VenePirámides
En un año en que la cesta petrolera venezolana se cotiza en el promedio cumbre de 105 dólares el barril, las reservas de divisas del Banco Central deberían fortalecerse de manera sostenida, pero en los dos últimos meses acumulan un importante descenso.
Las estadísticas del BCV registran que entre el 18 de julio y el 18 de septiembre el tanque de divisas que permite cancelar las importaciones, pagar la deuda y respaldar la moneda, declina 10% desde 27.615 millones de dólares hasta 24.992 millones, es decir, $2.623 millones.
El descenso ha hecho que las reservas se sitúen por debajo del «nivel óptimo» establecido por el directorio del Banco Central en 26 mil 800 millones de dólares.
Entre las causas que explican la caída que han sufrido las reservas durante los dos últimos meses destaca que el BCV traspasó 500 millones de dólares al Fonden, un fondo que utiliza el Gobierno para cubrir gasto.
Al mismo tiempo, Pdvsa dirige al Fonden y otra serie de fondos la mayor parte de los petrodólares y por tanto, las reservas reciben pocos depósitos.
Si bien puede pensarse que las reservas se encuentran aún en niveles elevados hay que considerar que el grueso del monto que publica el BCV, en concreto 76%, corresponde a barras de oro y la parte líquida, es decir, los dólares en efectivo son mucho menos.
Tras el declive de los dos últimos meses la parte líquida de las reservas se encuentra por debajo de 2 mil millones de dólares, un nivel que no es confortable para una economía donde las importaciones son clave para contener la escasez por el desequilibrio entre la oferta y la demanda.
La porción líquida de las reservas son los dólares que tiene disponibles el Banco Central para entregárselos a las empresas que reciben la autorización en Cadivi para importar al tipo de cambio oficial.
El resultado es que ante el descenso de las reservas líquidas Cadivi comienza a frenar el ritmo de las autorizaciones y las empresas temen por las importaciones que son esenciales para tener el mercado abastecido en diciembre.
En el Sitme, la otra fuente de divisas que tienen las empresas, la demanda supera con creces a la oferta y las compañías deben esperar hasta tres meses para recibir los dólares.
Jorge Botti, presidente de Fedecámaras reconoce que «hay una situación que podría ser precrítica ha habido por lo menos tres meses en los que el suministro de dólares por Cadivi y Sitme ha estado sumamente lento y muchas empresas nos han hecho saber que están en situaciones críticas de inventarios».
Profundiza en el tema y señala que «los pedidos (importaciones) para diciembre hay que colocarlos entre septiembre y octubre y hay algunos retrasos, eso nos preocupa».
«El alerta es para el Banco Central, Cadivi y organismos del Estado para que entiendan que la medida más coherente tendría que ver con un mercado de permuta o algo similar, hace falta una válvula de escape porque no hay suficientes divisas fluyendo».
Precisa que ya ha comenzado a notarse la escasez de repuestos para automóviles y «si no atendemos las cosas va a faltar mercancía en diciembre y eso es lo que no queremos que suceda».
De acuerdo con las cifras oficiales, en agosto, de cada 100 productos alimenticios que los consumidores solicitaron en la red de establecimientos que cubre al país, diez tenían fallas de abastecimiento, nivel que el Banco Central cataloga como escasez «normal».
En el caso de los productos que no son alimentos, donde se encuentran bienes de cuidado personal, insumos para la construcción y medicinas, de cada 100 productos que solicitan los consumidores 18,7 tenían fallas de abastecimiento, escasez que el Banco Central etiqueta como «leve», según reportó el diario El Universal.
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