en divisas a la custodia del Banco Central es para utilizarlos en el Sitme de manera forzosa?
-Claro. Esa es la razón del cambio de disposición.
Aborda el tema de las tasas de interés a la que se está endeudando el país y señala que «nos endeudamos a tasas de 12,75%, la más alta de país petrolero alguno, no para que el tipo de cambio del Sitme quede en 5,30 bolívares por dólar, es porque el seguro que paga el inversionista para cubrirse de la eventualidad de un default coloca un piso bastante alto», según reportó el diario El Universal.
Tomado de «comenzó la era del control político de la banca venezolana»