Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, envió una extensa carta desde el Centro de Detención Metropolitano en Brooklyn, Nueva York, en la que defiende su inocencia, acusa al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de tener vínculos con el narcotráfico y denuncia las condiciones de su encarcelamiento.
García Luna fue detenido en diciembre de 2019 por agentes de la DEA en Texas y enfrentó un juicio en 2023 por cargos relacionados con el narcotráfico. En su carta, García Luna asegura que desde su arresto fue presionado para declararse culpable y testificar en contra de políticos y figuras clave en México. A cambio, recibiría beneficios económicos y una condena más corta, oferta que rechazó, alegando que hacerlo habría debilitado la paz pública y el desarrollo institucional de su país.
Durante su juicio en febrero de 2023, García Luna sostiene que no se presentaron pruebas físicas que acreditaran los cargos en su contra. Argumenta que no se ofrecieron documentos, fotografías, videos o registros de comunicaciones que lo vincularan con el narcotráfico, ni se encontraron irregularidades financieras en su patrimonio en Estados Unidos o México.
García Luna recalca que los testigos que testificaron en su contra eran narcotraficantes de alto perfil, como Jesús “El Rey” Zambada, quienes fueron, según él, manipulados por el gobierno de México para presentar testimonios falsos. Asegura que esos criminales fueron extraditados durante su mandato como secretario de Seguridad, y que los fiscales de Estados Unidos no corroboraron ni verificaron las afirmaciones de los testigos.
Asimismo, el exfuncionario mexicano denuncia que López Obrador y miembros de su gobierno han mantenido vínculos con narcotraficantes. En particular, García Luna menciona la captura reciente de Ismael “El Mayo” Zambada y una carta presuntamente escrita por el capo, en la que Zambada revelaría la conexión entre el presidente y el crimen organizado.
Acusaciones contra el gobierno de AMLO
En su misiva, García Luna acusa directamente al gobierno de López Obrador de utilizar información falsa durante su juicio para incriminarlo y sostiene que los registros de contactos entre el presidente y narcotraficantes están documentados en las cortes de México y Estados Unidos. Esta acusación fue desestimada por la presidente electa, Claudia Sheinbaum, quien calificó los dichos del exsecretario de Seguridad como “falsos” y aseguró que solo buscan “manchar” la reputación del presidente.
Sheinbaum defendió al mandatario, afirmando que López Obrador nunca ha tenido vínculos con el crimen organizado y que su gobierno se ha caracterizado por su lucha anticorrupción y la transformación política de México.
Condiciones en la cárcel y futuro legal
En cuanto a sus condiciones en prisión, García Luna denuncia haber sido sometido a condiciones “infrahumanas” y haber recibido amenazas sistemáticas durante los casi cinco años que lleva encarcelado. Alega haber sido segregado en una celda de castigo sin razón aparente y que, en dos ocasiones, los fiscales le asignaron compañeros de celda para grabar más de dos mil horas de conversaciones en un intento de incriminarlo. Sin embargo, asegura que dichas grabaciones no contenían evidencia alguna y fueron descartadas por el juez a cargo.
La sentencia de García Luna está programada para el próximo 9 de octubre, aunque él continúa afirmando su inocencia y que agotará todos los recursos legales disponibles para obtener su libertad.
La carta de Genaro García Luna no solo es un testimonio de su lucha legal, sino también una acusación directa contra el actual gobierno mexicano y su presidente, Andrés Manuel López Obrador. Esta misiva plantea los siguientes argumentos. legales:
Defensa de su Inocencia: Desde el comienzo, García Luna busca establecer una narrativa de persecución política, en la que él es la víctima de un complot entre el gobierno mexicano y narcotraficantes. Insiste en que no hay pruebas materiales que lo vinculen con el narcotráfico, lo que contrasta con los testimonios de criminales que él mismo ayudó a extraditar durante su mandato. La estrategia de desacreditar a los testigos con antecedentes delictivos refleja su intento de minar la credibilidad del caso en su contra.
Acusaciones Contra el Gobierno de México: García Luna va más allá de la defensa personal al acusar directamente al presidente López Obrador de vínculos con el narcotráfico. Esto representa un paso audaz, ya que al implicar al mandatario, busca trasladar parte de la atención mediática y judicial hacia el actual gobierno. Su mención de la captura de Ismael “El Mayo” Zambada y la supuesta carta que conecta a López Obrador con el crimen organizado es una maniobra para sembrar dudas sobre la legitimidad del proceso en su contra.
Denuncias de Violaciones a sus Derechos Humanos: Las condiciones de su encarcelamiento, según su relato, rozan la violación de los derechos humanos, con años en confinamiento solitario, amenazas y manipulaciones judiciales. García Luna intenta presentar su caso no solo como una injusticia legal, sino también como una afrenta a su dignidad como ser humano. Esta táctica puede estar dirigida a generar simpatía internacional y presión mediática, en un contexto donde las condiciones carcelarias en Estados Unidos ya han sido objeto de críticas.
Implicaciones Políticas y Legales: Las acusaciones de García Luna podrían tener ramificaciones tanto en México como en Estados Unidos. Si bien Claudia Sheinbaum y otros miembros del gobierno mexicano han desestimado sus afirmaciones, el peso mediático de estas denuncias puede influir en la percepción pública sobre el combate al narcotráfico en México. Además, la apelación de García Luna y su promesa de seguir luchando legalmente sugieren que el caso aún tiene un largo camino por recorrer en las cortes.
Tomado de Las escandalosas revelaciones de Genaro García Luna desde la cárcel de Nueva York