¿Quien no recuerda “Por estas calles”? Ahora resulta, que el caudillo golpista, excelente personificación de la filosofía inmortalizada por Eudomar Santos, se ha convertido en “el hombre de la etiqueta”. Como lo leen estimados lectores, Hugo Chavez nos quiere hacer creer que él ha devenido en zar anti corrupción, que él va a acabar con la boliburguesía, que él no estaba al tanto de los guisos que su acolito principal, Diosdado Cabello, estaba dirigiendo a través de Fernandez Barrueco. Chavez dizque no sabía que el hermano de Jessy había comprado bancos, en asociación con un lacayo de Jose Vicente Rangel. No vale si es que el tipo, que esta dizque rodeado de la mejor inteligencia cubana y tiene a toda Venezuela monitoreada, nunca se cruzo con Arné, o con Fernandez Barrueco, o con Ciliberto, en los últimos 7 años. Nadie le soplo al oído: “fíjese mi emperador, el G5 que acaba de adquirir el hombre de Mercal…” No notó nada extraño. Los caballos de carrera, los aviones, yates, casas, carros, viajes, adquisiciones en otros países… nada de ello levantó la suspicacia del caudillo. Les congelaron millones de dólares a personas del entorno mas cercano de Chavez, y el hombre peló la oportunidad de siquiera acusar al principado pirenaico de ser un bastión de la CIA.
Siendo que Venezuela es un pueblo, que todo el mundo le conoce los chismes al vecino, que nadie es capaz de mantener un secreto, que la manera y tamaño de las fortunas creadas de la nada no pueden esconderse, ni los juguetes que con dinero mal habido han adquirido los boliburgueses, resulta que Chavez no sabía un carajo. Y se supone que nosotros, los ciudadano de a pie, chavistas o no, tenemos que tragarnos ese mojón.
Toda Venezuela conoce la historia de Chavez. Todos sabemos que se pasó muchos años conspirando en contra de la democracia, planeando el asesinato de CAP, el asalto al poder. Lo sabían sus superiores, lo sabían sus compañeros, lo sabía un montón de gente. Sabemos que en Venezuela no existen secretos, menos en los niveles referidos, menos cuando se trata del getón que gobierna el país, que es incapaz de mantener el hocico, porque eso no es boca, cerrado. Recuerdo, por ejemplo, en la campaña presidencial del 2006, haber visto a Victor Ferrere en una reunión, dizque secreta, de miembros del comando estratégico de Manuel Rosales. Es decir, un confidente de Gustavo Cisneros, oyendo todo lo que el candidato de la oposición estaba planeando. Lo mismo aplica al otro lado. No hay seriedad, no existe el secreto en la vida política venezolana. Pero se supone que le creamos al caudillo. Se supone que asumamos como cierto el cuento sobre los banqueros que se entregaron en la DISIP, y la renuncia de Jessy. No me jodan.
Hablando con un amigo ayer, me comentaba: “Con tanto billete y posibilidades de escape, porque vamos a hablar claro, no es que esta gente tiene que ir a la agencia de viajes para irse del país, ¿cómo es eso que los carajos se entregaron así no mas?”
Le respondí: “muy sencillo compadre, para estos boliburgueses, no existe ningún lugar en el mundo mejor para estar preso que en el Helicoide. Visitas conyugales, teléfonos, televisión, papa a la carta, celdas para ellos solos… Aquí no estamos hablando de Simonovis, o de los reos de La Planta, La Pica, El Rodeo… Estos tipos no van a tener que fajarse para defender el culo, ni les van a violar sus derechos humanos. Estamos hablando de gente tan cercana a Chavez, con tal nivel de conocimiento de los guisos que este régimen ha hecho, que es impensable pensar, primeramente, que se van a ir del país, a sabiendas que en el exterior si les pueden meter los ganchos de verdad, como le hicieron a Kaufmann y cía. Segundo, ¿donde van a estar mejor que en el Helicoide? Allí los tienen cuidaitos, mientras dura el teatro. Me imagino las conversaciones entre Jessy y Arné, o Diosdado y Fernandez Barrueco “los vamos a poner en la sombra un ratico, pero tranquilos que la vaina es un paro”. Luego saldrán, a disfrutar de lo mal habido, o de lo que quede. Cuando veas que los están llevando para El Dorado, entonces créete el cuento. Solo cuando veas a los hermanos, padres, y colaboradores cercanos de Chavez en la cana, en la de verdad como la que alberga a Franklin Duran, entonces asume como cierta la nueva actitud. Mientras tanto, esto no es sino una comedia para posicionarse electoralmente”.