En Venezuela, los centros de reclusión del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) han sido escenario de cambios en sus directivas y en el caso del SEBIN, de requisas a los detenidos, según se ha difundido en las redes sociales. Estas acciones estarían relacionadas con la corrupción y el control de los presos políticos que se encuentran en dichas mazmorras.
El Helicoide: una mina de oro para algunos funcionarios
Uno de los centros de reclusión más emblemáticos del SEBIN es El Helicoide, ubicado en Caracas, donde se han denunciado casos de tortura y violación de derechos humanos. En este lugar, se habría generado una guerra interna entre dos clanes de funcionarios que buscaban sacar provecho económico de los detenidos con grandes recursos, como los del caso PDVSA-Cripto, entre otros.
Por un lado, estaba el clan liderado por el subdirector del centro penitenciario, comisario general Joher Cacique, quien habría heredado las cuotas del exdirector Yoendry Robles, y por el otro, el clan liderado por sabuesos de la brigada de investigaciones estratégicas comandada por el comisario Hugo Valera. Este último habría creado falsos positivos para desprestigiar al comisario Cacique y relevarlo de su cargo. Entre las víctimas de esta disputa estarían el capitán Juan Carlos Caguaripano Scott y el sargento mayor Juan Carlos Monasterios, así como la madre de este último, detenida injustamente en agosto de 2023.
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Finalmente, el comisario Cacique fue sustituido por un funcionario del SEBIN apodado «Mala Cara», quien estaba asignado al centro de reclusión del SEBIN conocido como La Tumba. Tras el cambio de mando, se habría ordenado una fuerte requisa a los detenidos en El Helicoide, comentándose sobre la supuesta presencia del ministro del Interior y Justicia, Remigio Ceballos. Según se ha rumorado en las redes sociales, la orden contemplaría que a varios presos políticos en El Helicoide les fuesen decomisados objetos tales como cocinas, teléfonos, neveras, etc, generando descontento entre los detenidos.
Centro de detención de la DGCIM también cambia de director
Los cambios no solo fueron en el SEBIN, sino también en la DGCIM. Sacaron a Mauro Bracho como director del centro de detención de la DGCIM en Boleíta, Caracas. Bracho había sido señalado de convalidar torturas a detenidos allí. En las redes sociales algunos usuarios han mostrado extrañeza por los cambios casi en simultáneo, primero en El Helicoide y luego en la DGCIM.
Mauro Bracho
Estos hechos evidencian la situación de precariedad y vulnerabilidad que viven los presos políticos en Venezuela, así como la falta de transparencia y rendición de cuentas de los organismos de seguridad del Estado.
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