VenePirámides
Desde que comencé a escribir este blog en enero de este año me propuse enmendar los errores cometidos en el pasado y dedicarme a advertir e informar sobre las estafas y guisos que ponen en peligro el dinero de los venezolanos.
El proceso no ha sido fácil, pues los estafadores y guisadores que abundan en esta tierra de gracia se esmeran por ocultar la información que reseño. Me he esmerado en soportar documentalmente todas las aseveraciones que hago. Cuando no hay documentos disponibles verifico las informaciones con al menos dos fuentes que considero fiables. Trato de no equivocarme, y cuando cometo equivocaciones o me demuestran que lo que he dicho no es verdad no tengo problema en admitirlo y verificarlo (A las pruebas me remito: admití haberme birlado USD 65 billones). En este proceso he recibido muchos halagos y expresiones de gratitud, pero también me han insultado y descalificado. La información veraz es así. A unos gusta y a otros no.
Recientemente me han acusado de desestabilizar el sistema financiero, y aquí creo que procede una precisión: los sistemas financieros no son “desestabilizados” por los periodistas. A los sistemas financieros los desestabilizan los ladrones, los banqueros que se llevan los depósitos de los ahorristas (que no les pertenecen) y los gobiernos que no toman acciones correctivas oportunamente. Los periodistas nos limitamos a reseñar lo que ha ocurrido, la historia. El que tenga ojos que vea, y el que no quiera ver que vaya a cobrarle a FOGADE.
Tomado de Reflexiones desde el Butner Correctional Center, N.C.