El presidente de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), Ignacio Salvatierra, propuso que banqueros y supervisores de la región establezcan una serie de estrategias conjuntas, a los fines de neutralizar las amenazas y potenciar las oportunidades del nuevo marco de regulaciones de capital de Basilea II.
Esta propuesta fue hecha por Salvatierra en el marco del seminario denominado ‘El Nuevo Acuerdo de Capital de Basilea: Retos y Oportunidades para las Américas’, organizado por Felaban, la Asociación de Supervisores Bancarios de las Américas (Asba) y el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla).
En el evento, realizado en México, el Presidente de Felaban hizo un completo análisis del entorno latinoamericano frente a los retos de aplicación del nuevo Acuerdo basado en los principales indicadores económicos de los países de la región. En este sentido, resaltó cinco puntos esenciales que han sido objeto de análisis por parte de Felaban a lo largo de los últimos meses y sobre los cuales se generaron propuestas alternativas de tratamiento.
En primer lugar, Felaban había señalado la inconveniencia de mantener una heterogeneidad de enfoques durante la implantación del acuerdo, porque esto implicaría posibles distorsiones competitivas entre los diversos actores del sistema financiero de América Latina. En segundo lugar, la Federación se había referido a las limitaciones a los reguladores locales para que consideraran como parte del capital aquellas provisiones que exceden pérdidas estimadas.
El tercer punto se refiere a que la industria en general apoyó la idea de recalibrar las curvas de capital iniciales e insistió, a fin de neutralizar la mayor sensibilidad al riesgo, en que el supervisor definiera de manera clara y precisa la metodología del ‘stress testing’. En cuarto lugar, Salvatierra subrayó a nombre de Felaban que ‘no hay un marco regulatorio apropiado para las agencias calificadoras de riesgo crediticio en la mayoría de lospaíses latinoamericanos’.
El quinto punto objetado por Felaban es que la nueva propuesta no toma en cuenta la diversificación de activos. Salvatierra resaltó el buen trabajo del Comité de Basilea, su apertura a considerar parcialmente algunas propuestas que se reflejan en la versión final aprobada de Basilea II y su intención del Comité de continuar el diálogo con la banca. Sin embargo, dijo que se hizo evidente que a pesar de haber incluido ajustes, castigará en forma asimétrica a algunas regiones y exposiciones, afectando negativamente préstamos a gobiernos y empresas.