LLORIQUEO. Comparto con Umberto Eco su precepción a cerca de la defensa de la libertad de prensa, según la cual intervenir a su favor significa que la sociedad, y con ella gran parte de la prensa, están enfermas. También es cierto que en las democracias propiamente dichas no hay necesidad de defender la libertad de prensa porque a nadie se le ocurre limitarla. Todo eso es una verdad. Eco sostiene que: la historia está llena de hombres atrevidos y carismáticos, con escaso sentido del Estado y altísimo sentido de sus propios intereses, que han deseado instaurar un poder personal, desbancando parlamentos, magistraturas y constituciones, distribuyendo favores a los propios cortesanos y a las propias cortesanas, identificando el placer personal con el interés de la comunidad. Particularmente recuerdo a Rafael Poleo decir (en referencia a Chávez recién salido de la cárcel): Casi parafraseando un relato de Umbert Eco: Puede que con Chávez encontremos la manera de un poco de orden. Después la corte se hizo larga y no sólo Poleo, también El Nacional yVenevisión, entre otros, ensalzaron al barinés. Ahora se quejan porque fueron excluidos de las prebendas del Estado. Ojalá un día Rafael Poleo reconozca que lo hizo y se deje de estar lloriqueando.
CRETINOS. A propósito de los insultos que recibo a través de twitter, me remito a otra reflexión de Umberto Eco: Las redes sociales le dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la colectividad, enseguida los callaban, mientras que ahora tienen el mismo derecho de palabra de un premio Nobel. Es una invasión de imbéciles. Si la televisión había aprobado al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior, el drama de Internet es que ha aprobado al tonto del pueblo como el portador de la verdad.
ASONADAS. Si hay riesgo de que pueda estarse gestando un golpe de Estado en la FANB, es muy probable que no sean pocos los interesados en embarcarse en una aventura que dé al traste con la constitucionalidad. En 1962, los militares desafectos a Betancourt no se pusieron de acuerdo y se atrevieron a dos intentonas (Carúpano y Puerto Cabello), ambas con dos meses de diferencia fueron sofocadas a sangre y fuego. 30 años después, se repitió la historia, esta vez contra CAP, e igual que en 1962 también fracasaron. Hoy tampoco hay consenso en los grupos insubordinados. En la práctica se presentan tres tendencias: 1) La que apoyaría el Gobierno si este llegara a tomar medidas extremas. Hasta ahora es la más fuerte y consistente. 2) La que derrocaría a Maduro para instaurar un Gobierno de transición que conduzca a elecciones presidenciales en un breve plazo (se apoya en la oposición) y 3) Un sector radical anticomunista que no se ubica ni con el Gobierno ni con la oposición. Impondría un Gobierno de facto de larga data y contaría con la anuencia de Washington. Este grupo toma peligrosamente cuerpo.
BALACERA. Es una pena que El Picure haya sido un delincuente. No obstante, si no lo fuera sido probablemente no tendría ese halo de aventura, de sorprendente ficción que lo hace tan similar a una fábula. Próximo a cumplir 31 años, el destino le jugó una mala pasada cuando su muerte ocurre en una emboscada que le tendieron precisamente en un sector de El Sombrero llamado Concha de Mango, esa acepción que en léxico popular significa algo fácil de resolver pero cierta dificultad. A El Picure le pusieron una concha de mango (le hicieron creer que la dependencia policial se encontraba sola) y hasta allá acudió a buscar venganza por la muerte de varios de sus subalternos, y vez de encontrarse unos policías amodorrados fue recibido por una lluvia de balas. Las autoridades no lo han dicho, pero se calcula que fueron abatidos cerca de 40 de los miembros de la banda. El fin de El Picure puede intimidar a los delincuentes, incluso, disuadirlos (supongo que ellos leen los periódicos y ven la televisión). Además, en buena medida, las heridas sufridas por la banda, le habían sido infligidas desde adentro; sin embargo, lo más seguro es que José Antonio Tovar Colina alias El Picure está muy lejos de ganarse el título de El último bandido.
MILITARIZACIÓN. Una vicepresidencia, una empresa pública y ocho ministerios están a cargo de militares. Cabe resaltar que la mayoría de ellos se desempeña en sectores claves de la APN. Los ministros son: Wilmar Castro Soteldo, Ángel Belisario Martínez, Rodolfo Marcos Torres, Vladimir Padrino López, Luis Motta Domínguez, Gustavo González López, Manuel Quevedo, Gerardo Izquierdo Torres, Daniel Aponte. Entretanto, de 23 gobernaciones, 10 están en manos de militares: Apure, Bolívar, Carabobo, Guárico, Nueva Esparta, Táchira, Trujillo, Yaracuy, Vargas y Zulia. Asimismo, a pesar de la orden que ha dado el Ejecutivo de regresar a los cuarteles, debe tenerse en cuenta que un buen número de oficiales activos se mantiene en las dependencias del Gobierno.
INTELIGENCIA. Hablando de la presencia militar, uno de los apartes del Gobierno manejado celosamente por personal castrense tiene que ver con la seguridad e inteligencia. Por ejemplo, desde que se inició la era chavista, la Disip (ahora Sebin) ha sido dirigida por militares (Jesús Urdaneta Hernández, Eliecer Otaiza, Carlos Aguilera, Miguel Rodríguez Torres y Gustavo González López, entre otros); ello ha levantado ronchas en el PSUV, donde Freddy Bernal lidera la tendencia opuesta a la militarización.
IRREGULARES. El hampa paramilitar. Obviando el “secretariado” que operaba en el centro del país bajo las órdenes de José Antonio Tovar Colina alias El Picure, en Caracas tiene su asiento un grupo irregular (del corte mencionado) en la Cota 905. Su influencia abarca bajo una extensa área que comprende El Cementerio, El Valle, La Vega y Caricuao, con vías de escape hacia las zonas boscosas de Pipe y La Mariposa.
ETERNIDAD. El pasado 2 de mayo falleció el ingeniero aeronáutico José Flaminio Cordido Santana. Se trata de quien en vida fuera el padre de nuestra lectora y amiga Maritza Cordido, y suegro de nuestro no menos entrañable Alex del Nogal. Conocemos de su afinidad y no nos queda más que pedir por su tránsito a la eternidad sin contratiempos. Para Alex y Maritza nuestra solidaridad. Amén.