10/09/2014 02:47:16 p.m. | Ketty Afanador Pulido.- El presidente de la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim), Juan Pablo Olalquiaga, afirma que la aprobación del aumento de precios para los rubros desinfectante, lavaplatos y cloro aprobado por la Superintendencia de Precios Justos (Sundde) “ha sido muy necesario, pero en la mayoría de los casos no llega ni a cubrir los gastos de producción”.
Ese fue el consenso al que llegaron las siete principales fábricas de artículos del hogar que operan en el país.
Acota que hay una matriz de análisis que influye considerablemente en el costo de los productos como el transporte.
Los agremiados consideran que el aumento del valor de los artículos que manufacturan estaba muy atrasado y no alcanzan para recuperar los costos de producción . “Es algo que estábamos esperando desde hace tiempo, pero en la mayoría de los casos no llega ni a cubrir las necesidades de aumento que hacían falta. Aunque ya se materializaron, son insuficientes”, dijo Olalquiaga.
Desde la creación de la Superintendencia Nacional de Costos y Precios ( Sundecop ), ahora llamada Superintendencia de Precios Justos (Sundde), el valor de esos productos estaban congelados desde el año 2012. A pesar de que el ente les prometió a las empresas un ajuste trimestral que “nunca se cumplió”.
“Este noviembre se van a cumplir tres años desde que se fijaron los precios, salvo ahora y con la inflación que ha habido en el país que ha sido muy por encima de 100% , se está haciendo un ajuste que en el mejor de los casos es de sesenta y pico por ciento”.
Olalquiaga resalta la necesidad que existe de revisar constantemente los precios y que se cumpla con el reglamento porque en “un país tan inflacionario es muy difícil mantenerse con un precio fijo cuando los costos vienen subiendo regularmente”.
El directivo de Asoquim considera que estos productos “ni siquiera deberían estar regulados”, y sostiene que si no existiesen estos reglamentos los productos abundarían en todos los comercios del país.
“Cuando se regula algo, al no poder fabricar suficiente porque no se cubren los costos adecuadamente, se crea el desabastecimiento a consecuencia de que las industrias no pueden poner nuevas líneas a producir, se les dañan las máquinas y les resulta difícil darles mantenimiento. A las empresas les cuesta operar cuando pierden dinero”.
Los ajustes de sueldos elementales que el Gobierno establece como obligatorios cuando no se está obteniendo ganancias, limita cada vez más a las compañías, según Olalquiaga.
Ahora, algunas empresas que se dedican solamente a la manufactura de productos de cuidado del hogar “están fritas”, afirma.
Las industrias de este sector estaban recurriendo a la práctica de aplicar “subsidios cruzados” mediante ajustes en aquellos productos que no estaban sujetos a regulaciones; es decir, tienen otras líneas de productos a las cuales pueden incrementar producción para nivelar las pérdidas.
“La nueva Ley de Precios Justos de la Sundde que limita la ganancia hasta 30% hacen estos subsidios más difíciles”, dijo el vocero del gremio químico.
Las acciones tomadas por los industriales para reducir sus costos van desde reducción de personal en la medida de lo posible, por lo que cuando alguien se va no lo reemplazan; disminuir gastos de publicidad, hacen menos investigación y desarrollo, razón por la cual no sacan productos nuevos al mercado ni experimentan con nuevas materias primas; disminución en la calidad de los empaques, mantenimiento y capacitación de personal.
“Tenemos algunas compañías que están esqueléticas en este sentido”, comentó.
Olalquiaga considera que con el afán de querer abastecer con menor precio a todos los consumidores venezolanos, lo que el Gobierno está haciendo es “acabar con la industria nacional y crear desabastecimiento. Es lo peor, porque no tienen industrias con las cuales responder ni productos que ofrecer a los consumidores”.
El presidente de Asoquim destacó que algunos de los productos que presentan inconvenientes para su manufactura son: pegamento, tinta y pinturas.
También afirmó que, hasta la fecha, no se ha registrado el cierre de ninguna de las empresas de este sector que operan en el país, pero sí ha habido cierres de líneas de producción.
Así mismo, ratificó que en la medida en que no haya rentabilidad no habrá industria.