El llamado testaferro de Nicolás Maduro no tendrá libertad bajo fianza y enfrentará su juicio detenido, un proceso que tendrá consecuencias para el chavismo.
Redacción | Primer Informe
Un temeroso Álex Saab se presentó ante el juez federal estadounidense John O’Sullivan. El balance de la primera sesión del juicio contra el empresario da un vistazo a lo que viene.
A pesar de que la defensa solicitó libertad bajo fianza para el acusado, el juez negó la petición. Como corre el riesgo de fuga, debe ser encarcelado hasta el juicio, dijeron los fiscales.
Saab compareció a la audiencia inicial con un mono naranja y una mascarilla azul. La sesión se hizo a través de videoconferencia.
El inicio del esperado proceso contra el llamado testaferro de Nicolás Maduro tuvo una nutrida asistencia. Entre ellos, decenas de periodistas de medios de comunicación de Venezuela, EEUU y otros países.
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El abogado de Saab, Henry Bell, pidió que la lectura de cargos se programara en dos semanas. Algo que concedió el magistrado O’Sullivan. Esa audiencia quedó programada para el 1 de noviembre. Bell argumentó la necesidad de informar a su cliente sobre el proceso en su contra.
El defensor también insistió en una apelación pendiente que dice que Saab fue arrestado injustamente porque tenía inmunidad diplomática. Argumento usado reiteradamente en vano para intentar que el polémico empresario quede libre.
A través de abogados, Saab niega haber cometido algún delito. Lo mismo que dijo en un comunicado leído por su esposa el domingo.
En la audiencia del lunes, habló a través de un intérprete por teléfono mientras estaba sentado detrás de una mesa. Las piernas inquietas revelaban el nerviosismo del colombiano.
Las consecuencias del juicio a Saab
La extradición de Saab y la interrupción de las negociaciones con la oposición tendrá otras consecuencias. La probabilidad de de que Estados Unidos levante, al menos parcialmente, las sanciones al régimen chavista es ahora mucho menor.
Sin embargo, Fernando Ferreira, director de riesgo geopolítico de Rapidan Energy Advisors. LLC, opinó: “La flexibilización de las sanciones es menos probable pero no imposible”, dijo Ferreira.
Los cargos de 2019 contra Saab se derivan de su participación con el gobierno venezolano a partir de 2011 bajo el difunto presidente Hugo Chávez. Saab y su socio comercial Álvaro Pulido supuestamente estuvieron involucrados en un esquema de lavado de dinero y sobornos. Los fondos provenían de un contrato con el gobierno para construir casas para personas de bajos ingresos.
Saab saltó a la fama después de que el medio de comunicación venezolano Armando.info arrojara luz sobre los acuerdos que logró para suministrar el programa de control social por hambre, conocido como CLAP.
Con el tiempo, su papel se convirtió en un agente comercial para Maduro. Saab vendía de todo. Desde medicinas hasta gasolina, importada de Turquía e Irán.
Al principio, tanto Saab como el régimen de Maduro negaban tener una relación. Pero después de su arresto en Cabo Verde, el gobierno de Maduro se refirió a Saab como un enviado diplomático especial. Todo el caso que presentaron sus abogados está basado en su defensa en motivos de inmunidad diplomática.
Con información de Bloomberg y Reuters.
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Tomado de Lo que quedó tras la primera presentación de Álex Saab ante el juez