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Por Eva Cordero

Uno de los grandes beneficiados con el hipotético ascenso de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del Gobierno español sería, sin duda, el banquero hispanovenezolano Juan Carlos Escotet, propietario de las entidades Banesco y Abanca.

Desde hace algún tiempo, los negocios de Escotet han girado en España alrededor de la figura de Núñez Feijóo. La relación de Escotet con el líder del Partido Popular (PP) le ha permitido al banquero abrir muchas puertas dentro del mundo bancario y empresarial español, logrando así la absorción de las cajas gallegas, que terminó por integrar a Abanca.

Escotet afianzó su relación con Feijóo, cuando éste era presidente de la Junta de Galicia (2009 – 2022).

Con la bendición de Feijóo, Abanca tomó el control de Nueva Pescanova en 2020, tras culminarse una operación en la que adquirió un paquete de títulos, hasta entonces propiedad de Banco Sabadell y CaixaBank, equivalente al 39,8% de su capital. Tras esta compra, Abanca se convirtió en titular de la mayoría de las acciones de la pesquera gallega. Sin embargo, tal parece que con la operación de 2020, algo más esperaba Abanca, entidad que en abril de 2023 anunció un acuerdo con la empresa pesquera canadiense Cooke para la venta del 80% del capital. La transacción valora Nueva Pescanova en cerca de 800 millones de euros, mientras se anunciaba que la empresa seguiría teniendo su marca y sede en Vigo (Pontevedra). Abanca permanecerá como socio minoritario, con el 20%, para “apoyar el proyecto empresarial”.

Nueva Pescanova es una compañía joven que nació en 2015 tras un complejo proceso de refundación societaria de la vieja matriz (Pescanova SA) que quebró en 2013 y fue a concurso de acreedores. El resultado de la segregación fue una compañía nueva, que heredó la valiosa marca de su predecesora, la mayor parte de los activos y prácticamente toda su extensa plantilla.

Desde el inicio, la sociedad estuvo bajo el control de la banca acreedora (Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, BBVA, CaixaBank y UBI Banca) que, tras una generosa quita derivada del proceso concursal —de casi 2.000 millones de euros—, optó por convertir en capital una deuda acreedora por valor de otros 2.000 millones de euros.

Pescanova SA quebró en marzo de 2013 después de que aflorara una deuda financiera de 3.600 millones de euros. La pesquera acabó en manos de la banca acreedora y fue refundada en una nueva sociedad, que no era otra que Nueva Pescanova. Una veintena de responsables de aquella nefasta gestión, encabezada por Manuel Fernández de Sousa, máximo accionista y responsable de la compañía durante 37 años, fueron condenados por una batería de delitos.

Alberto Núñez Feijóo, como presidente entonces de la Junta de Galicia, siguió de cerca la evolución de Pescanova y la relación entre sus accionistas desde que el grupo entrara en concurso de acreedores y amenazara con provocar una explosión social en Galicia.

La compañía de alimentación Nueva Pescanova cerró el ejercicio 2020 con una pérdida neta de 39 millones de euros, dos menos de los que perdió un año antes. En ese año, sus ingresos sufrieron una contracción del 14% por el impacto que los cierres en la hostelería tuvieron en sus ventas, hasta los 905 millones.

En los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal de 2022-2023, Nueva Pescanova registró 60,46 millones de euros de pérdidas. Se trata de las pérdidas más abultadas de la compañía desde su constitución en 2015 como sociedad limitada después de una profunda reestructuración que la dejó en manos de bancos acreedores, incluido Abanca.

Casualidad o no, el periodista Isaac González Toribio, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de ABANCA, fue entre los años 2009 y 2011 director de comunicaciones corporativas de Pescanova. Ahora González se ocupa de intentar resguardar la imagen pública de ABANCA y de Escotet.

Una historia de favores

La historia de cómo Juan Carlos Escotet, fundador de Banesco, se hizo con el control de las antiguas cajas de ahorros gallegas es un ejemplo de cómo la economía y la política se entrelazan para favorecer los intereses de unos pocos en detrimento del bien común. Escotet ha contado con la colaboración del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ha facilitado la privatización y el desmantelamiento del ahorro gallego.

Cómo Escotet se hizo con el botín de las cajas gallegas gracias a Feijóo

Juan Carlos Escotet es el hombre más rico de Venezuela y el dueño de Abanca, el mayor banco de Galicia. Su fortuna se ha cimentado sobre la ruina de las antiguas cajas de ahorro gallegas, que fueron fusionadas y rescatadas con miles de millones de euros públicos para luego ser vendidas a Escotet por una cifra irrisoria. Detrás de esta operación se encuentra la sombra del expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ha apoyado y favorecido al banquero venezolano en todo momento.

El origen: la fusión de las cajas

Todo comenzó en el año 2010, cuando Feijóo impulsó la fusión de las tres cajas gallegas: Caixa Galicia, Caixanova y Caixa Rural. El objetivo era crear una entidad fuerte y solvente que pudiera hacer frente a la crisis financiera. Sin embargo, pronto se descubrió que las cajas estaban llenas de agujeros contables, créditos morosos y activos tóxicos. La fusión fue un fracaso y la nueva entidad, llamada NovaCaixaGalicia (NCG), tuvo que ser intervenida por el Estado.

El rescate: miles de millones a fondo perdido

Para evitar la quiebra de NCG, el Estado tuvo que inyectar más de 9.000 millones de euros en ayudas públicas. De esta cantidad, solo se han recuperado unos 1.000 millones. El resto se ha dado por perdido. Además, el Estado tuvo que asumir los activos problemáticos de NCG y traspasarlos al banco malo (Sareb), con un coste adicional para los contribuyentes.

La venta: un chollo para Escotet

En el año 2013, el Estado decidió vender NCG al mejor postor. El único interesado fue Juan Carlos Escotet, que ofreció 1.003 millones de euros por el 88% del capital. Una cifra muy inferior al valor real de la entidad y al dinero público invertido en su rescate. Escotet se aprovechó de la urgencia del Estado por deshacerse del problema y de la falta de competencia en la puja. Además, consiguió unas condiciones muy ventajosas: no tuvo que asumir ningún riesgo ni responsabilidad por las demandas judiciales contra NCG y obtuvo una garantía del Estado por valor de 1.162 millones para cubrir posibles pérdidas futuras.

El apoyo: Feijóo, el padrino de Escotet

La venta de NCG a Escotet contó con el beneplácito y la complicidad de Feijóo, que vio en el banquero venezolano un aliado para mantener el control político y económico de Galicia. Feijóo facilitó la operación desde su posición de presidente de la Xunta y miembro del consejo de administración del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el organismo encargado de gestionar el rescate y la venta de las entidades intervenidas. Feijóo defendió públicamente la oferta de Escotet y presionó al Gobierno central para que la aceptara.

El resultado: Abanca, el banco de Feijóo

Desde que compró NCG, Escotet ha convertido a Abanca (el nuevo nombre comercial de la entidad) en el banco hegemónico de Galicia. Abanca gestiona el 40% de los ahorros de los gallegos y mantiene una fluida relación con el Ejecutivo autonómico, al que financia proyectos e iniciativas en diversos ámbitos: social, cultural, deportivo, educativo, etc. Abanca también ha ampliado su presencia en el resto de España y en el extranjero, comprando otras entidades como Banco Etcheverría, Banco Caixa Geral, Bankoa o Deutsche Bank Portugal. Además, Abanca se hizo con el control de Nueva Pescanova, la empresa resultante de la reestructuración del grupo pesquero gallego tras su concurso de acreedores, y prepara su venta a un socio industrial.

El beneficio: Escotet se forra a costa de los gallegos

La compra de NCG ha sido un negocio redondo para Escotet, que ha multiplicado el valor de su inversión en pocos años. Según los últimos datos disponibles, Abanca obtuvo en 2020 un beneficio neto de 230 millones de euros, pese a la pandemia. Su patrimonio neto se situó en 4.300 millones y su valor en libros en 5.600 millones. Es decir, Escotet podría vender hoy Abanca por más de cinco veces lo que pagó por ella. Todo ello, gracias al expolio de las cajas gallegas y al apoyo incondicional de Feijóo. Un escándalo que ha pasado desapercibido para la mayoría de los gallegos, que han perdido su patrimonio financiero y social en manos de un banquero foráneo y de un político cómplice.

La universidad: el regalo de Feijóo a Escotet

Uno de los últimos favores de Feijóo a Escotet ha sido autorizar la creación de la primera universidad privada de Galicia, vinculada a Abanca y a su obra social, Afundación. Se trata de la Universidad Intercontinental de la Empresa (UIE), que será dirigida por Miguel Ángel Escotet, primo del banquero venezolano y experto en educación superior. La UIE tendrá dos campus en A Coruña y Vigo y ofrecerá cuatro titulaciones de grado y cuatro másteres en el ámbito de la administración de empresas, el derecho y la ingeniería.

La polémica: la oposición denuncia el chiringuito

La oposición política ha rechazado la UIE y ha acusado a Feijóo de favorecer los intereses privados de Escotet en detrimento del interés público. El PSdeG ha calificado la UIE de «chiringuito» y ha denunciado que se trata de una «universidad a medida» para Abanca. El BNG ha cuestionado la legalidad y la oportunidad de la UIE y ha señalado que responde a una «estrategia privatizadora» del PP. El grupo común da esquerda ha lamentado que Feijóo «regale» a Escotet una universidad privada con fondos públicos.

La defensa: Feijóo alaba la UIE como un proyecto innovador

Feijóo ha defendido la UIE como un proyecto innovador, internacional y orientado al mundo empresarial. Ha asegurado que la UIE cumplirá con todos los requisitos legales y académicos y que no supondrá una competencia desleal para las universidades públicas. Ha argumentado que la UIE contribuirá al desarrollo económico y social de Galicia y que atraerá talento e inversión.

El negocio: Escotet se asegura un nicho de mercado

La creación de la UIE supone un nuevo negocio para Escotet, que se asegura un nicho de mercado en el sector educativo superior. La UIE tendrá un carácter elitista y selectivo, dirigido a un público con alto poder adquisitivo dispuesto a pagar por una formación diferenciada y vinculada al mundo empresarial. La UIE también podrá beneficiarse de los fondos europeos destinados a la recuperación económica tras la pandemia, así como de las ventajas fiscales derivadas de su condición de entidad sin ánimo de lucro.

El beneficio social: Escotet se lava la cara con su obra social

La creación de la UIE también supone un beneficio social para Escotet, que se lava la cara con su obra social, Afundación. Escotet ha utilizado Afundación como una herramienta para mejorar su imagen pública y ganarse el aprecio de los gallegos. Afundación gestiona diversos proyectos e iniciativas en el ámbito cultural, social, educativo y medioambiental.

La influencia política: Escotet se asegura el respaldo de Feijóo

La creación de la UIE también supone una influencia política para Escotet, que se asegura el respaldo de Feijóo. Escotet ha mantenido una estrecha relación con el expresidente de la Xunta desde que compró NCG. Escotet ha apoyado las políticas y los proyectos de Feijóo, tanto en el ámbito financiero como en el social. Escotet ha financiado a la Xunta y a sus empresas públicas, ha colaborado con sus planes sociales y culturales y ha participado en sus misiones comerciales al extranjero. Escotet también ha sido un interlocutor privilegiado de Feijóo ante el Gobierno central y ante las instituciones europeas.

La influencia económica: Escotet se asegura el control del tejido empresarial

La creación de la UIE también supone una influencia económica para Escotet, que se asegura el control del tejido empresarial gallego. Escotet ha convertido a Abanca en el banco hegemónico de Galicia, con una importante cuota de mercado. Escotet ha financiado y participado en las principales operaciones empresariales de Galicia, como la compra de Nueva Pescanova.

La influencia social: Escotet se asegura el apoyo de los gallegos

La creación de la UIE también supone una influencia social para Escotet, que se asegura el apoyo de los gallegos. Escotet ha sabido ganarse la simpatía y la confianza de los gallegos, a pesar de su origen foráneo y de su pasado polémico. Escotet ha mostrado su compromiso con Galicia y su cultura, ha patrocinado eventos deportivos y festivos y ha colaborado con entidades sociales y solidarias. Escotet también ha cultivado una imagen cercana y humilde, alejada del estereotipo del banquero arrogante.

Pescanova: el rescate de Escotet a Feijóo

Otro de los negocios que ha unido a Escotet y Feijóo ha sido el de Pescanova, el emblemático grupo pesquero gallego que entró en concurso de acreedores en 2013 tras descubrirse un agujero contable de más de 1.600 millones de euros. Escotet acudió al rescate de Feijóo, que temía el impacto social y económico de la quiebra de Pescanova, una empresa que empleaba a más de 10.000 personas en Galicia y en el mundo. Escotet se hizo con el control de Nueva Pescanova, la sociedad resultante de la reestructuración del grupo, tras comprar las participaciones que tenían las entidades financieras acreedoras.

La ampliación: Escotet se queda con el 97% de Nueva Pescanova

En febrero de 2021, Escotet dio un paso más en su dominio sobre Nueva Pescanova al acudir en solitario a una ampliación de capital voluntaria por valor de 267 millones de euros. Con esta operación, Escotet elevó su participación en Nueva Pescanova del 88,4% a más del 97%. Algunos analistas justificaron la ampliación como una forma de reforzar la solvencia y la liquidez de Nueva Pescanova, que se vio afectada por la pandemia y por la subida del precio del petróleo. Sin embargo, otros supusieron otros supusieron que la ampliación era una maniobra para diluir la presencia de otros acreedores facilitar la venta posterior de la compañía.

La venta: Escotet prepara el traspaso de Nueva Pescanova a un socio industrial

Ya en 2023, se hizo público que Escotet preparaba la venta de Nueva Pescanova a un socio industrial que tomara una participación mayoritaria. Según fuentes financieras, el banco presidido por Escotet había aceptado la oferta del grupo canadiense Cooke, especializado en acuicultura y productos del mar. La operación se cerraría si el comprador certificaba la adquisición tras someter a la empresa gallega a un análisis pormenorizado de sus cuentas. El precio final no se ha desvelado, pero se estima que oscilará entre los 600 y los 700 millones, incluyendo la deuda.

El apoyo: Feijóo respalda la venta de Nueva Pescanova a Escotet

La venta de Nueva Pescanova a Escotet, a través de Abanca, contó con el respaldo de Feijóo, que vio en el banquero venezolano un salvador para el grupo pesquero gallego. Feijóo facilitó la operación desde su posición de presidente de la Xunta. Feijóo defendió públicamente la oferta de Escotet.

El beneficio: Escotet se forra con la venta de Nueva Pescanova a un socio canadiense

La venta de Nueva Pescanova a un socio canadiense supone un beneficio económico para Escotet, que se forra con la operación. Escotet podría vender hoy Nueva Pescanova por más de cinco veces lo que pagó por ella.

Los anteriores son solo algunos ejemplos de cómo la relación entre Juan Carlos Escotet y Alberto Núñez Feijóo le ha reportado y sigue reportando abundantes beneficios al banquero, beneficios que pudieran alcanzar su pico máximo si Feijóo logra hacerse con la presidencia del Gobierno español.


Semanario El Venezolano. Madrid, del 03 al 16 de agosto de 2022

Tomado de Eventual arribo de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del Gobierno supondría un fuerte impulso para los ambiciosos planes expansionistas de Juan Carlos Escotet en España y el resto de Europa

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