A fin de acabar con el mercado paralelo, donde el dólar se ha disparado a 88 e impulsa los precios de una amplia gama de productos, el vicepresidente para el Area Económica, Rafael Ramírez, anunció que pronto entrará en acción el Sicad II. No obstante, analistas advierten que dependiendo de las características del nuevo sistema se podrá alcanzar este objetivo.
La condición esencial para que el dólar paralelo deje de existir es que se cree un mercado libre, donde el precio de la divisa fluctúe de acuerdo a la oferta y la demanda.
Si el gabinete económico no permite que el valor del dólar aumente hasta donde lo lleve la demanda, tendría que racionar las divisas controlando los montos a comprar y limitando los sectores que pueden acudir al Sicad II y, por tanto, seguiría existiendo un mercado paralelo para la demanda insatisfecha.
Luis Vicente León, director de Datanálisis, explica que «si en el Sicad II se establece un precio por debajo del que establece el mercado, tendrás que asignar a dedo las divisas y eso se traduce en corrupción e ineficiencia, aparte de que permanecería una demanda insatisfecha y seguiría existiendo un mercado paralelo».
El economista Orlando Ochoa indica que «sin un mercado libre tendríamos cuatro tipos de cambio, el de 6,30, Sicad, Sicad II y el paralelo. Entonces seguiría habiendo arbitraje, sobrefacturación y racionamiento de divisas».
Aunque lo prometió para el jueves, el Gobierno aún no ha publicado en Gaceta Oficial la normativa del Sicad II y solo existen declaraciones de Rafael Ramírez sobre el sistema.
De acuerdo a lo explicado por el vicepresidente para el Area Económica en el Sicad II Pdvsa, el Banco Central y el sector privado, ofertarán dólares en efectivo y a través de bonos.
En el extremo de la demanda habrá «regulaciones para darle cabida sin problemas a todos los sectores, no habrá restricciones en sectores que quieran hacer permuta. Vendrá un mercado abierto entre privados, al cual el Estado no renunciará a su fiscalización».
Sobre el precio que tendrá el dólar en el nuevo mercado indicó que «habrá una tasa que estará fluctuando producto de la puja y el Banco Central y nosotros (Pdvsa) con nuestras postulaciones vamos a intervenir con efectivo y títulos. Se dejará que en el Sicad II se fije una tasa de cambio que tenga algún sentido económico».
Orlando Ochoa estima que el Gobierno «no tiene pulmón para crear un mercado libre. La oferta en el Sicad II será marginal, las reservas operativas del Banco Central están muy bajas, calculo que podríamos estar hablando de unos 8 mil millones de dólares».
Sin mayor oferta, el precio del dólar en el Sicad II fácilmente superaría los 30 bolívares, una devaluación que no sería fácil de admitir para el gabinete económico.
En su último reporte sobre Venezuela Barclays Capital indica que para superar el desequilibrio cambiario el Gobierno tiene que aceptar una mayor devaluación del bolívar a fin de reducir la gigantesca brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo.
Reservas secas
Las reservas internacionales, registran una caída de 26% en los últimos doce meses para ubicarse en 20 mil 402 millones de dólares.
Hay un detalle clave. Para cubrir las importaciones y los pagos de deuda externa el Banco Central utiliza la porción de las reservas que está en efectivo (66% son barras de oro) y este bolsillo cuenta con menos de 2 mil millones de dólares, una cifra que no permite mayor flexibilidad.
A las reservas líquidas se añade el flujo de dólares que regularmente Pdvsa le entrega al BCV pero se trata de un monto insuficiente. Pdvsa solo le está depositando al BCV la mitad de las divisas provenientes del barril y coloca el resto en una serie de fondos administrados por el Gobierno, según reportó el diario El Universal.
Tomado de Sólo un mercado libre acabará con el mercado negro de divisas (y el dolar @88)