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El llamado a diálogo y al trabajo mancomunado hecho por el Gobierno nacional al sector privado ante la difícil situación de abastecimiento, lenta entrega de divisas y manufactura local, incluyó el pasado jueves el reconocimiento de obligaciones y deudas acumuladas desde hace varios años.
El presidente Nicolás Maduro manifestó en el estado Zulia, frente a un auditorio con empresarios del sector privado, que está pendiente «la regularización de algunas medidas que se tomaron con algunas fincas, producto de equis circunstancia. Vamos a regularizarlas, ¿por qué no? No hay excusas para no regularizarlas, esa fue una orden del Presidente Chávez desde hace mucho tiempo».
La mención del Ejecutivo no fue solo a las cientos de fincas y cientos de miles de hectáreas intervenidas -área para la cual comisionó al ministro de Agricultura y Tierras, Yván Gil-, sino también a las más de cien empresas expropiadas y estatizadas en el sector petrolero zuliano desde el año 2009.
«Lo mismo el compañero Rafael Ramírez (ministro de Petróleo y Minería y presidente de Pdvsa), que está culminando un estudio completo de los costos reales en el caso que planteó la Cámara Petrolera de Venezuela. También regularizaremos eso, con un acuerdo para facilitar que se dé un proceso de regularización», indicó Maduro, sin dar mayores precisiones.
Los compromisos del Gobierno con el sector productivo suman decenas de millardos de dólares. Según cálculos de Ecoanalítica, se adeudan unos 16 millardos de dólares en expropiaciones, unos 12 millardos de dólares en repatriación de dividendos desde hace varios ejercicios, y alrededor de 9,5 millardos de dólares en retrasos en Cadivi. Si a esto se le agrega los 16 millardos de dólares que debía Pdvsa a sus proveedores al cierre de 2012, se obtiene una cifra de 53,5 millardos de dólares que el Gobierno nacional debe honrar con el sector privado.
Con tal nivel de compromisos, los serios problemas de inflación y escasez de rubros básicos, y la dificultades en el mercado cambiario, la mejor opción del Gobierno es acercarse al sector privado, asegura José Luis Saboín, economista senior en Ecoanalítica.
La situación de Pdvsa y el Fisco, con un déficit superior a los 10 puntos del PIB, y la debilidad de las cuentas externas del sector público invitan a ello, señala el economista.
Asegura Saboín que «al final de 2012 los fondos en el exterior (en divisas del Gobierno) se habían reducido a la mitad, una caída de unos 12, 5 millardos de dólares, dejando en una situación difícil a las cuentas públicas».
En el otro extremo «el sector privado nacional tiene en el exterior el equivalente a 20 puntos del PIB nacional. El gobierno está viendo esas cuentas externas y con eso está apuntando al Fondo de Ahorro Nacional, y a que se puedan transar divisas en zonas económicas especiales», como forma de oxigenar la economía a través de los privados.
Desde Ecoanalítica se cree que en un entorno de dificultades económicas (déficit fiscal y estancamiento caída del ingreso petrolero), más la crisis política, el Gobierno no emprenderá una ronda de pagos directos e inmediatos, sino que más bien pagaría una pequeña parte de la deuda con aquellos más rezagados, al tiempo que se buscan sociedades o, incluso, aunque improbable, alguna privatización, según reportó el diario El Universal.
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