“En reconocimiento a su esfuerzo y dedicación, y a su destacada actividad profesional, laboral, comercial, empresarial, académica, cultural y social enfocada al servicio y beneficio de la administración pública y privada, del municipio, así como del Estado Táchira y la República Bolivariana de Venezuela”, reza el laudo. Apenas hay constancia de su actividad empresarial en los registros venezolanos. Se trata de una empresa con el mismo nombre de la empresa de venta de alimentos para Claps, registrada en Caracas en 2005. Solo tiene dos empleados y, según el Registro Nacional de Contratistas (RNC), no consta que haya firmado acuerdos con el Estado o tramitar divisas preferenciales en la extinta Comisión de Administración Monetaria (Cadivi). La oficina está en un pequeño edificio en Las Mercedes,Aún así, el reconocimiento por parte de Vielma Mora, quien en su juventud participó en el intento de golpe de Estado de 1992 liderado por Hugo Chávez y hasta hace meses fue ministra de Nicolás Maduro, no parece casual. Vielma Mora fue pieza clave en el nacimiento del Clap como programa masivo. A fines de 2016, Cobiserta, empresa adscrita al gobierno del estado Táchira, firmó un primer contrato con Group Grand Limited, empresa registrada en Hong Kong y administrada por los empresarios colombianos Alex Saab Morán y Álvaro Pulido Vargas, para la compra de alimentos para los CLAP. Al final, el dúo de empresarios colombianos, ahora investigados en países como Colombia y México, se convirtió en el principal importador del programa estatal, al adjudicarse al menos dos contratos por cerca de 800 millones de dólares.
Ese fue el comienzo de un programa que estaba planeado para producir alimentos localmente, como pequeñas células partidistas, pero derivó en importaciones masivas a través de intermediarios seleccionados por el Gobierno. Hasta 2017 compraban los combos de comida principalmente en México y luego los revendían a Venezuela a precios que oscilaban entre 34 y 39 dólares por cada caja Clap. Pero desde el año pasado, empresas de Turquía comenzaron a ganar terreno a través de estos intermediarios, mientras las autoridades de Caracas estrechaban su relación política y comercial con el régimen de Recep Tayyip Erdogan, quien se ha convertido en uno de sus principales aliados globales. Incluso Lido Internacional ha comprado alimentos a fabricantes mexicanos y turcos, según panjiva.com, una base de datos especializada en comercio internacional.
Las pocas cifras oficiales indican que el Clap es un negocio que no ha dejado de crecer. En 2018, el Gobierno repartió 114 millones de cajas Clap, que se suman a los 91 millones repartidos en 2017, lo que equivaldría a gastar entre 6.000 y 8.000 millones de dólares en tan solo dos años. “Se repartieron 114 millones de combos Clap a nivel nacional, víveres a tu puerta. El lema debería ser ‘¡Llegó el Clap!’ ¡La revolución lleva los comestibles directamente a tu puerta!» dijo Maduro recientemente.
Ahora se sabe que Lido Internacional, la empresa de Gassan Salama, tuvo una porción de ese jugoso pastel. Su empresa, al igual que FB Foods LLC y Wellsford Trading Corp, otros dos proveedores panameños de Clap, escaparon del veto comercial impuesto por el Gobierno venezolano en abril del año pasado contra casi un centenar de empresas del istmo, luego de que el presidente panameño, Juan Carlos Varela, sancionara a 55 funcionarios venezolanos. . “Allá en 2016 Panamá promovía la venta de alimentos a la hermana nación de la República de Venezuela. Ahora extrañamente se quiere desacreditar la oferta de alimentos que están desarrollando las empresas panameñas”, criticó Salama a través de un tuit publicado el 14 de julio de 2018.
Si bien Gassan Salama es prácticamente desconocido para el público en general en Venezuela, ese no es el caso en Panamá. Durante años, se ha movido entre la política y el mundo empresarial. Luego de ser presidente de la Cámara de Comercio, Agricultura e Industria de Colón -el puerto caribeño de Panamá que alberga una próspera zona franca- de 2000 a 2002, asumió como gobernador de esa provincia en 2003. «Como ex gobernador de la provincia de Colón, Panamá, y como hijo de la Revolución Palestina, le reitero nuestro más profundo cariño a usted, Comandante Fidel, y al pueblo cubano», escribió Salama en 2004 en el Granma, el diario oficial cubano.
Además de Lido Internacional, Gassan Salama está relacionado con ocho empresas más, casi todas registradas en Colón. La «causa palestina» es otra de sus banderas y mueve a varias organizaciones que promueven los vínculos palestinos con América Latina. Además de Venezuela, ha llevado su negocio a Cuba y Bolivia. “Sus vínculos con estos países son tan políticos como comerciales”, explican fuentes panameñas.
Su papel como empresario no escapa a la polémica. Gassan Salama está relacionado con Investigaciones Marinas del Istmo (IMDI), creada hace 19 años en la provincia de Colón y acusada de saquear los restos del galeón San José, barco español hundido en 1631 en el Golfo de Panamá. Entre 2013 y 2014, la empresa rescató un tesoro de monedas de plata que finalmente fueron decomisadas por el Servicio Nacional de Aduanas. El 5 de julio de 2012, el diario La Prensa se refirió al trabajo de IMDI como «cazadores de tesoros sin control» y advirtió que «IMDI pudo haber sustraído oro, plata u objetos de barcos que naufragaron allí (aguas cercanas a Contadora), sin declararlos y así el Instituto Nacional de Cultura (Inac) no pudo determinar si debían ser conservados en museos, en caso de que tuvieran valor histórico”.
Años después, un informe de la Unesco del 7 de diciembre de 2015 señalaba la responsabilidad del IMDI?? en el caso de San José. Según la reseña que hizo el diario La Prensa sobre ese reportaje, la actuación de la empresa fue una «simple operación de extracción de objetos enmascarada en un supuesto proyecto arqueológico» y que «las actividades realizadas por IMDI pudieron haber afectado a más de un naufragio hundido en la zona del archipiélago de las Perlas».
En la tercera sala de lo contencioso administrativo de la Corte Suprema de Justicia de Panamá se encuentran dos expedientes relacionados con la labor del IMDI. Hasta el momento eso no parece haber sido un obstáculo para que Gassan Salama continúe con sus negocios en Panamá y en el extranjero. El 21 de junio de 2018, apenas un mes después de participar como observador internacional en las elecciones venezolanas, el empresario panameño se reunió con el Ministro de Políticas de Integración Regional de República Dominicana, como uno de los representantes de la constructora China State Construction Engineering. Corporation Ltd (Cscec) para evaluar posibles inversiones en el país caribeño. “El grupo estaba integrado por Zhihe Zhang, Sui Man, Kevin Zhao, Zaid Yaafar y Gassan Salama”, informó el boletín presidencial de República Dominicana.
La búsqueda de nuevos negocios no le impide estar muy atento a la crisis político-institucional que se vive en Venezuela. El 25 de enero, dos días después de que la oposición venezolana proclamara a Juan Guaidó -presidente de la Asamblea Nacional con mayoría opositora-, como presidente interino de la República, Gassan Salama expresó sus críticas en Twitter. “Las democracias son para los que la entienden, no para los que pierden elecciones y siguen tramando golpes de Estado. Viva la democracia y viva Venezuela. Solo el pueblo venezolano resolverá sus diferencias internamente”.
Ziad Issa, Gassan Salama y Joe Tarazi
El nombre de Gassan Salama se repite en una treintena de compañías panameñas. Entre todas destaca la sociedad de Salama con la venezolana Nabetse del Valle Vásquez en la firma panameña ENERGY PROCESSING & RECYCLING INC. A Nabetse Vásquez se le identifica como «sobrina”, «hermana de crianza» o «testaferro» de Pedro León Rodríguez, aunque ambos no comparten apellidos. Pedro León Rodríguez fue en Venezuela director ejecutivo de la Faja Petrolífera del Orinoco, antes de ser arrestado en el año 2017 por las autoridades venezolanas, acusado de haber cometido hechos de corrupción que causaron un daño patrimonial al Estado venezolano, que algunos calculan en cientos o miles de millones de dólares.
Personas familiarizadas con el asunto señalan que compañías de Nabetse Vásquez fueron utilizadas para contrataciones amañadas en la Faja Petrolífera del Orinoco y para el blanqueo de dinero de la corrupción.https://expresa.se/2023/02/27/los-negocios-de-nabetse-del-valle-vasquez-gomez-nelson-bustamante-abidar-y-los-hermanos-perez-abad-giraron-en-venezuela-sobre-el-mismo-eje-de-corrupcion-en-la-faja-petrolifera-del-orinoco.html