Por: Rafael Medina – Juan Domingo Cordero fue propietario del Banco Barinas y Grupo Cordillera, quebrados en 1994. El Banco Barinas fue señalado por el presunto desvío de recursos de los auxilios financieros que entregó el gobierno de entonces a los bancos impactados por la denominada “crisis financiera”. Fogade demandó luego por más de 148 millones de bolívares fuertes a Juan Domingo Cordero por el perjuicio financiero ocasionado al Banco Barinas, exigiéndole responder con sus bienes propios. Cordero es un economista y empresario ligado al negocio bursátil, bancario y asegurador. Actualmente es el principal accionista y miembro del consejo de administración de Seguros La Vitalicia desde 2008, cuando se incorporó al negocio con un grupo empresarial en el que también participan Raúl Gorrín Belisario y Gustavo Perdomo.
Cordero es economista graduado en la Universidad Católica Andrés Bello. Fue fundador de JD Cordero & Asociados Casa de Bolsa, y creador y director del Instituto Venezolano del Mercado de Capitales. Además fue vicepresidente y luego presidente de la Bolsa de Valores de Caracas.
Ha participado en la parrilla directiva de distintas empresas como Catatumbo Cordero Casa de Bolsa, Seguros Banvalor y Banvalor Banco. Formó parte de la comisión creada por el Banco Central de Venezuela para integrar las actividades del mercado de valores en el área metropolitana de Caracas.
Los más acérrimos críticos relacionan a los supuestos compradores de la televisora con la tribu judicial “Los Enanos”.
En 1999 Juan Domingo Cordero, presuntamente incurso en el delito de aprovechamiento fraudulento de fondos públicos en forma continuada, quedó absuelto de cargos. El presidente del Tribunal de Salvaguarda que llevaba el caso, Pedro Osman Maldonado, no obstante, declaró a Juan Cordero “civilmente responsable de cumplir los compromisos contraídos con Fogade, y con aquellos clientes y depositantes a los que todavía no se les había cancelado el dinero que mantenían en ese grupo financiero”. El tribunal pudo determinar que Cordero participó en una “operación overnight” como presidente del banco, pero también consideró que esta operación podía ser considerada normal dentro de las operaciones bancarias; no obstante Cordero incurrió en una causa de inculpabilidad y, de acuerdo con el Código Penal, si bien la persona no resulta penalmente culpable sí resulta civilmente responsable. Con información de agencias