Maduro conspira para derrocar los gobiernos de la región que le adversan

Por: Sabrina Martin

Fuente: PanAmPost

Los recientes hechos de violencia en Ecuador y Colombia, demuestran cómo el régimen de Maduro toma acciones para atentar contra la paz de la región.

El intento fallido de Golpe de Estado en Ecuador y los atentados de la guerrilla colombiana desde Venezuela, demuestran una vez más cómo el régimen de Nicolás Maduro pasó de ser una amenaza contra la paz de la región, a tomar serias acciones que desestabilizan la política y seguridad de esos países.

El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, denunció que su antecesor Rafael Correa y el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, estarían detrás de las protestas antigubernamentales en ese país. Asegura que buscan desestabilizar su Gobierno.

“El sátrapa de Maduro ha activado junto con Correa su plan de desestabilización”, dijo Moreno. “Son los corruptos que han sentido los pasos de la Justicia cercándolos para que respondan. Ellos son quienes están detrás de este intento de golpe de Estado”, señaló Moreno.

“Hay individuos externos pagados y organizados para utilizar la movilización de los indígenas con fines de saqueo y desestabilización”, denunció Moreno.

Por su parte, el legítimo presidente de Venezuela, Juan Guaidó acusó también a Nicolás Maduro de financiar grupos irregulares para generar una crisis política e institucional en Ecuador.

No es de sorprender que el régimen de Maduro esté detrás de los hechos violentos en Ecuador, pues no es primera vez que de alguna manera participa en atentar contra la paz y seguridad de países de la región; tal es el caso de Colombia que ahora enfrenta a las guerrillas FARC y ELN financiadas y respaldadas desde territorio venezolano.

Hay que recordar que el mismo presidente colombiano Iván Duque denunció a Nicolás Maduro ante la Asamblea General de las Naciones Unidas por tener pruebas sobre la convivencia del régimen con el narcotráfico y el terrorismo transnacional.

“La dictadura venezolana es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional. Sus estructuras corruptas son servidoras de los carteles de la droga; sus alfiles son secuaces de la mafia y alimentan la violencia en Colombia; refugian a asesinos y violadores de niños, y quienes ignoran estos oprobios son cómplices de la dictadura”, dijo Duque.

Y es que además documentos de Inteligencia venezolana revelan la intención del régimen de Nicolás Maduro de desestabilizar a Colombia, por medio de su respaldo a los grupos guerrilleros colombianos que se han asentado en Venezuela.

Documentos «ultrasecretos» a los que tuvo acceso Semana, y elaborados por el Servicio de Inteligencia Bolivariano (Sebín) y el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEOFANB), expusieron por primera vez cómo la dictadura de Maduro colabora con las guerrillas para «efectuar posibles ataques terroristas en territorio colombiano».

A esta amenaza a la seguridad que representa la tiranía de Maduro, hay que sumarle la facilidad con la que la dictadura permite la salida de bandas criminales desde Venezuela.

A Perú, por ejemplo, el segundo país receptor de venezolanos, han ingresado más de 20 peligrosas bandas delictivas provenientes de Venezuela.

Óscar Pérez, exdiputado venezolano y presidente de la ONG Unión Venezolana en Perú, insinuó que el régimen de Maduro estaría infiltrando delincuentes y criminales en países como Perú para perjudicar a los migrantes venezolanos de bien.

«Resulta sospechoso la recurrencia y la violencia con la cual se están suscitando los delitos (…) No quiero decir que no sea espontáneo, pero lo que nos preocupa es la frecuencia. No hay un día en que no aparezca un venezolano en las noticias accionando de una manera irregular en el país», refirió.

Pérez indicó que «no sería descabellado pensar que pudiese haber una motivación política del régimen chavista de Maduro, con el fin de descalificar al éxodo, pero también para crearle un problema al Estado peruano», esto con el objetivo de que endurezca aún más sus políticas de migración.

Y es que la dictadura de Venezuela estaría trabajando para perjudicar la paz y la seguridad de países como Ecuador, Colombia y Perú; además de las consecuencias que trae la masiva migración venezolana. A esto habría que sumarle su vinculación con el narcotráfico y el lavado de dinero, tanto en Estados Unidos como en países de Europa.

«Ese país es territorio de logística y servicios para grupos terroristas y de narcotráfico; comparten abogados, contadores, transportistas, técnicos, etc», detalló. «Venezuela es el territorio de convergencia, el punto logístico para los grupos criminales», dijo a PanAm Post Joseph M. Humire, especialista en Seguridad.

Al menos tres grupos terroristas operan desde Venezuela gracias al chavismo: el ELN, las FARC y hasta el islámico Hizbulá. Una razón más que no solo debería preocupar a Estados Unidos, sino a los países democráticos de la región.

A esto se suman los funcionarios de Venezuela que hoy son prófugos de la justicia internacional, como es el caso de Tareck El Aissami, vicepresidente del área económica de Venezuela, que está en la lista de los diez prófugos más buscados, luego de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) publicara su nombre tras ser acusado por «narcotráfico internacional».

Los peligrosos amigos de Maduro

La amenaza que representa la dictadura en Venezuela va más allá. Sus alianzas políticas internacionales han logrado la presencia de Rusia, China, Cuba, Irán y hasta la influencia de Corea del Norte en suelo latinoamericano.

Analista consideran que lo que buscan los rusos en la región es tener incidencia en los países que ellos consideran como el «patio trasero de Estados Unidos», y para ello Venezuela se convirtió en su mejor aliado.

La presencia de China en Venezuela también se convirtió en una amenaza para Estados Unidos y los países de la región. El país asiático está tratando de hacerse con el control de los principales sectores industriales y económicos de Venezuela por medio de inversiones masivas y otorgando préstamos a cambio de activos en las compañías gasíferas y petrolíferas venezolanas.

Países ven de reojo la crítica situación

Gobiernos de la región que han manifestado su respaldo al presidente (e) de Venezuela, Juan Guaidó, han preferido ignorar su petición de aplicar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Se oponen a la conformación de una coalición que permita sacar del poder a Nicolás Maduro. Sus acciones se limitan a emitir comunicados.

Mientras Colombia y Ecuador se ven amenazados por las acciones de Maduro y la Izquierda en la región, las naciones no toman acciones contundentes para salir de la tiranía.

Un análisis escrito por el catedrático y columnista Héctor Schamis, publicado en el diario El País, señala que en el caso de Venezuela «la solución diplomática sería lo ideal». Sin embargo, asegura que «el problema es que, en política, lo ideal pocas veces tiene lugar en la realidad».

De acuerdo con Schamis, las peores dictaduras y regímenes en el mundo lograron conseguir su salida gracias a una intervención militar; situaciones que se asemejan mucho a la crisis que enfrenta hoy Venezuela.

El especialista recordó que «sin tropas americanas Milosevic no habría acudido a la mesa de negociación diplomática. Mucho menos habría muerto como prisionero en La Haya en 2006».

«La comunidad internacional debe entender, de una vez por todas, que la transición democrática venezolana no será desde un régimen autoritario como el de Pinochet, Videla, Franco o el Apartheid. Todas esas eran autocracias con una definición política e ideológica, y como tal dispuestas a la negociación cuando les llegó su hora. La de Maduro es la dictadura de una organización criminal en poder del Estado, involucrada en el lavado y el narcotráfico, y cómplice de grupos terroristas colombianos y extraregionales», sentenció.

Etiquetas: ELN. FARC, Hezbollah, ICE, narcotrafico, Organización Criminal Transnacional OCT, Tareck Zaidan El Aissami Maddah, terrorismo, TIAR

Tomado de Maduro conspira para derrocar los gobiernos de la región que le adversan