En el primer trimestre de este año, Citgo Petroleum Corporation adquirió una nueva deuda por 950 millones de dólares para garantizarle dividendos a PDV- América, filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA), en los Estados Unidos. La nueva deuda fue adquirida bajo tres modalidades de crédito distintas, con el propósito de que PDV- América pagara, a su vez, otras acreencias, cuyo vencimiento estaba previsto para el mes de agosto de este año, así como cubrir los montos de otras facilidades de crédito que le fueron retiradas ante el gran riesgo financiero en que se ha convertido cualquier negocio relacionado con Venezuela.
Citgo tuvo que pagar un alto precio para salir de la delicada situación de iliquidez que venía confrontando y que se agravó con la suspensión del suministro petrolero por parte de Venezuela, en los meses de diciembre de 2002 y enero de 2003, cuando los trabajadores de PDVSA se sumaron al paro cívico nacional en protesta contra el actual gobierno y en reclamo de una salida electoral que le permita al pueblo decidir sobre el destino político y económico del país.
El 28 de febrero de este año, el presidente de Citgo, Oswaldo Contreras Maza, emitió una declaración de prensa en los Estados Unidos, en la cual anunciaba la colocación de notas de crédito por 550 millones de dólares. También Contreras Maza informó someramente sobre dos operaciones de crédito adicionales, casi simultáneas, por 200 millones de dólares cada una. La primera, adquirida dando como garantía el 15,8 % de la participación de Citgo en el Oleoducto Colonial y el 6,8 % en el oleoducto Explorer. La segunda facilidad de crédito que le permitió obtener los 200 millones restantes, se realizó a cargo de la factura por cobrar de productos refinados. En total 950 millones de dólares en nueva deuda.