«Si desea soluciones, rápidas y eficientes, llámenos».
Alejandro Betancourt (también conocido como Leopoldo Alejandro Betancourt López, Leopoldo Betancourt, Alejandro Betancourt López) es un niño prodigio chavista. Un ‘pionero y emprendedor global’ parece estar preparando su mudanza a España, considerando los tiempos difíciles en su Venezuela natal. Dada su «estatura» mundial como «hombre de negocios, filántropo, innovador y mago de las finanzas», el equipo de relaciones públicas del Sr. Betancourt presentó recientemente un nuevo sitio web: AlejandroBetancourt.Es (nótese el TLD de España) para que sirva como su tarjeta de presentación al mundo. El proceso de «aristocratización» de Betancourt (en honor al contexto geográfico, lo definiré como «Adelgazamiento» o el proceso por el cual los empresarios latinoamericanos con pasados/credenciales dudosos y una riqueza aún más cuestionable se vuelven «respetables») merece cierto escrutinio. Omitamos el artículo fanfarrón que su gente de relaciones públicas publicó en Wikipedia y diríjase a su propia página de biografía, que es un lugar excelente para apreciar los ‘logros y el historial’ de un hombre de su ‘estatura’.
La página comienza con afirmaciones fraudulentas certificables y pasa rápidamente a exageraciones que concluyen con adornos y más fraude:
Con doble licenciatura en Económicas y Administración de Empresas por la Suffolk University de Massachusetts (Boston, USA), Alejandro Betancourt es ejemplo de un reducido grupo de emprendedores venezolanos…
Una «licenciatura» es la palabra española para un «título». Parece que el Alejandro Betancourt de Derwick es tan inseguro y tan desesperado por la respetabilidad, que incluso sus credenciales académicas son exageradas hasta el punto del fraude. Llamamos a la Oficina de Registro de la Universidad de Suffolk al (617) 573-8430 donde confirmamos que Betancourt, de hecho, no obtuvo una «doble licenciatura en Económicas y Administración de Empresas». No, este ‘hombre de negocios notable’ se graduó con una licenciatura en ciencias, en economía, el 21 de mayo de 2006. Esa es una especialización. No dos grados o incluso dos especializaciones. El alma mater de Betancourt ocupa el puesto número 60 en las universidades regionales del norte de EE. UU. En otras palabras, ni siquiera está en el segundo nivel, es una institución de tercer nivel con la reputación de ser fácil de «obtener» para los estudiantes internacionales que no pudieron ingresar a ninguna otra escuela de educación superior, pero querían ser en Boston porque para los venezolanos Boston es tiempo de fiesta.
Pero, ¿qué hacer con su pretensión de ser “un ejemplo de los empresarios venezolanos”? Betancourt hizo negocios con el Estado venezolano como ciudadano italiano, en representación de una empresa panameña. ¿Es ese el «ejemplo» al que se refiere?
Continuemos:
Ocupó el cargo de Director de Comercio para Latinoamérica en la Delegación de Reino Unido de la norteña ICC-OEOC (http://www.iccoeoc.com/index1.asp), especializada en el sector energético y en el comercio de petróleo y sus derivados, con presencia en USA, Europa, Oriente Medio Sur-américa y África.
Cuando se contactó al número de teléfono que figura en su sitio web, un hombre respondió diciendo que nunca había oído hablar de Alejandro Betancourt y que nadie con ese nombre había trabajado allí. Este hombre también nos informó que esta empresa, icc-oeoc, ya no existe. Una mirada superficial al sitio web lo hace parecer como un vuelo de la noche, usado para alguien en un negocio de petróleo turbio. Quizás este sea el tipo de experiencia que adquirió Betancourt antes de lanzar Derwick Associates. Y el papel no podría ser más falso: «director de negocios para LatAm de la delegación del Reino Unido de American ICC-OEOC». Lo que.
Y continúa el embellecimiento:
Betancourt ha formado parte de los equipos directivos de Guruceaga Group, empresa dedicada al comercio internacional de commodities de la que fue directora; y BGB Energy, filial en Venezuela de la corporación internacional Kawasaki Heavy Industries (http://www.khi.co.jp/english/). Como primer ejecutivo de BGB Energy participó en el proyecto de Interconexión Centro Occidente (ICO) de Venezuela, que tuvo lugar en 2006.
El nombre de esta empresa coincide con el de un familiar materno de Betancourt. Es otra gran exageración, si no un fraude. Afirma que fue “director” de “Grupo Guruceaga”. No existe un sitio web o información pública en línea sobre el “Grupo Guruceaga”, probablemente un puesto de venta de joyas en algún mercadillo. El período de tiempo del «Primer ejecutivo de BGB Energy» de Betancourt es interesante porque, de hecho, estaba en la universidad, en la Universidad de Suffolk, en 2006. ¿Cómo, entonces, pudo haber sido el «Primer ejecutivo» que representaba a Kawasaki Heavy Industries? Además, » BGB Energy” es qué, exactamente, una empresa registrada en Panamá el 18 de octubre de 2006, con Betancourt, Luis Enrique Giminez y Enrique Giminez Chumaciero como directores.
Y sigue:
Tras el éxito de BGB Energy en el Proyecto ICO y con casi una década de experiencia en el sector, Alejandro Betancourt decide fundar, en 2007, Derwick Associates…
¿El “éxito” de BGB Energy? ¿Qué «éxito» fue ese? La empresa tiene tanto éxito que ya no está registrada como empresa, fue suspendida del registro de contratistas de Venezuela. Su “oficina” es un apartamento residencial de planta baja en Prados del Este, un barrio de clase media en Caracas.
La primera regla de las relaciones públicas es que cuando te encuentras en un hoyo tienes que dejar de cavar. Los «bolichicos» de Derwick Associates tienden a ejemplificar con precisión lo que no se debe hacer en todos los casos de gestión de crisis de relaciones públicas. Haría falta un niño de diez años con acceso a Google y conocimientos de aritmética básica para hacer queso suizo con el “currículum” de Betancourt, especialmente de esta afirmación de que tiene “casi una década de experiencia”, es decir, un trayectoria de «casi una década». En 1997, al comienzo de esa «década», Betancourt tenía 17 años (fecha de nacimiento: 2 de febrero de 1980). Además, la base de datos de contribuciones a la seguridad social de Venezuela muestra que las primeras contribuciones de Betancourt fueron hecho, de hecho, en 2007 (sólo nueve semanas de salarios registrados, ver foto).
Si Alejandro Betancourt se graduó en 2006, ¿dónde quedó esta década de experiencia en el sector energético? ¿Trabajó durante una década sin obtener/reportar ningún ingreso? Tal BS solo puede ser tomada al pie de la letra por los habilitadores de Betancourt, es decir, banqueros dispuestos, abogados dispuestos y cabilderos dispuestos, que fingen creer en sus falsedades continuas, para que puedan justificar facturar a este ladrón por defender su ‘reputación’ como un ‘ empresario de clase mundial’, en lugar del alimentador inferior de clase mundial que estafó a Venezuela por miles de millones.
Pero que continúe la desacreditación:
Su apuesta por la innovación y por la mejora de los procesos de producción de energía eléctrica en Venezuela ha llevado a Derwick Associates a situarse, en poco tiempo, en una posición de privilegio para acometer proyectos de envergadura tanto dentro como fuera de las fronteras venezolanas. De hecho, desde 2010, Derwick ha edificado 11 plantas termoeléctricas de ciclo simple que han añadido 1.386 MW al sistema eléctrico de Venezuela y creado más de 12.000 puestos de trabajo y beneficiado a cerca de 700.000 familias, lo que le ha convertido en una de las empresas privadas más importantes del sector eléctrico venezolano.
La afirmación absurdamente risible sobre la creación de 12,000 empleos solo puede ser superada si no se agrega que estafaron al gobierno venezolano por casi $ 3 mil millones debido a la sobrefacturación. Derwick y Betancourt no agregaron valor a ninguno de los proyectos en los que trabajaron, simplemente consiguieron que sus amigos les dieran contratos, luego subcontrataron y se sentaron allí cobrando como un operador de cabina de peaje. Otros hicieron todo el trabajo y también se enriquecieron: los socios de Betancourt, Jeff y Cara Canon, de ProEnergy Services.
Pero, curiosamente, Betancourt omitió deliberadamente ciertos aspectos de su ‘carrera’ de su página biográfica. Por alguna razón, no hay noticias sobre sus acuerdos con la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y su participación en lo que algunos han descrito como una estafa de $500 millones. Tampoco se menciona la ‘relación profesional’ de Betancourt con Gazprom y Gazprombank (como afirmó en una espuria demanda contra el Banco Venezolano de Crédito en Miami) como «consultores externos para sus operaciones en la región andina». No hay evidencia, en ninguna parte, de que Gazprom o Gazprombank contrataron a Betancourt, en cualquier capacidad.
Mentiras a pesar de todo, Betancourt parece decidido a continuar con su proceso de adelgazamiento (entendido también como la característica de ciertos «empresarios» latinos de explotar a los amigos de la infancia y las redes nepotistas como único rasgo redentor). Una revista financiera española, con un historial igualmente falso, entregó recientemente a Betancourt un premio por «aportaciones a la marca España». Además, Betancourt ha logrado sobornar o cooptar a la universidad de ingeniería más reputada de Venezuela (Universidad Simón Bolívar) para lanzar algún tipo de programa de capacitación (los boligarcas parecen tener debilidad por los ‘programas universitarios’). Betancourt también está a punto de lanzar un «centro tecnológico de turbinas», donde Derwick Associates, una empresa que subcontrata todo a terceros, dará servicio a las centrales eléctricas que funcionan mal en Venezuela.
A su debido tiempo, Betancourt y sus socios probablemente serán «aceptados» por la nobleza, la alta burguesía y las clases gobernantes de España, eso si logran salir ilesos del caso legal pendiente en los EE. y Betancourt tiene suficiente dinero para comprar su camino a la cima. Su marca, Derwick Associates, parece estar perdiendo su valor con bastante rapidez, aunque es fascinante ver, en tiempo real, cómo los matones latinoamericanos se involucran en Slimification.