Congresista exige investigación legislativa tras liberación en Estados Unidos del inmigrante Issam Bazzi, presunto terrorista libanés procedente de Venezuela

Ahora que terminan por confirmarse las sospechas sobre que Alex Saab fue colaborador de la DEA desde 2018, como lo han revelado documentos de la corte donde se le sigue juicio al colombiano en Estados Unidos por conspirar para lavar dinero, su socio, Álvaro Enrique Pulido Vargas, se escucha, pasaría a ser el nuevo “rey puesto” en los antiguos negocios del barranquillero en Venezuela. Esto, si nos remitimos al refrán popular de: “A rey muerto, rey puesto”.

Las diferencias de criterio entre ambos y la detención de Alex Saab en Estados Unidos, se escucha, han terminado por distanciar a Saab y Pulido, mientras Álvaro va absorbiendo el control de todos los negocios que antes manejaban en conjunto.

¿Quién es Álvaro Enrique Pulido Vargas?

Álvaro Enrique Pulido Vargas, conocido con el alias de “Cuchi”, es un empresario colombiano muy poco conocido en Colombia pese a la fortuna que ha amasado como contratista del gobierno de Venezuela.

Junto a Alex Saab Morán  se hizo millonario como proveedor de materiales de vivienda popular para la revolución bolivariana.

Pulido y Saab tienen un pasado oscuro y polémico relacionado con el narcotráfico que han intentado superar mientras desafían señalamientos de exportaciones ficticias en Ecuador y favoritismo en Venezuela.

De acuerdo con documentos en archivos oficiales de Colombia, Pulido utilizó durante varios años una cédula de identidad que había sido cancelada por cuanto correspondía a una persona que murió en Miami en 2005.

Pulido acudió a esta nueva identidad para sepultar en el pasado un escándalo internacional de narcotráfico al cual fue vinculado.

Richard Díaz, abogado de Saab en Miami, confirmó que Pulido cambió de identidad pero en forma legal por un caso de narcotráfico.

” [Pulido] explicó recientemente que sí tuvo ese problema pero que fue hace mucho tiempo y que pagó su condena y deuda por eso y que para poder rehacer su vida cambió su nombre legalmente”, explicó el abogado.

Una fuente cercana a la DEA explicó años atrás que ese organismo estaba investigando negocios de Saab y Pulido en Estados Unidos relacionados con el lavado de dinero.

Los problemas de Saab en Estados Unidos no fueron un obstáculo para que el empresario participara en la firma de un convenio entre los gobiernos de Colombia y Venezuela que derivó en contrato de $685 millones para la construcción de viviendas prefabricadas en Venezuela.

A la ceremonia de firma del convenio en noviembre de 2011 asistieron los presidentes Juan Manuel Santos y Hugo Chávez y el entonces canciller, hoy presidente, Nicolás Maduro.

De acuerdo con documentos de la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia, la cédula que utiliza Pulido ha sido cancelada dos veces por muerte del titular. Pulido mantuvo el documento cancelado durante cinco años, hasta que lo restableció.

La manera como logró restablecer la cédula que había sido cancelada dos veces es un misterio. Una persona familiarizada con el proceso comentó que hay “cosas rarísimas” en el trámite.

En Colombia la cédulas de ciudadanía son indispensables para votar, suscribir contratos, crear sociedades y para numerosos trámites notariales.

El documento de identidad a nombre de Álvaro Enrique Pulido Vargas, fue inhabilitado por fallecimiento de su titular desde abril de 2006, según resolución de ese año, firmada por el director nacional de identificación de la Registraduría, Luis Bernardo Maldonado Bernarte.

De acuerdo con el registro civil de defunción radicado en el consulado colombiano en Miami, la persona que aparece con el nombre de Álvaro Enrique Pulido, murió el 18 de septiembre de 2005. Sus padres son Ángel Alberto Pulido y María del Carmen Brand. Su cuerpo fue cremado en Abco Crematory en Fort Lauderdale.

Pulido es acusado en Estados Unidos por ayudar a organizar una compleja red de sociedades pantalla para obtener ganancias de la adquisición y distribución de alimentos a Venezuela.

Antes de cambiar de identidad, Álvaro Pulido tenía por nombre Germán Enrique Rubio Salas, un hombre cuya captura reseñó EL TIEMPO de Colombia en el año 2000 como líder del denominado cartel de Bogotá.

De acuerdo con información de la Policía colombiana, que se conoció entonces, Rubio Salas había coordinado el envío de dos toneladas de cocaína y 17 kilos de heroína en 1999 a varios países de Europa. El diario añadió que Rubio tenía pendiente de pagar una condena de 15 años de prisión en Italia.

En un boletín de la embajada de Estados Unidos en Bogotá, fechado el 25 de julio de 2019, se describe así a Pulido Vargas: “(…) (anteriormente conocido como Germán Enrique Rubio-Salas) es un ciudadano colombiano que es el principal socio comercial de Saab. Junto con Saab, Pulido ayudó a organizar la compleja estructura corporativa de sociedades pantalla e instrumentales que Saab y Pulido utilizaron para obtener ganancias de la adquisición, reunión, distribución y envío de alimentos a Venezuela”.

Se sabe, por ejemplo, gracias a una investigación de la agencia Reuters, que Pulido controlaba en la sombra a la liquidada Trenaco, una empresa colombiana de servicios del sector petrolero, y que lo hacía junto a Saab. Carlos Gutiérrez Robayo, el polémico empresario de Zipaquirá, era quien daba la cara.

Fue Pulido quien, según ‘Armando.Info’, invitó a Saab a trabajar en Venezuela, tras haber sido presentados por amigos en común de Barranquilla. Se dice que ambos proceden de la costa atlántica colombiana; pero Pulido sería el cerebro de los negocios, y Saab, el enlace político.

Ambos empresarios han sido favorecidos en Venezuela con importantes contratos y la asignación de divisas preferenciales.

Pulido dijo en una entrevista tener dos hijos. Estos tienen el apellido Rubio. La explicación que dio Pulido fue que eran adoptados. Emmanuel Enrique Rubio González es uno de ellos y ha sido apoderado de Group Grand Limited México, como un hijo de Saab lo ha sido en Group Grand Limited Hong Kong.

En 2017 se conoció que tanto Pulido como Saab eran investigados por la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos. En julio de 2019, ambos fueron sancionados por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y, casi en simultáneo, la fiscalía del estado de Florida los acusó de lavado de dinero por los negocios de Fondo Global de Construcción, una compleja estructura financiera con presencia en varios países (Colombia, Venezuela, Ecuador), pero cuyo beneficiario final es una sociedad en Malta, de la que Pulido es propietario.

La de Colombia no ha sido la única orden de captura que se ha librado contra Pulido. En 2013, las autoridades de Ecuador hicieron lo propio por unas supuestas exportaciones ficticias a Venezuela, a través del Fondo Global de Construcción de Ecuador, que sumaban 159 millones de dólares. Ese caso, sin embargo, fue sobreseído. Pulido argumentó a Univisión que las denuncias habían provenido de banqueros que eran socios de la compañía e intentaron estafarlo.

Según la filtración de los Paradise Papers, Pulido aparece como accionista de FGDC MALTA HOLDINGS LIMITED, una empresa registrada en Malta, relacionada con una dirección en Colombia: CL 84 NO. 9 – 35 APT. 301, EDIFICIO TORRE PALMA, BOGOTA, DC, EL RETIRO.

Estas son algunas compañías y personas con las que está vinculado Pulido.

Emmanuel Rubio, hijo de Álvaro Pulido, llevaba una vida de lujo entre Estados Unidos, Colombia y Europa. En sus redes sociales ha desplegado fotografías en las que aparece a bordo de la cabina de mando de un avión Gulfstream 280, asistiendo a la carrera de Fórmula 1 en Monte Carlo y navegando en un yate por el Mediterráneo junto a su novia, una modelo y presentadora de televisión colombiana. Se cree que Emmanuel tiene una participación propietaria en la agencia de escorts Latin Angels en Colombia.

En agosto de 2014 Emmanuel Rubio adquirió sobre planos un penthouse en el lujoso edificio SLS Lux de Miami, por valor un de 3.6 millones de dólares.

Joaquín Leal Jiménez es el compañero de fiestas de Emmanuel Rubio, hijo de alias “El Cuchi” Álvaro Pulido (en el pasado llamado Germán Rubio), socio de Alex Saab, en el The Club de la Av Varsovia c/ av Chapultepec, invitando champagne Cristal Rosé.

Pareja y testaferro

La colombiana Adriana Martínez Rodríguez ha fungido no solo como apoderada de compañías del empresario de su misma nacionalidad, Alex Saab, acusado por los Estados Unidos por lavado de dinero y otros delitos, producto de sus negocios corruptos en Venezuela. Martínez ha sido también pareja del socio de Alex Saab, Álvaro Pulido Vargas, identidad que asumió después de haber tenido en Colombia el nombre de Germán Rubio.

Adriana Martínez Rodríguez

De la relación entre Martínez y Pulido habría surgido una heredera. Hoy se conoce además que Adriana Martínez Rodríguez posee supuestamente una cuenta oculta con más de $100 millones que guardaría para Pulido.

La empresaria, quien figura como directiva de varias firmas y dispone de diferentes pasaportes colombianos, ha conseguido quedar libre de cualquier investigación en Colombia y a diferencia de Saab, Pulido y varios familiares de éstos, no ha sido sometida a las sanciones dictadas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, pese a estar inmiscuida en negocios de Saab, como el del contrabando de oro venezolano a Turquía y a otros países.

No obstante, ahora, ante el surgimiento de nuevos datos de la fortuna en manos de la empresaria, el Departamento del Tesoro pudiera tener motivos suficientes para la imposición de nuevas sanciones.

En un certificado fechado el 22 de octubre de 2013, de la Cámara de Comercio de Bogotá, figura la colombiana Adriana Martínez Rodríguez como representante legal de la empresa FONDO GLOBAL DE CONSTRUCCIÓN S A S.

Pero Martínez no era la única representante de la firma, Álvaro Pulido también representaba a Fondo Global de Construcción, una compañía privada con presencia en Colombia, Venezuela y Ecuador, pero cuya propietaria final era otra sociedad registrada en la isla mediterránea de Malta.

Según reveló la revista Semana de Colombia, ese negocio, a la postre, resume lo que estaba por llegar para el empresario. En él coincidiría con su socio Álvaro Pulido Vargas. Eso le abrió, la puerta de millonarias contrataciones en Venezuela a alguien que jamás hubiese podido acumular esas cantidades de dinero en su país. Para ello dibujó una compleja telaraña societaria global que caracterizaría el resto de sus negocios con el chavismo, y, de paso, dejó una estela de sospechas de lavado de dinero que lo ha perseguido hasta su captura.

Y pese a las acusaciones de haber utilizado la compañía FONDO GLOBAL DE CONSTRUCCIÓN S A S para realizar la venta con sobreprecio de casas prefabricadas al Estado venezolano, tras haber suscrito un contrato de $600 millones y a los casos por lavado de dinero contra Alex Saab en los Estados Unidos y Colombia, la Fiscalía de Colombia confirmó el 25 de enero de 2020, en respuesta a un derecho de petición, que Adriana Martínez no estaba bajo ninguna investigación penal en calidad de indiciada o sindicada.

Actualmente Álvaro Enrique Pulido Vargas o Germán Enrique Rubio Salas, como quiera que se llame, se movería en Caracas, donde viviría como todo un magnate, pese a ser buscado en diversos países. En Caracas contaría con media docena de guardaespaldas y habitualmente cambiaría sus números telefónicos para evitar ser rastreado por quienes indagan en sus negocios y por las autoridades de los países donde es investigado.

Solicitado en extradición

Álvaro Pulido (antes llamado Germán Rubio), fue solicitado el 25 de julio de 2019 en extradición, por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, e incluido en la lista de personas especialmente designadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro estadounidense, por su relación con el lavado de dinero y un esquema de sobornos y corrupción en Venezuela.

 

Desde un Hotel en Caracas

Desde una lujosa suite del Hotel JW Marriott en la zona de El Rosal, en Caracas, despacha Álvaro Pulido, quien antes en Colombia tenía por nombre Germán Rubio.

Pulido, socio del empresario Alex Saab y jefe del denominado “Cartel de Bogotá” en Caracas, seleccionó el sitio como su “cuartel general”, desde donde puede estar cerca de otro de sus socios, el empresario Antonio Chambra.

“Cuchi”, como también es conocido Álvaro Pulido, pasa a diario rodeado de unos 6 guardaespaldas y diversos funcionarios de Estado que le solicitan “audiencia”.

“Cuchi” dejó de acudir a su oficina, por temor a estar siendo vigilado por las autoridades estadounidenses, después de haber sido sancionado en 2019 por el Departamento del Tesoro y tener un caso judicial abierto en Estados Unidos por lavado de dinero.

Aunque la trama de corrupción que los Estados Unidos le atribuyen al empresario barranquillero Alex Saab no fue ejecutada a través de sus empresas en Colombia, se destaca la ‘malicia nacional’ colombiana en esta operación.

Hablemos primero de su socio, Álvaro Pulido. A comienzos de siglo se llamaba Germán Rubio Salas. En el 2000 fue capturado por autoridades colombianas en el marco de una operación llamada ‘Crucero’, señalado de pertenecer a una red de narcotráfico con tentáculos en Venezuela, denominada «El Cartel de Bogotá». En expedientes de la Corte Suprema de Justicia le aparece una condena proferida por una corte de Italia de 15 años de cárcel también por narcotráfico, por hechos cometidos entre 1991 y 1992. Lo requerían en extradición, según La FM de Colombia.

 

Recompensa

El Departamento de Estado de los Estados Unidos anunció el viernes 22 de octubre de 2021 una recompensa de $10 millones por información que conduzca al arresto del colombiano Álvaro Pulido Vargas, quien antes llevaba por nombre Germán Enrique Rubio Salas, principal socio de Alex Saab.

 

En un comunicado el Departamento de Estado recordó que Pulido Vargas está acusado de lavado de dinero en relación con un esquema de soborno extranjero.

 

«A partir de 2015, Pulido y otros comenzaron a trabajar para obtener o retener contratos para proporcionar alimentos al pueblo venezolano. Pulido y sus co-conspiradores supuestamente aumentaron el costo de producción de las cajas de alimentos para obtener un beneficio personal de su producción. A partir de este aumento de costos, los conspiradores pudieron pagar sobornos y comisiones ilícitas a los funcionarios del gobierno venezolano que los ayudaron a obtener el contrato para producir las cajas y obtener millones de dólares en ganancias para ellos mismos», destacaron.

Según la acusación contra Pulido, la escasez de dólares estadounidenses del Gobierno de Maduro limitó su capacidad para pagar a empresas extranjeras, incluida su capacidad para pagar a Pulido y otros por la importación y distribución de cajas de alimentos en Venezuela, Pulido y un conspirador iniciaron un negocio para liquidar el oro del país. El dinero obtenido a través de la liquidación del oro se utilizó luego para pagar a empresas extranjeras, incluidas las empresas controladas por Pulido y un conspirador.

Pulido fue acusado formalmente en octubre de 2021 junto con otras cuatro personas. Los cargos incluyen un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero y cuatro cargos de lavado de instrumentos monetarios. Estos cargos están asociados con las presuntas violaciones graves de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y delitos contra una nación extranjera, específicamente Venezuela, que involucran el soborno de un funcionario público y la malversación, robo y malversación de fondos públicos por y para el beneficio de un funcionario público, según lo dispuesto por el Título 18, Código de los Estados Unidos, Sección 1956 (c) (7) (B) (iv).

Esta recompensa se ofrece bajo el Programa de Recompensas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (TOCRP) del Departamento de Estado. Más de 75 delincuentes transnacionales y grandes narcotraficantes han sido llevados ante la justicia bajo el TOCRP y el Programa de Recompensas de Narcóticos (NRP) desde 1986. El Departamento ha pagado más de $ 135 millones en recompensas hasta la fecha.

La Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado administra el TOCRP en estrecha coordinación con la Administración de Control de Drogas, la Oficina Federal de Investigaciones, las Investigaciones de Seguridad Nacional del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. Y otras agencias gubernamentales de EE. UU.

Tomado de Congresista exige investigación legislativa tras liberación en Estados Unidos del inmigrante Issam Bazzi, presunto terrorista libanés procedente de Venezuela