Por Juan Carlos Zapata (ALN).- El éxodo venezolano es tema otra vez en Europa. No deja de serlo. Pero el coronavirus lo trae de vuelta. Si ya el impacto social y económico sobre los países de América del Sur era foco de atención, ahora se le suma con mayor agudeza y alarma, el impacto sanitario.
El éxodo venezolano alcanza los 6 millones. Una tragedia humanitaria. Superior a la de Siria porque la de Venezuela no ha sido causada por una guerra civil. El éxodo de Venezuela es debido a la implosión de un modelo político y económico. Desde hace dos años los organismos multilaterales y los gobiernos de la región vienen alertando sobre el impacto social y económico. También sobre el sanitario, que ahora se agrava por la crisis del coronavirus.
Se viene alertando sobre las consecuencias desestabilizadoras del éxodo. Una carga demasiado alta para los países vecinos. Y esto hace que la Unión Europea se mueve con urgencia para recabar fondos de ayuda para las naciones más afectadas: Colombia, Perú, Ecuador, Chile. Así que este 26 de mayo habrá un evento para recabar recursos. Ya hubo una experiencia parecida en octubre de 2019.
En cierto sentido, España se ha puesto a la cabeza de esta iniciativa. El canciller de la UE, Josep Borrel, es quien la impulsa. Y también la ministra de Exteriores del gobierno de Pedro Sánchez. Este viernes Arancha González Laya declaraba a El País sobre la necesidad de “impulsar un esfuerzo de solidad internacional con los países vecinos, en particular Colombia, Perú y Ecuador, donde se encuentra el 80% de los cinco millones de venezolanos desplazados”. Borrel dijo este viernes en rueda de prensa que la “crisis se ha agravado con la llegada del coronavirus”.
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Los venezolanos salieron de Venezuela en busca de oportunidades, huyendo de una dictadura que no garantiza ni siquiera los servicios básicos y de pronto llega el coronavirus. Algunos miles, 30.000, han regresado al país: estaban atrapados en una situación sin salida.
Pero los millones que quedan en la región, 1,4 millones en Colombia, 900.000 en Perú, casi 400.000 en Chile y más de 300.000 en Ecuador, no gozan de estabilidad laboral ni económica. Se suma ahora la recesión global que golpeará con fuerza a la América Latina. Los países no cuentan con recursos para hacerle frente a la emergencia. Ya Colombia y Ecuador acudieron a pedir prestado al Fondo Monetario Internacional. En América Latina se han registrado 400.000 infectados por coronavirus, y se teme que lo peor no ha llegado. Sin recursos, y con sistemas sanitarios débiles, ¿cómo harán para enfrentar la pandemia?
Los países temen que el éxodo puede desencadenar eventos aun peores. Ya se cuenta entre los factores de desestabilización regional. De allí la urgencia de la Unión Europea y España. Y estas iniciativas operan como la peor propaganda para el régimen de Nicolás Maduro, incapaz de solucionar la tragedia que padece Venezuela. El último elemento de la crisis es la falta de gasolina. No hay combustible en el país que posee la mayores reservas de petróleo del mundo. Maduro también destruyó la industria petrolera, lo que parecía imposible que ocurriera.