LA pregunta fue así: «Usted está respaldado por la petrolera venezolana PDVSA y también por el gobierno del estado venezolano. ¿Cómo sucedió eso?» La pregunta se la hizo un periodista de la web oficial de Fórmula 1 al aspirante a piloto de F1 Pastor Maldonado, de Venezuela, que ha estado probando en los últimos días para Hispania Racing Team y Williams en Abu Dabi.
Maldonado, quien ganó el título de GP2 este año, ha sido mencionado como un posible reemplazo de Nico Hulkenberg, en el equipo Frank Williams F1. También se ha mencionado, en otros informes, que se cree que la entrada de Maldonado a la F1 vale hasta $ 15 millones sin definir para el equipo Williams.
Ahora, no me malinterpretes en esto. Siendo un petrolero, me encantaría ver a un compatriota venezolano compitiendo en la máxima categoría del automovilismo, y traer de vuelta los buenos recuerdos de los años 80, cuando los pilotos venezolanos eran habituales en las máximas categorías. Personalmente, no tengo nada en contra del pastor Maldonado.
Lo que encuentro objetable es que la empresa petrolera de Hugo Chávez, PDVSA, esté gastando $15 millones del dinero de los contribuyentes venezolanos en esta aventura. Eso sí, Chávez nos ha dicho, una y otra vez, que el capitalismo debe ser destruido, que los oligarcas venezolanos son la escoria de la tierra, que PDVSA ahora se dedica por completo a objetivos sociales y a aliviar el sufrimiento de los marginados. etc., etc., y SIN EMBARGO, está pagando su entrada al deporte más exclusivo, caro, burgués, elitista y capitalista del mundo, léase Fórmula 1. Si hay una antítesis de lo que sea que represente la revolución socialista de Hugo Chávez, esa es la Fórmula 1. ¿Puede alguien explicarme esto?
En cuanto a los $15 millones que Maldonado aportará al equipo de Williams, el Sr. Williams debería reflexionar sobre las consecuencias para su reputación ganada con tanto esfuerzo si acepta dinero de Chávez.