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La empresa creada en Maranello, Italia, por el Enzo Ferrari en 1947 ha estado en Venezuela pro casi siete décadas. De hecho, Venezuela fue uno de los primeros países fuera de Italia en el cual la firma estableció presencia oficial. La primera unidad llegada al país fue un coupé 195 Inter, adquirido por el empresario Enzo Panchetti y entregado en Caracas en 1952.

Ferrari tuvo un representante oficial directo en Caracas en Carlos Kaufmann, y aunque no instaló nunca un concesionario en el país, fungía como intermediario entre quienes deseaban adquirir un vehículo y la fábrica italiana, aprovechando su amistad con don Enzo.

En los años 50 y 60 del siglo pasado, Kaufmann importó varias docenas de unidades Ferrari al país, incluyendo tres biplazas 250 Testa Rossa originales para los pilotos-empresarios Marcelino “Lino” Fayén, Maurizio Marcotulli y Piero Drogo. También importó tres coupé de tipo 250 TdF para Mauricio Marcotulli, José Miguel Galia y Julio González-Pola, y trajo al menos una unidad del biplaza descapotable 250 GT. Estos modelos están hoy entre los más cotizados por los coleccionistas del mundo y entre los más apreciados por los fans de Ferrari.

En paralelo, el maestro mecánico Félix Varona instaló hacia 1954 el primer servicio autorizado Ferrari en América Latina, el legendario Taller Varona, en un galpón en Boleíta. Allí atendió la mayoría de las unidades importadas por Kaufmann y por particulares.

Cuando Kaufmann falleció en la década de los 80, dejó a Venezuela huérfana de presencia oficial Ferrari, vacío que fue aprovechado por Marco Longinotti-Buitoni, quien en 1992 anunció haber conseguido la representación oficial de la marca para nuestro país y otras regiones de Sudamérica a través de su empresa, Maranello Motors.

El modelo que más identificó a esta etapa de la marca en Venezuela fue el F355, y hubo tantos en el país que en 1996 Maranello Motors organizó el trofeo monomarca Ferrari Challenge Venezuela, primero de su tipo fuera de Italia. De esta competición se realizaron cuatro ediciones entre 1997 y 2000, dándose incluso la circunstancia de que pilotos venezolanos viajaron a Italia a participar en la Finale Mondiale del Challenge Ferrari en cuatro ocasiones.
Con Maranello Motorsport, Venezuela es uno de los siete países de Latinoamérica que tienen una representación oficial de Ferrari. El país latinoamericano con más presencia comercial de Ferrari sigue siendo México, que tiene concesionarios en Monterrey, Ciudad de México y Guadalajara.

Uno de los más conocidos concesionarios Ferrari en Caracas fue el del empresario y piloto Lino Fayén, que operó en Colinas de Bello Monte y luego se mudó a una ubicación más grande y moderna en Los Jabillos, cuando se convirtió en representante Mercedes-Benz.

Maranello Motorsport abrió su primer concesionario en Caracas, en La Ciudadela (Concresa) en 1992. Allí operó durante muchos años, gracias a la disposición gubernamental que desde 1991 permitió la importación y comercialización de vehículos nuevos. Esa misma disposición permitió a los dueños de la empresa obtener representaciones de las marcas BMW, Peugeot y Land Rover.

Nuevos aires
Muchos años después, Maranello Motorsport mudó sus operaciones comerciales a un local en Altamira, Caracas. Este local había sido armado por el empresario Franco De Vita, quien tras ser concesionario Fiat por muchos años (Italiancar) eligió convertirse en distribuidor de autos de las marcas Ferrari y Maserati hasta ceder el negocio a Maranello Motorsport. Allí la franquicia funcionó hasta hace unos cuatro años, cuando surgieron diferencias con el dueño del inmueble. Ello, y la nula venta de Ferrari en Venezuela para la época, obligó al cierre del establecimiento.
Es menester acotar que las recientes disposiciones gubernamentales en materia de importación de automóviles, con menos restricciones a la hora de otorgar licencias de importación de unidades armadas, es uno de los incentivos que ha llevado a Maranello Motorsport a abrir un nuevo concesionario luego de años de vacío, tal como podrían hacer los representantes oficiales de otras marcas.

También es posible que la reciente providencia que permite la importación de autos usados con hasta cuatro años de edad, pueda haber ayudado en la decisión de Maranello Motorsport, como ya están haciendo numerosos concesionarios independientes.

La instalación del concesionario ha causado gran revuelo a nivel de redes sociales, donde subrayan el marcado contraste existente entre la clientela que puede pagar medio millón de dólares por un automóvil y los empleados que cobran un sueldo mínimo mensual inferior a tres dólares.

El parque operativo de unidades Ferrari en Venezuela está entre las 70 y 80 unidades. El volumen de ventas de Maranello Motorsport está en el orden de las cinco unidades al año y ello representa un porcentaje bastante pequeño de las ventas mundiales de Ferrari, que produce unos 8.000 vehículos al año.
Cabe destacar que la mayoría de las fotografías que han circulado en redes sociales todos estos días no corresponden al concesionario caraqueño, siendo muy frecuentes ilustraciones de locales de la marca en Madrid y París.

 

 


Tomado de Del boliburgués Carlos Kaufman al chavista Marco Longinotti Buitoni, la representación de Ferrari en Venezuela ( Informe )
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