05/09/2014 07:54:00 a.m. | Ahiana Figueroa.- El presidente Nicolás Maduro anunció la creación del Fondo Especial para la Ofensiva Económica cuyo primer aporte será de $500 millones.
El primer mandatario afirmó que este mecanismo financiará el desarrollo de la producción del sector privado del país. Aunque no ofreció detalles de cómo serían destinados, ni de dónde provenían los recursos en divisas, indicó que estarán depositados en el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), “para la inversión inmediata en proyectos industriales, turísticos y de diversa índole, que son parte del mapa de motores económicos que integran el sector privado y que deben ser apoyados”.
Con este nuevo instrumento, el Gobierno cuenta ya con nueve fondos en divisas que se han alimentado de las reservas internacionales, de la emisión de bonos de deuda pública, de las ganancias cambiarias del Banco Central de Venezuela, con recursos provenientes de la devaluación, así como de la constitución de créditos con el gobierno chino.
Además del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) y el Fondo Chino-Venezuela, el Ejecutivo cuenta con otros fondos paralelos en divisas: el Fondo Miranda, el cual recibe los ingresos adicionales que se perciben cada año por petróleo e impuestos (financia los créditos adicionales desde 2005); el Fondo Simón Bolívar, el cual se alimenta de los intereses del Fonden desde 2007; el Fondo Eléctrico Nacional, que llegó a contar con $ 1.000 millones (se desconoce su gestión) y el Fondo Mao que se nutre de los intereses del Fondo Chino-Venezuela.
Igualmente, el Ejecutivo cuenta con el Fondo Bicentenario, que se creó luego de la devaluación de 2010 para promover las exportaciones y llevar a cabo el plan de sustitución de importaciones (llegó a recibir $ 1.000 millones) y el Fondo Gran Volumen y Largo Plazo.
En la búsqueda de la producción
El anuncio del presidente Maduro va en línea con la necesidad de fortalecer la actividad productiva del país, la cual registra este año importantes retrocesos.
De acuerdo con información que se ha filtrado del Banco Central de Venezuela (BCV), el Producto Interno Bruto (PIB) del primer y segundo trimestre refleja significativas caídas de 5% y 4,8%, respectivamente. Por lo que el objetivo del Gobierno es incrementar el financiamiento hacia el sector privado para revertir estos resultados.
Analistas han reiterado que la actividad productiva del país se ha visto afectada por la sobrevaluación de la moneda, los controles de precios y de cambio, la alta inflación, la escasa inversión, la reducción de los recursos en divisas, la falta de medidas para corregir los desequilibrios macroeconómicos y una reducción de las compras externas de insumos básicos.
Caen importaciones
El Bank of America-Merrill Lynch sostiene que la idea del Gobierno de no querer llevar adelante una serie de medidas económicas, lo ha llevado a realizar un ajuste de la balanza de pagos al disminuir el ritmo de las importaciones.
Francisco Rodríguez, economista-jefe del banco de inversión, explicó que durante el primer semestre de 2014 las compras externas reflejan una caída de 22% interanual y fueron 43% más bajas en comparación a junio de hace dos años.
De acuerdo con sus cálculos, Venezuela podría cerrar con $19.500 millones menos en importaciones. “Esto hace que el ajuste externo llevado a cabo por la administración de Maduro sea uno de los más grandes de la historia contemporánea de Venezuela”, apuntó.
Recalcó que este ajuste también lo convierte en la sexta mayor contracción de las importaciones en el mundo desde 2005 al compararse con las importaciones de Grecia que entre 2008 y 2010 cayeron 32,5%.
A juicio de Rodríguez, el Gobierno estaría tratando de restablecer la sostenibilidad financiera externa del país, a través de la generación de un comercio superávit suficiente para garantizar el servicio de los pasivos externos.
Sin embargo, destacó que “el racionamiento como mecanismo de ajuste externo es particularmente problemático para un gobierno que se basa en la exportación que procede como su principal fuente de ingresos fiscales”.
A pesar de lo que se ha considerado un retraso en la ejecución de medidas económicas, el economista de Bank of America prevé una devaluación de la moneda. “Hay una concepción de que no se quiere tomar medidas por temor a las consecuencias políticas y electorales, pero también sucede igual cuando se cometen graves errores de política económica”.