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Uno de los focos del equipo estadounidense que investiga el caso de Álex Saab, está puesto sobre Shadi Saab, hijo del supuesto testaferro chavista, quien tuvo contactos con el FBI cuando fue detenido en Cabo Verde, reseñó Jaime Garvett en Primer Informe.

Las pesquisas que ya tenían en Washington sobre la actuación de este joven aspirante a actor en la red criminal de lavado diseñada por su padre, están siendo estudiadas a profundidad en un expediente de Segundo Nivel.

En Florida, según reportó El Tiempo, se activó un operativo judicial para la persecución al círculo más íntimo de Álex Saab. El interés de los agentes de justicia estadounidenses, está en dar con el paradero de Álvaro Pulido y de Shadi Nain Saab Certain.

A Pulido, un informe de inteligencia de Colombia lo ubica resguardado en Caracas. Mientras la ubicación del hijo de Saab aún es un misterio.

Shadi Saab tampoco es un completo extraño para las autoridades estadounidenses. En los días que siguieron a la captura de su padre en Cabo Verde, él salió a relucir en uno de los primeros avances de información que dio el presunto testaferro a agentes estadounidenses.

Aunque para la fecha ya Baltasar Garzón estaba certificándose como el defensor de Saab, todo esto ocurrió antes de que el régimen de Maduro asumiera el control total de su defensa. En ese momento Shadi Saab también tuvo que detener sus conversaciones con el FBI.

Shadi fue preparado por su padre para asegurar la continuidad de sus negocios. El portal Las 2 Orillas, asegura que Saab llevaba a Shadi a sus viajes entre Venezuela, Colombia y México, países claves para su red de lavado. Dicen que Saab sacaba provecho de la visa americana de su hijo para convertirlo en su contacto en EEUU.

Entre 2015 y 2017, Shadi Saab estuvo probando suerte como actor en California, mientras ejercía como director del Grupo Grand Limited. Su cotidianidad en Los Ángeles no contaba con los aprietos de la mayoría de los aspirantes en Hollywood. Shadi se daba una holgada vida de lujos proporcionada por ser uno de los principales socios de la firma creada por su padre. Esta fue la que terminaría involucrándolo en el caso tal como lo confirmó el Departamento del Tesoro de EEUU.

Álex Saab introdujo a su hijo en la red de empresas internacionales desde los 19 años, cuando lo puso al frente, en los papeles, de la mencionada empresa registrada en Hong Kong en 2013. La compañía importaba alimentos de baja calidad desde México hasta Venezuela y los vendía con sobreprecio al régimen chavista. Esta era la comida que componían las cajas del programa de alimentos subsidiados CLAP, de Venezuela.

El especialista en seguridad internacional Joseph Humire, experto en el caso Saab, dijo a Panampost que cree que el testaferro «estaba formando a Shadi para que siguiera sus pasos, para que sea un arquitecto financiero de su red criminal».

Shadi entró directamente en el radar del FBI cuando en junio del 2020 Saab cayó y confirmó que su hijo estaba dentro de su organización criminal. Al momento de la captura del empresario colombiano, Shadi se encontraba en Europa, según confirmaron a este periodista fuentes federales. Tras ser contactado por el FBI, Shadi decidió irse hasta Praga. Desde la capital de República Checa inició sus conversaciones con los agentes federales.

Shadi fue preparado por su padre para asegurar la continuidad de sus negocios. El portal Las 2 Orillas, asegura que Saab llevaba a Shadi a sus viajes entre Venezuela, Colombia y México, países claves para su red de lavado. Dicen que Saab sacaba provecho de la visa americana de su hijo para convertirlo en su contacto en EEUU.

Álex Saab introdujo a su hijo en la red de empresas internacionales desde los 19 años, cuando lo puso al frente, en los papeles, de la mencionada empresa registrada en Hong Kong en 2013. La compañía importaba alimentos de baja calidad desde México hasta Venezuela y los vendía con sobreprecio al régimen chavista. Esta era la comida que componían las cajas del programa de alimentos subsidiados CLAP, de Venezuela.

El especialista en seguridad internacional Joseph Humire, experto en el caso Saab, dijo a Panampost que cree que el testaferro «estaba formando a Shadi para que siguiera sus pasos, para que sea un arquitecto financiero de su red criminal».

Shadi entró directamente en el radar del FBI cuando en junio del 2020 Saab cayó y confirmó que su hijo estaba dentro de su organización criminal. Al momento de la captura del empresario colombiano, Shadi se encontraba en Europa, según confirmaron al periodista Jaime Garvett fuentes federales. Tras ser contactado por el FBI, Shadi decidió irse hasta Praga. Desde la capital de República Checa inició sus conversaciones con los agentes federales.

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