Aunque en la petrolera venezolana continúan trabajando sin parar con la finalidad de ordenar los recaudos necesarios para salir al mercado internacional con una emisión de bonos de hasta 3 mil 500 millones, el juego está trancado. El déficit de Pdvsa aún no está solucionado. Al respecto, sólo quedan dos opciones: o el Seniat acepta que los gastos de inversión social sean convertidos en neto como créditos fiscales, o los estados financieros de la petrolera deberán reflejar el enorme déficit y una nota al respectiva de los auditores externos KPMG. El decidir una u otra opción afectará el precio de los bonos y el rendimiento que éstos ofrecerán a los inversionistas. Así las cosas, sigue el retraso.